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martes, 4 de agosto de 2015
No hay rincón de América, Europa o norte de África que no esté regado con sangre republicana de combatientes y exiliados españoles muertos. En Cuba, Venezuela, Colombia, Centro y Sudamérica, como exiliados revolucionarios; en Marruecos como leales asesinados por los golpistas; en Argelia como presos en los batallones de trabajadores del transahariano; en el sur de Francia como republicanos fallecidos en los precarios campos de internamiento de postguerra o como alguno de los 30.000 españoles de la Resistencia antinazi; en la liberación de París y del norte francés como soldados aliados de la Nueve; en Mauthausen, Dachau, Buchenwald y decenas de otros campos de concentración de Austria, Francia, Alemania y Polonia; en Berlín, en el Nido del Águila hitleriano de Berchtesgaden y en multitud de batallas y escaramuzas en Alemania; y en cien teatros de guerra dispersos de toda Europa del Este. Como los no tan míticos y sí muy reales 10.000 legionarios perdidos de Craso en el 50 a.C., decenas de miles de españoles de la diáspora republicana murieron por todo el planeta mientras defendían la Democracia o los hacían víctimas de sus convicciones izquierdistas. Mucho se conoce de los hispanos de Leclerc y relaciones y testimonios hay de nuestros coterráneos víctimas del exterminio nazi, pero poco se ha hablado de los españoles en Rusia. Los niños de la guerra no retornados, los pilotos de la República allí afincados y los exiliados voluntariamente expatriados --pintaban bastos en España-- se integraron mal que bien o bien que mal, en las estructuras sociales soviéticas, pero en esas estaban cuando Hitler traicionó el inmoral pacto con Stalin que les permitió repartirse Polonia y el 22 de junio de 1944 se adentró en Rusia. Comenzaba en ese momento la Gran Guerra Patria.
Notorio es que las naciones invasoras suelen adolecer del pecado de la suficiencia y el orgullo, mientras que los naturales de los pueblos invadidos postergan el paliar sus propias miserias para antes sobreponerse al ofensor que expolia su casa y viola su suelo y su espíritu. Lo sabemos bien en carne propia, de cuando nos opusimos al avanzado Napoleón y aupamos a nuestro pesar al nefasto Fernando el indeseado. Más de medio millón de españoles lo pagaron con sus vidas haciendo frente al corso en aquel inicio del XIX. Y lo supieron bien en Rusia, Bielorusia, Ucrania, Lituania, Letonia, Estonia, Georgia... La guerra relámpago hitleriana, la cruel impiedad nazi para con los civiles y la perseverante respuesta de los rusos y de los pueblos, que se prolongó durante cuatro interminables años convirtió a los supervivientes en agigantados héroes y a los 27 millones de soviéticos muertos en honrados mártires de la Santa Madre Rusia. Y entre esos 27 millones, hubo varios cientos de españoles. Muertos defendiendo Moscú en privilegiada posición de vanguardia de la línea que paró a Hitler frente al Kremlin, muertos en el épico cerco de Leningrado; muertos en la memorable, grandiosa y terrible batalla de Stalingrado que dio el giro al curso de la guerra y muertos como guerrilleros regulares y partisanos encubiertos tras las líneas enemigas. Muertos enPolonia, en Hungría, en Rumanía, en Checoslovaquia, en Yugoslavia y en toda Rusia, empotrados y diluidos en unidades soviéticas o componiendo batallones o escuadrillas con componentes mayoritariamente españoles.
