https://lasmerindadesenlamemoria.wordpress.com/2015/11/11/ejercitos-italianos-en-las-merindades/
El escritor del libro LA PARTICIPACIÓN ITALIANA EN EL FRENTE NORTE, José Luis García Ruiz, nos ha preparado una interesante entrada sonre aquellos momentos, que nos puede ayudar a conocer mejor nuestra tierra.
El Reino de Italia contribuyó a la causa del Ejército Sublevado contra la II República, el 18 de Julio de 1936, con tropas de los tres Ejércitos: Tierra, Mar y Aire. Fue un fruto más del militarismo y la política imperialista del Partido Nacional Fascista, liderado por el ex-socialista Benito Mussolini.
En lo que a las Merindades respecta, la Regia Marina no tuvo presencia por razones obvias. Por el contrario, la Regia Aeronautica, renombrada como Aviación Legionaria en vano intento por hacerla pasar como española, dispuso de un aeródromo avanzado en Villarcayo. Sabemos que personas de la villa y aldeas próximas fueron obligados a colaborar en la construcción de mismo, en aquellos tiempos que las herramientas de transporte eran los cestos y la tierra se prensaba con rodillos de hormigón. Unos pilotos jóvenes, inconscientes, necesitados de dinero y ávidos de aventuras, vinieron voluntarios de Italia. Tiempo después aprendieron en carne propia, que en las guerras se mata pero también se muere.
Respecto al Ejército de Tierra, el cuerpo expedicionario italiano tomó el nombre de Corpo Truppe Volontarie (CTV). Estuvo compuesto aproximadamente por un 40% de militares profesionales del Regio Esercito. Una de las tres divisiones que llegaron a nuestra tierra estuvo integrada exclusivamente por estos, más los mandos de las otras dos. Pretendieron los fascistas que el resto fuesen Camisas Negras, voluntarios de la fuerza paramilitar al servicio de su partido, pero éstos eran más bravucones de barrio que valientes y el 60% se reclutó como se pudo, en un país donde también había gente que pasaba hambre. Volontari per designazione ignota de Alberto Negrin, es una excelente película que describe los procedimientos y engaños utilizados.
Itinerario por las Merindades
Tras la derrota que sufrió el CTV en Guadalajara, en Marzo del 37, toda vez renunciado al objetivo de tomar Madrid por el Ejercito Sublevado, las tropas colaboradoras del CTV fueron tomando posiciones en las Merindades y zonas limítrofes de Alava y VIzcaya . La División Littorio, unos 7.500 hombres militares profesionales, se situó en sector del frente que iba desde el Ribero de Montija por las crestas calizas que separan del Valle de Mena hasta Llorengoz, Los Grupos de Banderas mandados por el console Enrico Francisci, se situaron en la zona de Berberana. Atrás, entre Trespaderne y Oña, en posición de retaguardia quedaron la División Fiamme Nere (Llamas Negras, no confundir con Flechas Negras) y otros recursos militares y de apoyo imprescindibles para constituir un cuerpo de ejército. Sobrepasaron los 30.000 hombres.
Los vecinos de las pedanías de la Juntas de Traslaloma, Oteo y la Cerca fueron testigos de sus andanzas por el oeste, incluido el Hospedale da Campo que tuvieron en el palacio de los Alvarado en el Ribero de Montija. Por el oeste, Quincoces, Teza, Barriga o Villaño vieron sus campos sembrados de tiendas de campaña.
Hay unas fotografías tomadas por un teniente de la Divisón Littorio en las que pueden apreciarse las iglesias de Quintanilla de Pienza, Cubillos de Losa, Salinas de Rosio, Las Eras, Barriga de losa Villaño. Sabemos que en algunas de ellas fueron utilizadas como armeros o almacenes de diversos materiales bélicos.
En el anecdotario, y en el registro de muertos existente en los archivos de Roma, quedó el soldado italiano que haciendo vigilancia encima de Villasante recibió un tiro de un miliciano de la División Villarías situado en éste pueblo. Probabilidades una entre mil de acertar a más de quinientos metros. Tal vez este hecho llevó a los ingenieros italianos a cavar un túnel que desciende unos tres metros desde la cumbre haciendo un puesto de vigía en la roca.
Están documentados diversos planes para la contribución del CTV a la toma de Vizcaya, lanzando estas divisiones por la ribera del Nervión, por la del Cadagua o por el Puerto de los Tornos, con el fin de cortar la retirada y hacer una pinza, pero no llegaron a intervenir. Sólo los dos grupos de banderas situados en Berberana fueron desplazados para librar el cerco a que fue sometida la División Flechas Negras en Bermeo, volviendo a los pocos días a su posición.
No está documentado el motivo de la no intervención, pero bien pudo tener su razón en el “Pacto de no intervención en la Guerra de España” firmado por Italia y Alemania y no respetado. Los bombardeos de Eibar, Durango y Guernica tuvieron una gran repercusión internacional y dejaron al descubierto la falsedad de los Gobiernos de ambos estados.
