dissabte, 9 de maig del 2015

Partida de Curuxás


https://www.diagonalperiodico.net/blogs/imanol/partida-curuxas.html


Por Imanol

                   Ramón Rodríguez Varela "Curuxás".
Ramón Rodríguez Varela “Curuxás”, confederal nacido en 1905 en el concejo coruñés de Toques, se echó al monte tras el triunfo de los fascistas en julio de 1936. A lo largo de su azarosa vida, fue jefe de partida y a temporadas se integró en las agrupaciones guerrilleras formadas por los comunistas. A lo largo de los años, por su partida pasaron variados guerrilleros, entre ellos podemos encontrar a Hilario Arroyo Medina “Medina”, José castro Veiga “Piloto”, José Díaz, Manuel Fernández Valle “Portafondón”, Benedicto fuentes Díaz, Celestino Horta, Avelino Méndez Suárez “Asturiano”, Lisardo Núñez, Guillermo Paredes Viñas “Guillermo da Canteira”, Abdón Telesforo Vázquez y José Vázquez Otero. 
        Manuel Fernández Valle "Portafondón".
  El 14 de abril de 1937, celebrando el aniversario de la proclamación de la república, y aprovechando que era día de pago en las minas de San Fix, donde había trabajado anteriormente, realiza su primer golpe y se lleva la soldada, dinamita, un winchester y municiones. Hay que decir, que por medio del hermano de Lisardo Núñez, sargento del ejercito franquista, recibió “Curuxás”, tanto durante la guerra civil, como una vez terminada esta, tanto información, como municiones, como bombas de mano.
  Desgraciadamente, “el Asturiano” empezó a emborracharse, a hacer ostentación de su pistola y lo que era peor, a acosar sexualmente a mujeres que encontraba, fue reprendido por sus compañeros, pero al no ceder en sus abusos y no atreverse a ajusticiarlo, fue denunciado a la guardia civil, que acabó con su vida el 24 de abril de 1939.
  El 27 de marzo de 1938, encontrándose Ramón en su casa familiar de San Xiao do Camiño, el lugar fue rodeado por guardias civiles y falangistas, consiguió abrirse camino lanzando bombas de mano y disparando. Los civiles siguieron visitando la casa, pero ya fuera gracias a avisos o a la suerte, no llegaron a dar con Ramón.
  El 27 de junio de 1941, nuevo intento de arrestar a “Curuxás” en su casa, y recordando viejos tiempos, lanza una bomba de mano, aunque esta vez no explota y sale disparando, hiriendo de gravedad al cabo Jesús Dacal Val, que moriría poco tiempo después.
El cabo Jesús Dacal Val, muerto por disparos de Curuxás.
  A lo largo de 1943 y 1944, se ha formado el grupo guerrillero del Alto Ulla, que a finales del 44 se integrará en la Agrupación Guerrillera de Galicia, con varios miembros del grupo Neira, “Curuxás” y alguno de sus compañeros. A finales del 44 atracan a varios feriantes que van o vuelven de la feria de mulas de Guimarei, resultando uno de ellos herido de bala. Poco tiempo después, mismo procedimiento en la feria de Santos de Monterroso. En septiembre de 1945 carta exigiendo un cuantioso pago a Alfonso de Xerés, destacado adinerado y derechista, pocos días después, atraco al también adinerado Manuel Agra Bran, a parte de dinero y joyas, le quitaron una escopeta. Poco después, en la aldea de Cabana, atraco al derechista Jesús Pacín, se llevan dinero, dos escopetas y una máquina de escribir.
  El 12 de octubre tenemos a “Curuxás” integrado en el grupo de “Marrofer”, que se encargaban de las zonas de Melide y el Alto Ulla, cuando dan muerte al párroco de Meire, Juan Penido Fernández “Mingacho”, también estaba Benedicto Fuentes Díaz. Poco después este grupo pasaría a estar mandado por el propio Benedicto, entre los integrantes, Evaristo Candela “o Noy”, Francisco Gómez Núñez “Trotsky”, Jesús Iglesias Escourido “Tizón”, Leonardo López Gómez “Trancas”y Domingo Villar Torres “Domingo de Cancela”. El día 2 de febrero de 1946, tuvieron un enfrentamiento con la guardia civil en las cercanías de la aldea de Ulloa, en la que murieron Benedicto Fuentes por parte guerrillera y el cura Francisco Salgado Agra, que en ese momento se hallaba en compañía de los civilones y resultando herido el número Félix Rodríguez Celeiro. A mediados de diciembre de ese mismo año, a bordo del Santa Teresa, parten hacia Francia un buen número de guerrilleros, consiguiendo tras varias aventuras llegar al país vecino sanos y salvos.
 