Y allí, como héroes, murieron por Rusia, por la República española, por la Humanidad y contra el bárbaro nazismo: 70 antiguos "niños de la guerra" enla fábrica “Elektrosila” de Leningrado, el 90% de los 80 españoles combatientes presentados como voluntarios para defender rodeados de enemigos la cota 004 de Leningrado, haciendo frente durante días a los tanques que atacaban aquella tortura ciudad, entre ellos Félix José Allende Santa Cruz, Félix Ibáñez de Madrid, José González Brida de Grado, María Luisa Loche Rosal, Anselmo Sepúlveda García; pero también en Stalingrado, los aviadores Sepúlveda y “Popeye”; y en el Cáucaso, los pilotos Nájera y Sarauza; y Pallarés, en Crimea; y Fernández Villalón en Ucrania; Morales, en Grozny... Y decenas de españoles muertos en marzo de 1943 como parte de grupos guerrilleros estables en la retaguardia nazi, dirigidos por el catalán José Fusimaña, muerto también; y el mecánico y especialista en reparación de armas, Rivas; Antonio Blanco, que había llegado voluntario a su 22 años y que pereció en el verano de 1942; y Francisco Gullón, Ángel Alberca, Pedro Podadle, Benito Ustarroz, haciendo vuelos de reconocimiento y minando las vías de comunicación de la filohitleriana División Azul.
Guerrilleros españoles del Ejército Rojo soviético. Operaban desde lo más profundo de las retaguardias enemigas. Muchos de ellos resultaron muertos
Los niños de la guerra en 1937, hermanos Armando y Héctor Viadiú, caídos en el frente de Leningrado en 1941
Francisco Gullón, capitán de guerrilleros en la región del Vóljov, fallecido en acción de guerra.
Justo López de la Fuente. Combatiente español en La Gran Guerra Patria, condecorado con la orden de la Bandera Roja. Fallecido en 1967 en una prisión franquista
Justo Rodríguez, caído en el Cáucaso en abril de 1943
También el comandante Manuel Belda --general de División en España--, enterrado en una fosa común en la orilla meridional del golfo de Taganrog; el minador e inventor Francisco Gaspar, que dirigía un grupo que actuaba en el territorio de Bielorrusia y las regiones de Smolensko y Kalinin; Juan Iglesias, que con su grupo voló en otoño de 1942 un convoy militar repleto de fascistas en el trayecto ferroviario Pólotsk-Nével; el maestro de geografía Leonardo García, muerto y aún recordado en los bosques de la región de Bryansk; el oficial de academia Boixo y los paracaidistas españoles muertos al caer sobre la retaguardia profunda del enemigo en el Cáucaso Septentrional, después de que los tártaros de un pueblo cercano avisaran a los alemanes, quienes cercaron en una playa a los españoles acabando con todos ellos; y Justo Rodríguez y Seijo García, que hicieron descarrilar tres trenes enemigos en marzo de 1943 cerca de la estación de Vladislávovka, en Crimea; y Alcalde, jefe de brigada en España, y Diego Pastor, comisario de división en El Escorial, liquidados con facilidad tras ser lanzados en paracaídas junto con otros muchos españoles al noroeste de Moscú entre nutridas unidades alemanas; y el también paracaidista Feijóo, que sin saber nadar, en misión nocturna se arrojó del avión antes de tiempo, cuando dieron la voz de “preparados” y el avión volaba aún sobre el mar.
José Fusimaña, guerrillero español caído el 12.03.1943 en acción de guerra en Shúbino (Crimea), junto a Boixó y otros españoles
María Pardina, madrileña de Cuatro Caminos, enfermera del Ejército Rojo, heroína de guerra caída en el frente de Leningrado
Leonardo García Cámara. Falleció en 1943 en acción de guerra en Briansk mandando una unidad de guerrilleros españoles
Alfonso García Martín, aviador madrileño y as de la aviación soviética, caído en combate en el último día de la guerra en Europa, el 8 de mayo, en el cielo de Praga
Y Fábregas, jefe de operaciones del EPR en el Ebro, muerto en el Cáucaso; yel capitán de artillería Santiago de Paul Nelken, hijo de Margarita Nelken, muerto al pisar su jeep una mina durante un combate en Berlín mientras cañoneaba el Reichstag; el teniente de infantería e hijo de Dolores Ibarruri, Rubén Ruiz Ibárruri, muerto en una escaramuza; el teniente de ingenieros Enrique Escudero en plena batalla; Alberdi, también oficial; la enfermera María Pardina, Orden de la Bandera Roja, que pereció después de haber salvado a cientos de combatientes en Leningrado; el aviador madrileño Alfonso García Martín, el cual tras combatir en los frentes de Vorónezh, Stalingrado, Kursk, etc, cayó en combate en el último día de la guerra en Europa, el 8 de mayo, en el cielo de Praga; el también as de la aviación Carlos Aguirre, con 271 combates aéreos, derribado durante la toma de Berlín; Manuel Martínez, que cayó el 1 de marzo entrando en Poznan; José María Guerrero, caído en Stettin; Américo Brizuela y Facundo López, caídos entre los guerrilleros yugoslavos; Segundo Moreno, muerto en un bombardeo junto a Brno, en Checoslovaquia)...