Finalizada la toma de Vizcaya y rebasada la línea de Valmaseda a primeros del verano del 37, las posiciones de CTV ya no tenían sentido. La División Littorio se desplazó a los llanos entre Medina de Pomar y Villarcayo, la División Fiamme Nere se situó en los valles de Sotoscueva y Valdeporres tomando posiciones muy avanzadas frente al Ejército Popular de la República. Los grupos de banderas fueron constituidos como División XXIII de Marzo y dotados de recursos de artillería, situándose en el entorno de Cubillos de Rojo, por entonces Cubillos de las JONS. En los días previos al combate la División Littorio fue movilizada quedando lista a las afueras de Soncillo.
La batalla por la toma de la actual Cantabria que debía haber empezado a primeros de Julio fue demorada en dos ocasiones. La primera fue con motivo del ataque del Ejército Popular de la República en la zona de Brunete, lo que obligó a desplazar diversas Brigadas de Navarra y recursos aéreos de la Aviación Legionaria durante unas semanas. Finalizada la misma el General Gamir Ulibarri, Jefe del Ejército del Norte, lanzó una ofensiva en el Sector Leonés del Frente con resultado nefasto, pues si bien retrasó un par de semanas la ofensiva del Bando Sublevado, perdió aviones que luego hicieron falta.
En la colección fotográfica de Guglielmo Sandri, el Teniente de la División Littorio, quedó este período reflejado con varias fotografías de tropas haciendo ejercicios por Santa Cruz de Andino, Villarias, Bisjueces o La Adea, llegando a disponer de un campo de tiro en los pies de la Tesla entre estas dos últimas pedanías.
Los legionarios italianos dejaron a su paso por las Merindades varias muestras de lo que denominaré Arqueología de la Guerra. Estas manifestaciones se encuentran principalmente entorno al pueblo de Ahedo de las Pueblas y próximas a las trincheras y arqueología del Ejército Popular. En la División Fiamme Nere debieron de enrolarse algunos canteros expertos en talla de piedra.
Por el camino que del pueblo se dirige a los Ahidíos quedé grabado en una piedra el nombre de Fernando Gutiérrez, un miliciano del batallón republicano 114. A muy pocos metros alguien grabó el signo de FE, posiblemente un italiano. También existe una céntrica casa que muestra en los muros de acceso al patio sendos grabados con el águila imperial y el símbolo de los requetés.
Respecto a los restos funerarios, desaparecieron casi todos de sus lugares originales de enterramiento, al ser trasladados al osario del Escudo en 1939. Años más tarde estos restos fueron depositados en el Sacrario Militare Italiano junto con los muertos del Brigada Garibaldi.
El escritor del libro LA PARTICIPACIÓN ITALIANA EN EL FRENTE NORTE, José Luis García Ruiz, nos ha preparado una interesante entrada sonre aquellos momentos, que nos puede ayudar a conocer mejor nuestra tierra.
El Reino de Italia contribuyó a la causa del Ejército Sublevado contra la II República, el 18 de Julio de 1936, con tropas de los tres Ejércitos: Tierra, Mar y Aire. Fue un fruto más del militarismo y la política imperialista del Partido Nacional Fascista, liderado por el ex-socialista Benito Mussolini.
En lo que a las Merindades respecta, la Regia Marina no tuvo presencia por razones obvias. Por el contrario, la Regia Aeronautica, renombrada como Aviación Legionaria en vano intento por hacerla pasar como española, dispuso de un aeródromo avanzado en Villarcayo. Sabemos que personas de la villa y aldeas próximas fueron obligados a colaborar en la construcción de mismo, en aquellos tiempos que las herramientas de transporte eran los cestos y la tierra se prensaba con rodillos de hormigón. Unos pilotos jóvenes, inconscientes, necesitados de dinero y ávidos de aventuras, vinieron voluntarios de Italia. Tiempo después aprendieron en carne propia, que en las guerras se mata pero también se muere.
Respecto al Ejército de Tierra, el cuerpo expedicionario italiano tomó el nombre de Corpo Truppe Volontarie (CTV). Estuvo compuesto aproximadamente por un 40% de militares profesionales del Regio Esercito. Una de las tres divisiones que llegaron a nuestra tierra estuvo integrada exclusivamente por estos, más los mandos de las otras dos. Pretendieron los fascistas que el resto fuesen Camisas Negras, voluntarios de la fuerza paramilitar al servicio de su partido, pero éstos eran más bravucones de barrio que valientes y el 60% se reclutó como se pudo, en un país donde también había gente que pasaba hambre. Volontari per designazione ignota de Alberto Negrin, es una excelente película que describe los procedimientos y engaños utilizados.
Itinerario por las Merindades
Tras la derrota que sufrió el CTV en Guadalajara, en Marzo del 37, toda vez renunciado al objetivo de tomar Madrid por el Ejercito Sublevado, las tropas colaboradoras del CTV fueron tomando posiciones en las Merindades y zonas limítrofes de Alava y VIzcaya . La División Littorio, unos 7.500 hombres militares profesionales, se situó en sector del frente que iba desde el Ribero de Montija por las crestas calizas que separan del Valle de Mena hasta Llorengoz, Los Grupos de Banderas mandados por el console Enrico Francisci, se situaron en la zona de Berberana. Atrás, entre Trespaderne y Oña, en posición de retaguardia quedaron la División Fiamme Nere (Llamas Negras, no confundir con Flechas Negras) y otros recursos militares y de apoyo imprescindibles para constituir un cuerpo de ejército. Sobrepasaron los 30.000 hombres.
