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Causas. Una trabajadora ordena el archivo.
Los expedientes de los jiennenses que fueron encausados durante la Guerra Civil pasan a formar parte de la era digital.
Gracias al proyecto puesto en marcha por el Instituto de Estudios Giennenses (IEG) de la Diputación Provincial, ya son unos 2.550 documentos los catalogados y digitalizados a lo largo de los últimos cinco años por un equipo de expertos formado por seis personas. Sin embargo, según indican desde el IEG, aún queda más del 50% de los informes por tratar.
Fuentes de la Diputación Provincial indican que se trata de un proyecto enmarcado en un programa mayor sobre la recuperación del patrimonio documental de los jiennenses que está fuera de las fronteras de la provincia. En concreto, esta iniciativa consiste en la catalogación y digitalización de los expedientes del Archivo Militar Territorial II de Sevilla. De ahí que, entre los objetivos, esté la recuperación de estas “joyas” para los estudiosos. Según indican, los dos pilares en los que se sustenta esta labor son, por una parte, la conservación del material —ya que los documentos se mantienen en el papel original que hay que proteger—, y por otra, la digitalización de los legajos —gracias a las posibilidades que permiten las nuevas tecnologías desde las que se pueden crear copias y facilitar su acceso a los investigadores—.
Así, con la complicidad de los avances tecnológicos, los estudiosos de la historia ahorrarán en costes y tiempo a la hora de desplazarse hasta otras ciudades para hallar las piezas que les ayuden a conformar sus puzles.
Pero, sobre todo, será una gran ayuda para completar árboles genealógicos incompletos de jiennenses.
Y es que, según apuntan desde el IEG, son muchas las familias que desean recuperar su memoria histórica y que se muestran interesadas en poder acceder a esta base documental. En este sentido, hay que recordar que se trata de una de las medidas incluidas en la Ley de la Memoria Histórica. Aunque los profesionales que se encuentran inmersos en esta labor no se atreven a destacar un caso concreto, sí que son conscientes de la extraordinaria “sensibilidad” con la que hay que tratar cada expediente. Saben que son vidas que sufrieron múltiples vicisitudes tras el horror de una guerra que sembró muerte y miseria. Carpetas añejas, amarillentas, carcomidas por el pasar de los años y preñadas de tristes historias son recuperadas por el mimo de unas manos para mantener el testimonio de las consecuencias del conflicto español, concretamente en el pueblo jiennense.
Así, a lo largo del último lustro, el sistema de catalogación está indicado por los nombres y apellidos de cada persona encausada, así como su lugar de origen. “Primero se localizan los documentos y se digitalizan y, luego, en el IEG, se procesan y se catalogan”, explican fuentes del instituto, para matizar la labor de restauración que tienen que aplicar a la mayoría de los legajos.
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