El capitán Rubén Ruiz Ibárruri con su madre, Dolores Ibárruri, en los alrededores de Moscú
Américo Brizuela, héroe guerrillero, caído durante la lucha por la liberación de Yugoslavia
Facundo López, caído, junto a Américo Brizuela, el 7 de marzo de 1945 en una acción de los guerrilleros yugoslavos contra los nazis alemanes cerca de Pernice
Armando Vela. Cayó combatiendo en la defensa de Leningrado en 1941
Unos 210 fueron los españoles que murieron defendiendo a Rusia y a la Humanidad del nazismo. Uno fue nombrado Héroe de la Unión Soviética; dos fueron condecorados con la orden de Lenin; setenta, con órdenes de la Bandera Roja y la Estrella Roja; otros 650, con medallas al mérito militar en combate en las defensas de Leningrado y Moscú, la liberación de Varsovia y el sacrificado avance bélico por las llanuras y montañas de Polonía, Hungría, Rumanía, Yugoeslavia... Por todo el territorio de la antigua Unión Soviética hay monumentos que recuerdan su entrega, su compromiso y su sacrificio supremo. Mientras ellos dieron su vida por la Libertad, España los ha olvidado deliberadamente y el Ministerio de Defensa del Gobierno del Partido Popular, heredero ideológico y patrimonial de los que causaron nuestra propia hecatombe patria, emplea fondos, recursos, tiempo y personas en exhumar e identificar restos de soldados españoles invasores de Rusia, miembros de la pronazi División Azul.
Tumba de Rubén Ruiz Ibárruri en Stalingrado, Héroe de la Unión Soviética. Fuente: wikipedia
Muchos de los datos más concretos y casi todas las fotografías de esta entrada proceden del exhaustivo y profundo trabajo "La emigración española en la URSS. Historiografía y Fuentes", de A.V. Elpátievsky. Los videos han sido tomados de youtube. La foto en color, de la wiki. Otros datos menos precisos, de diversas fuentes.
Notorio es que las naciones invasoras suelen adolecer del pecado de la suficiencia y el orgullo, mientras que los naturales de los pueblos invadidos postergan el paliar sus propias miserias para antes sobreponerse al ofensor que expolia su casa y viola su suelo y su espíritu. Lo sabemos bien en carne propia, de cuando nos opusimos al avanzado Napoleón y aupamos a nuestro pesar al nefasto Fernando el indeseado. Más de medio millón de españoles lo pagaron con sus vidas haciendo frente al corso en aquel inicio del XIX. Y lo supieron bien en Rusia, Bielorusia, Ucrania, Lituania, Letonia, Estonia, Georgia... La guerra relámpago hitleriana, la cruel impiedad nazi para con los civiles y la perseverante respuesta de los rusos y de los pueblos, que se prolongó durante cuatro interminables años convirtió a los supervivientes en agigantados héroes y a los 27 millones de soviéticos muertos en honrados mártires de la Santa Madre Rusia. Y entre esos 27 millones, hubo varios cientos de españoles. Muertos defendiendo Moscú en privilegiada posición de vanguardia de la línea que paró a Hitler frente al Kremlin, muertos en el épico cerco de Leningrado; muertos en la memorable, grandiosa y terrible batalla de Stalingrado que dio el giro al curso de la guerra y muertos como guerrilleros regulares y partisanos encubiertos tras las líneas enemigas. Muertos enPolonia, en Hungría, en Rumanía, en Checoslovaquia, en Yugoslavia y en toda Rusia, empotrados y diluidos en unidades soviéticas o componiendo batallones o escuadrillas con componentes mayoritariamente españoles.