Los vecinos de las pedanías de la Juntas de Traslaloma, Oteo y la Cerca fueron testigos de sus andanzas por el oeste, incluido el Hospedale da Campo que tuvieron en el palacio de los Alvarado en el Ribero de Montija. Por el oeste, Quincoces, Teza, Barriga o Villaño vieron sus campos sembrados de tiendas de campaña.
Hay unas fotografías tomadas por un teniente de la Divisón Littorio en las que pueden apreciarse las iglesias de Quintanilla de Pienza, Cubillos de Losa, Salinas de Rosio, Las Eras, Barriga de losa Villaño. Sabemos que en algunas de ellas fueron utilizadas como armeros o almacenes de diversos materiales bélicos.
En el anecdotario, y en el registro de muertos existente en los archivos de Roma, quedó el soldado italiano que haciendo vigilancia encima de Villasante recibió un tiro de un miliciano de la División Villarías situado en éste pueblo. Probabilidades una entre mil de acertar a más de quinientos metros. Tal vez este hecho llevó a los ingenieros italianos a cavar un túnel que desciende unos tres metros desde la cumbre haciendo un puesto de vigía en la roca.
Están documentados diversos planes para la contribución del CTV a la toma de Vizcaya, lanzando estas divisiones por la ribera del Nervión, por la del Cadagua o por el Puerto de los Tornos, con el fin de cortar la retirada y hacer una pinza, pero no llegaron a intervenir. Sólo los dos grupos de banderas situados en Berberana fueron desplazados para librar el cerco a que fue sometida la División Flechas Negras en Bermeo, volviendo a los pocos días a su posición.
No está documentado el motivo de la no intervención, pero bien pudo tener su razón en el “Pacto de no intervención en la Guerra de España” firmado por Italia y Alemania y no respetado. Los bombardeos de Eibar, Durango y Guernica tuvieron una gran repercusión internacional y dejaron al descubierto la falsedad de los Gobiernos de ambos estados.
Finalizada la toma de Vizcaya y rebasada la línea de Valmaseda a primeros del verano del 37, las posiciones de CTV ya no tenían sentido. La División Littorio se desplazó a los llanos entre Medina de Pomar y Villarcayo, la División Fiamme Nere se situó en los valles de Sotoscueva y Valdeporres tomando posiciones muy avanzadas frente al Ejército Popular de la República. Los grupos de banderas fueron constituidos como División XXIII de Marzo y dotados de recursos de artillería, situándose en el entorno de Cubillos de Rojo, por entonces Cubillos de las JONS. En los días previos al combate la División Littorio fue movilizada quedando lista a las afueras de Soncillo.
La batalla por la toma de la actual Cantabria que debía haber empezado a primeros de Julio fue demorada en dos ocasiones. La primera fue con motivo del ataque del Ejército Popular de la República en la zona de Brunete, lo que obligó a desplazar diversas Brigadas de Navarra y recursos aéreos de la Aviación Legionaria durante unas semanas. Finalizada la misma el General Gamir Ulibarri, Jefe del Ejército del Norte, lanzó una ofensiva en el Sector Leonés del Frente con resultado nefasto, pues si bien retrasó un par de semanas la ofensiva del Bando Sublevado, perdió aviones que luego hicieron falta.
En la colección fotográfica de Guglielmo Sandri, el Teniente de la División Littorio, quedó este período reflejado con varias fotografías de tropas haciendo ejercicios por Santa Cruz de Andino, Villarias, Bisjueces o La Adea, llegando a disponer de un campo de tiro en los pies de la Tesla entre estas dos últimas pedanías.
Los legionarios italianos dejaron a su paso por las Merindades varias muestras de lo que denominaré Arqueología de la Guerra. Estas manifestaciones se encuentran principalmente entorno al pueblo de Ahedo de las Pueblas y próximas a las trincheras y arqueología del Ejército Popular. En la División Fiamme Nere debieron de enrolarse algunos canteros expertos en talla de piedra.
Por el camino que del pueblo se dirige a los Ahidíos quedé grabado en una piedra el nombre de Fernando Gutiérrez, un miliciano del batallón republicano 114. A muy pocos metros alguien grabó el signo de FE, posiblemente un italiano. También existe una céntrica casa que muestra en los muros de acceso al patio sendos grabados con el águila imperial y el símbolo de los requetés.
Respecto a los restos funerarios, desaparecieron casi todos de sus lugares originales de enterramiento, al ser trasladados al osario del Escudo en 1939. Años más tarde estos restos fueron depositados en el Sacrario Militare Italiano junto con los muertos del Brigada Garibaldi.
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Acerca de Las Merindades en la memoria.
Esta entrada fue publicada en D) Guerra incivil y etiquetada Burgos, CTV, Guerra, Italianos. Guarda el enlace permanente.
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