Posted: 28 Mar 2015 09:43 AM
PDT
Una juez argentina los reclama
para interrogarlos por címenes de lesa humanidad, pero el Gobierno alega que
les ampara la ley de amnistía de 1977.
La ONU vuelve a
reprender a España por desatender a las víctimas del
franquismo. Cuatro expertos de Naciones Unidas -el presidente del Grupo de
Trabajo sobre las desapariciones forzadas, Ariel Dulitzky;
el relator especial sobre las ejecuciones extrajudiciales o arbitrarias,
Christof Heyns; el relator especial sobre la tortura, Juan E.
Méndez, y el relator especial sobre la promoción de la verdad,
la justicia y la reparación, Pablo de Greiff- han
redactado un duro comunicado contra la decisión del Gobierno español de no
extraditar a Argentina a los 17 ex cargos
franquistas a los que la juez Maria Servini de Cubría reclama
para interrogar en Buenos Aires. La magistrada les imputa posibles crímenes
de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.
“La denegación de la
extradición deja en profundo desamparo a las víctimas y a sus familiares,
negando su derecho a la justicia y a la verdad”, afirman los cuatro expertos.
“Reconocemos que cabe entre las competencias del Estado español la
posibilidad de denegar esa solicitud de extradición, pero si no extradita, el
Estado tiene la obligación de garantizar, ante las jurisdicciones nacionales,
el acceso a la justicia para las víctimas de violaciones graves de los
derechos humanos”, añaden. Es decir, para la ONU, España debe enviar a esos
17 excargos franquistas a Argentina o juzgarlos en su territorio.
Los cuatro expertos rebaten,
además, los argumentos presentados en el Consejo de Ministros para denegar la
extradición de los 17 ex cargos franquistas, entre los que figura José Utrera
Molina, suegro del exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón.
“Carecen de base, pues parecen ignorar y contradecir las normas y estándares
internacionales de los derechos humanos. El Estado español no puede escudarse
en los principios de prescipción y extinción de la responsabilidad penal [la
ley de amnistía de 1977] para no extraditar o juzgar a los responsables
de violaciones graves de derechos humanos. La tortura, las ejecuciones
sumarias y la desaparición forzada pueden constituir crímenes de lesa
humanidad, que son imprescriptibles. Es decir, que no vence la obligación del
Estado de investigar y sancionar a los responsables”.
Naciones Unidas ha conminado en numerosas
ocasiones a España a atender a las víctimas del franquismo. En
julio del año pasado dio al Gobierno 90 días para que le comunicara qué
medidas pensaba tomar para atender sus recomendaciones, esto es, elaborar un
plan nacional de búsqueda de los desaparecidos y disponer una partida
presupuestaria para la localización y exhumación de los miles de fusilados
que aún permanencen enterrados en fosas comunes. El Ejecutivo de Mariano
Rajoy ha derogado de facto la ley de memoria histórica al eliminar todas las
ayudas previstas en la norma para la apertura de fosas. De hecho, las que se
hicieron el pasado verano se pagaron con la subvención de un sindicato de
electricistas noruego que, al conocer la situación de desamparo de los
familiares de los fusilados del franquismo, hizo una colecta
para ayudar a sufragar las exhumaciones.
La Coordinadora Estatal de
Apoyo a la Querella Argentina (Ceaqua), que agrupa a todas las víctimas del
franquismo que acudieron a pedir justicia a Buenos Aires al cerrar el Supremo
la vía para la investigación de esos crímenes en España, celebra el
comunicado de la ONU. “El Estado español, una vez más, es severamente
reprendido y censurado por expertos independientes en derechos humanos de las
Naciones Unidas por incumplir sistemáticamente sus obligaciones
internacionales, algo que resulta improoio de un Estado de derecho”,
aseguran.