Y allí, como héroes, murieron por Rusia, por la República española, por la Humanidad y contra el bárbaro nazismo: 70 antiguos "niños de la guerra" enla fábrica “Elektrosila” de Leningrado, el 90% de los 80 españoles combatientes presentados como voluntarios para defender rodeados de enemigos la cota 004 de Leningrado, haciendo frente durante días a los tanques que atacaban aquella tortura ciudad, entre ellos Félix José Allende Santa Cruz, Félix Ibáñez de Madrid, José González Brida de Grado, María Luisa Loche Rosal, Anselmo Sepúlveda García; pero también en Stalingrado, los aviadores Sepúlveda y “Popeye”; y en el Cáucaso, los pilotos Nájera y Sarauza; y Pallarés, en Crimea; y Fernández Villalón en Ucrania; Morales, en Grozny... Y decenas de españoles muertos en marzo de 1943 como parte de grupos guerrilleros estables en la retaguardia nazi, dirigidos por el catalán José Fusimaña, muerto también; y el mecánico y especialista en reparación de armas, Rivas; Antonio Blanco, que había llegado voluntario a su 22 años y que pereció en el verano de 1942; y Francisco Gullón, Ángel Alberca, Pedro Podadle, Benito Ustarroz, haciendo vuelos de reconocimiento y minando las vías de comunicación de la filohitleriana División Azul.
Guerrilleros españoles del Ejército Rojo soviético. Operaban desde lo más profundo de las retaguardias enemigas. Muchos de ellos resultaron muertos
Los niños de la guerra en 1937, hermanos Armando y Héctor Viadiú, caídos en el frente de Leningrado en 1941
Francisco Gullón, capitán de guerrilleros en la región del Vóljov, fallecido en acción de guerra.
Justo López de la Fuente. Combatiente español en La Gran Guerra Patria, condecorado con la orden de la Bandera Roja. Fallecido en 1967 en una prisión franquista
Justo Rodríguez, caído en el Cáucaso en abril de 1943
También el comandante Manuel Belda --general de División en España--, enterrado en una fosa común en la orilla meridional del golfo de Taganrog; el minador e inventor Francisco Gaspar, que dirigía un grupo que actuaba en el territorio de Bielorrusia y las regiones de Smolensko y Kalinin; Juan Iglesias, que con su grupo voló en otoño de 1942 un convoy militar repleto de fascistas en el trayecto ferroviario Pólotsk-Nével; el maestro de geografía Leonardo García, muerto y aún recordado en los bosques de la región de Bryansk; el oficial de academia Boixo y los paracaidistas españoles muertos al caer sobre la retaguardia profunda del enemigo en el Cáucaso Septentrional, después de que los tártaros de un pueblo cercano avisaran a los alemanes, quienes cercaron en una playa a los españoles acabando con todos ellos; y Justo Rodríguez y Seijo García, que hicieron descarrilar tres trenes enemigos en marzo de 1943 cerca de la estación de Vladislávovka, en Crimea; y Alcalde, jefe de brigada en España, y Diego Pastor, comisario de división en El Escorial, liquidados con facilidad tras ser lanzados en paracaídas junto con otros muchos españoles al noroeste de Moscú entre nutridas unidades alemanas; y el también paracaidista Feijóo, que sin saber nadar, en misión nocturna se arrojó del avión antes de tiempo, cuando dieron la voz de “preparados” y el avión volaba aún sobre el mar.