      Guerrilleros gallegos evadidos en el Santa Teresa.
  En el mes de marzo de 1947 atraco al vecino de Xerés Alfonso Viñas, en julio, amenaza al cura José Ramón Fraga Alonso, provocando el traslado del mismo. A mediados de 1951 en San Xiao do Camino, tiroteo sin consecuencias con una pareja de la guardia civil, acabando uno de los números ileso pero con varios agujeros de bala en el capote. Una sonada anécdota cuenta que en Vilouriz, mientras la guardia civil registraba la casa de Damián, en la que estaba escondido “Curuxás”, el guardia Jesús Furelos, tras subirse por una escalerilla y asomar la cabeza en un pequeño cuarto, se encontró con “el lacón”, que así llamaba Ramón Varela a su nueve largo, apuntándole entre los ojos, a lo que respondió con toda la tranquilidad que fue capaz de adoptar “aquí no hay nadie”.
        El guerrillero Benedicto Fuentes Díaz.
  “Curuxás” se valió durante una buena temporada, hasta principios de 1951, de mandar cartas a ciertos personajes adinerados, en las que exigía un préstamo de dinero a cambio de dejarlos en paz, hasta la llegada del sargento de la benemérita Juan Villena que acabo con su método mediante los carteros que conocían su letra y localizar a las víctimas. Después tuvo que ir personalmente a pedir los préstamos, como al cura Manuel Flores castro, a mediados de ese mismo año, o a Ricardo Quintás, siendo las cantidades recogidas de escasa cuantía, o volviéndose con las manos vacías, como tras sus amenazas al párroco Ricardo Vázquez o al tratante de ganado J.C.
  Acabó viviendo de la solidaridad de las gentes que lo conocían, lo que no impide a Ramón llevarse “sin pagar” dinero, comida y tabaco del estanco de Leboreiro el 5 de abril de 1951. Pese a su vida como huido y guerrillero, la noche que más miedo pasó, según testimonio de Primitivo Fernández, fue durante ese mismo año, mientras cambiaba de refugio por la noche, escuchando  gran barullo tras él, y creyendo que los civiles o falangistas habían dado con él, pega su espalda contra una piedra y se dispone a hacerles frente. Para su sorpresa, se encuentra con tres lobos, disparando sus pistolas, acaba con uno de ellos, mientras los otros dos consiguen esquivar los disparos. Para gran alivio suyo, cuando las dos pistolas están descargadas, los lobos dan media vuelta y se marchan.
 Ramón Chaves, Francisco Iglesias y Francisco Gómez.
  En 1953 dejamos de tener noticias de Ramón, y no se vuelve a saber nada de él hasta el 14 de mayo de 1967, día en el que fallece en casa de su amigo Ramiro Mosquera. Este, junto a Primitivo Fernández y otras personas que sabían de su presencia, lo vestirán, lo prepararán, pondrán su vieja pistola Astra de 1936 de nuevo en su pantalón, y por la noche, a través del monte, sobre un pequeño carro, lo llevarán hasta la aldea de Vilamor, donde lo dejarán al pie de un camino para que la guardia civil encuentre al día siguiente, el cuerpo sin vida del largamente perseguido “Curuxás”. Lo que no consiguieron civilones ni falangistas, ni siquiera sus temidos lobos, lo consiguió una vieja compañera de sus tiempos en la mina, la silicosis acabó con el último guerrillero gallego.
Cadáver de Ramón Rodríguez Varela "Curuxás", en 1967.
 
Fuentes: Curuxás. El guerrilleiro que non cazou Franco. (Carlos Parrado), O movemento libertario en Galiza. 1936-1976. (Dionisio Pereira y Eliseo Fernández), Maquis. (Secundino Serrano), A evasión guerrilleira no Santa Teresa. (Cibrao Ponte) y