CULTURA
El congreso sobre la memoria histórica de la Uva contó ayer con periodistas especializados en la Guerra Civil
08.11.12 - 08:39 -
Las ponencias de la tarde de ayer en el congreso sobre memoria histórica y periodismo que se está celebrando en la Facultad de Derecho estos días centraron el debate en la contribución de la práctica periodística en el reconocimiento a los represaliados tras las Guerra Civil española. El punto de vista que impregnó el debate fue la experiencia de periodistas consagrados con trabajos de investigación en torno a los crímenes del franquismo y de responsables de medios de comunicación regionales como Javier García Escudero, delegado de El Norte de Castilla en Palencia, y Carlos Aganzo, director del diario, quienes ensalzaron la importancia de la prensa regional para dar voz a los problemas más acuciantes y cercanos de la ciudadanía.
Como arranque, el escritor y periodista Jorge Martínez Reverte habló sobre la relevancia de los testimonios orales de quienes fueron testigos de vivencias traumáticas durante la contienda española. Sobre esa materia prima, Reverte reivindicó «la seriedad, la honestidad y el rigor» que deben guiar el trabajo de historiadores y periodistas en la lucha por hacer evidente la verdad.
La periodista de ‘El País’ Natalia Junquera abanderó la necesidad de revelar esa verdad, de romper tabúes y prejuicios sociales aún vigentes, más explícitos a raíz de la ley sobre memoria histórica: «La verdad puso nerviosa a mucha gente porque la memoria ha sido algo muy incómodo». Afirmó que en los últimos años los medios de comunicación han sido «cooperantes necesarios» en esa búsqueda junto a las asociaciones de recuperación de la memoria histórica. «Ellos han desenterrado huesos, nosotros hemos desenterrado historias, que también estaban enterradas, como sus dueños», recordó Junquera, quien destacó la contribución de la prensa, que viene siendo testigo de las exhumaciones, a que la gente haya perdido el miedo a hablar.
Memoria y justicia
Carlos Aganzo aportó la idea de la memoria como fórmula para que los vencidos puedan encontrar justicia, distanciándose de la teoría que afirma que la historia es siempre dictada por los vencidos. Recurrió a Kapúscínski para ensalzar el valor del periodismo y la cultura como fuentes de la historia bajo la máxima ‘el periodismo es un testimonio más digno de fe que la historia’. El poeta y periodista recordó la importancia de que se propicie el periodismo de investigación y homenajeó a los corresponsales de localidades pequeñas que trabajan con testimonios anclados en el pasado (aquello de ‘los rojos y los fachas’), teñidos de rencores y dolor. Por su parte, Javier García Escudero resaltó la labor de la edición palentina de El Norte de Castilla de dar visibilidad a las víctimas represaliadas en Tierra de Campos y el Cerrato a partir de las investigaciones del profesor Pablo García Colmenares. Aquellos que «callaron pero que anhelaron justicia» encontraron en las páginas del diario la vía adecuada «para poder mitigar el olvido» y «aniquilar el dolor y la frustración».
Pablo Álvarez, jefe de sección de la edición de Castilla y León del diario ‘El Mundo’ insistió en que el «periodismo desde las provincias se acerca sin prejuicios a las historias humanas». Sin embargo, señaló Pablo Álvarez, queda mucho por hacer en cuanto al punto de vista de los ejecutores. Y los periodistas son quienes tienen la responsabilidad a través de sus medios de dar luz a este aspecto.
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