José Fusimaña, guerrillero español caído el 12.03.1943 en acción de guerra en Shúbino (Crimea), junto a Boixó y otros españoles
María Pardina, madrileña de Cuatro Caminos, enfermera del Ejército Rojo, heroína de guerra caída en el frente de Leningrado
Leonardo García Cámara. Falleció en 1943 en acción de guerra en Briansk mandando una unidad de guerrilleros españoles
Alfonso García Martín, aviador madrileño y as de la aviación soviética, caído en combate en el último día de la guerra en Europa, el 8 de mayo, en el cielo de Praga
Y Fábregas, jefe de operaciones del EPR en el Ebro, muerto en el Cáucaso; yel capitán de artillería Santiago de Paul Nelken, hijo de Margarita Nelken, muerto al pisar su jeep una mina durante un combate en Berlín mientras cañoneaba el Reichstag; el teniente de infantería e hijo de Dolores Ibarruri, Rubén Ruiz Ibárruri, muerto en una escaramuza; el teniente de ingenieros Enrique Escudero en plena batalla; Alberdi, también oficial; la enfermera María Pardina, Orden de la Bandera Roja, que pereció después de haber salvado a cientos de combatientes en Leningrado; el aviador madrileño Alfonso García Martín, el cual tras combatir en los frentes de Vorónezh, Stalingrado, Kursk, etc, cayó en combate en el último día de la guerra en Europa, el 8 de mayo, en el cielo de Praga; el también as de la aviación Carlos Aguirre, con 271 combates aéreos, derribado durante la toma de Berlín; Manuel Martínez, que cayó el 1 de marzo entrando en Poznan; José María Guerrero, caído en Stettin; Américo Brizuela y Facundo López, caídos entre los guerrilleros yugoslavos; Segundo Moreno, muerto en un bombardeo junto a Brno, en Checoslovaquia)...
Santiago de Paul Nelken, hijo de Margarita Nelken, capitán del Ejército Rojo, caído durante el asalto al Reichstag en Berlín en mayo de 1945
Américo Brizuela, héroe guerrillero, caído durante la lucha por la liberación de Yugoslavia
Facundo López, caído, junto a Américo Brizuela, el 7 de marzo de 1945 en una acción de los guerrilleros yugoslavos contra los nazis alemanes cerca de Pernice
Armando Vela. Cayó combatiendo en la defensa de Leningrado en 1941
Unos 210 fueron los españoles que murieron defendiendo a Rusia y a la Humanidad del nazismo. Uno fue nombrado Héroe de la Unión Soviética; dos fueron condecorados con la orden de Lenin; setenta, con órdenes de la Bandera Roja y la Estrella Roja; otros 650, con medallas al mérito militar en combate en las defensas de Leningrado y Moscú, la liberación de Varsovia y el sacrificado avance bélico por las llanuras y montañas de Polonía, Hungría, Rumanía, Yugoeslavia... Por todo el territorio de la antigua Unión Soviética hay monumentos que recuerdan su entrega, su compromiso y su sacrificio supremo. Mientras ellos dieron su vida por la Libertad, España los ha olvidado deliberadamente y el Ministerio de Defensa del Gobierno del Partido Popular, heredero ideológico y patrimonial de los que causaron nuestra propia hecatombe patria, emplea fondos, recursos, tiempo y personas en exhumar e identificar restos de soldados españoles invasores de Rusia, miembros de la pronazi División Azul.
Tumba de Rubén Ruiz Ibárruri en Stalingrado, Héroe de la Unión Soviética. Fuente: wikipedia
Muchos de los datos más concretos y casi todas las fotografías de esta entrada proceden del exhaustivo y profundo trabajo "La emigración española en la URSS. Historiografía y Fuentes", de A.V. Elpátievsky. Los videos han sido tomados de youtube. La foto en color, de la wiki. Otros datos menos precisos, de diversas fuentes.
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