Única causa abierta en
España por los crímenes del franquismo
La de Argentina era la única
causa abierta en el mundo contra los crímenes del franquismo. Pero una juez
de Almazán (Soria) acaba de iniciar una investigación por el fusilamiento de
10 hombres el 14 de agosto de 1936 en la localidad de Barcones. Los mataron a
plena luz del día, hacia las dos de la tarde. En el lugar donde iba a
producirse el asesinato había en ese momento un grupo de niños jugando. Un
falangista los echó, pero los menores se escondieron y presenciaron la
terrible escena. Casi una vida después, en julio de 2013, Matías Bonilla, que
tenía 9 años aquel 14 de agosto de 1936, señaló a un grupo de antropólogos
forenses el lugar donde habían sido enterrados. Tras exhumar seis de los diez
cuerpos que buscaban, la asociación Recuerdo y Dignidad de Soria, que
representa a los familiares de las víctimas, acudió a la justicia. El juzgado
de Almazán sobreseyó inicialmente la causa “por no resultar conocido el autor
de los hechos”, pero la asociación sugirió entonces a la juez la posibilidad
de localizar documentación que arrojara luz sobre la identidad de los
asesinos, y la magistrada ha atendido su petición.
Así, ha librado un oficio a la
Guardia Civil y a Falange para que le envíen al juzgado “las hojas de
servicio” de los agentes el 14 de agosto de 1936, así como “posibles órdenes
de ejecución” o “puestas a disposición” de las víctimas. La juez pide,
asimismo, que “se averigue” si esas ejecuciones fueron “únicas o
sistemáticas”, es decir, si como plantean Recuerdo y Dignidad y todas las
asociaciones de memoria histórica de España, no se trataba de delitos
comunes, sino de un plan de exterminio de quienes no apoyaban el golpe
militar de Franco. Este auto supone la única causa abierta en estos momentos
en España por crímenes del franquismo y es la primera después de la que le
costó la suspensión al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y un
juicio por prevaricación ante el Tribunal Supremo del que finalmente salió absuelto.
“Es un paso de gigante”,
asegura Iván Aparicio, presidente de la asociación Recuerdo y Dignidad de
Soria. Su abogado, Eduardo Ranz, confía en que “se contagie” a otros
juzgados españoles donde desdecendientes de cientos de víctimas del
franquismo han planteado demandas similares.
El más joven de los 10
fusilados en Barcones tenía 25 años y el mayor, 54. Juan Ballano y Cándido
Muyo eran agricultores; Mariano González, ferroviario; Juan Pablo Rica,
concejal de cultura en San Esteban de Gormaz. Fue precisamente la hija de
este último, Amelia, quien impulsó la exhumación al pedir ayuda a la
asociación Recuerdo y Dignidad. Tenía entonces 92 años y quería recuperar los
restos de su padre antes de morirse. “Desgraciadamente falleció a los 96, un
mes antes de que lográramos abrir la fosa y exhumar los restos. También a
ella le habían hecho la vida imposible: le raparon la cabeza, le hicieron
beber aceite de ricino y la obligaron a pasear en camisón, sin pelo, por el
pueblo”, lamenta Aparicio. Fue el antropólogo forense Francisco Etxeberria,
que acaba de participar en la identificación
de los restos de Miguel de Cervantes, quien dirigió los
trabajos. El equipo localizó los cuerpos de seis de las 10 víctimas —no
encontraron los de cuatro afiliados a la CNT— y uno más que no esperaban: el
esqueleto de una joven musulmana que había sido enterrada allí en el siglo
IX.
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Blog d'en Jordi Grau i Gatell d'informació sobre les atrocitats del Franquisme..... "Las voces y las imágenes del pasado se unen con las del presente para impedir el olvido. Pero estas voces e imágenes también sirven para recordar la cobardía de los que nada hicieron cuando se cometieron crímenes atroces, los que permitieron la impunidad de los culpables y los que, ahora, continúan indiferentes ante el desamparo de las víctimas" (Baltasar Garzón).
diumenge, 29 de març del 2015
Reprimenda de la ONU a España por no extraditar a cargos franquistas
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