dimecres, 5 d’agost del 2015

Uno de los dos brigadistas internacionales que todavía viven visita la antigua cárcel Modelo de València.


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Los últimos ojos de la memoria histórica

  • Uno de los dos brigadistas internacionales que todavía viven visita la cárcel Modelo

  • La prisión alberga hoy las oficinas de la Conselleria de Gobernación y Justicia

  • José Almudéver, de 96 años, vivió allí desde palizas a compañeros a fusilamientos

José Almudever Mateu posa con la bandera republicana en el edificio...
José Almudever Mateu posa con la bandera republicana en el edificio en el que se encontraba su celda. MAO
     
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El refranero popular dice que «más vale lápiz corto que memoria larga». En el caso de José Almudéver Mateu no es así, poco le habría servido un lapicero a la hora de defender la libertad desde el bando republicano.
José es uno de los dos últimos brigadistas internacionales vivos de los 45.000 que participaron durante la Guerra Civil para luchar con la República Española. Este superviviente nació en Francia pero al poco sus padres se trasladaron a Alcàsser, por lo que su doble nacionalidad fue la condición que le permitió alistarse en la Brigada Internacional para defender la libertad del país.
Los 96 años recién cumplidos de Almudéver no impidieron que visitara ayer la Conselleria de Gobernación y Justicia, antigua Cárcel Modelo donde estuvo detenido entre 1940 y 1942. Su avanzada edad hace que le tiemble el pulso pero no la voz. No duda al señalar a Franco como un «criminal» mientras recorre el que en su día fue el patio en el que fusilaron a tantos republicanos.
La emoción y la tristeza inundan su rostro al recordar todo lo que sus ojos han visto. Desde palizas a compañeros a fusilamientos hasta tratos preferentes a aquellos que practicaban la esgrima (deporte favorito del director de la Modelo), sin olvidar el contrabando de droga o de comida que existía en la prisión.
Ningún detalle, nombre o fecha se le escapa a este veterano de la Guerra Civil. Es más, recuerda a la perfección cómo el 4 de agosto del 38 habló con las autoridades francesas para volver a Valenciay defender la República.
Defenderla, la defendió; y, en la misma fecha, 77 años después, volvería a visitar las instalaciones en las que acabaría recluso al final del conflicto bélico.
Las paredes blancas, ahora convertidas en oficinas administrativas, contrastan con la oscuridad de las celdas de no más de seis metros cuadrados en los que llegaron a convivir hasta diecisiete reclusoscomo José.
En este encuentro el superviviente ha podido «experimentar y recordar aquellos años en los que este país sucumbió a la sinrazón», ha explicado la Consellera de Justicia, Reformas Democráticas y Libertades Públicas de la Generalitat, Gabriela Bravo, quien acompañó al antiguo miembro de las Brigadas Internacionales en su paseo por el edificio institucional.

Historia viva

Ejemplo de historia viva, el valiente vecino de Alcàsser ha escrito recientemente sus memorias, tituladas 'El pacto de no intervención. Pobre República', con la ayuda de uno de sus familiares, Paco Mateu.
El texto deja constancia de las experiencias de José como soldado extranjero y sirve como homenaje a todos aquellos que perdieron su vida para luchar por la libertad. Un homenaje que también servirá para mantener vivos sus recuerdos y evitar que se desvanezcan.