dissabte, 29 d’octubre del 2016

Los colores del horror.

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Publicado: 27.10.2016 17:33 |Actualizado: 28.10.2016 07:00


La película documental ‘España en dos trincheras. La Guerra Civil en color”, de Luis Carrizo y Francesc Escribano, narra los hechos del conflicto con valioso material cinematográfico de la época, digitalizado y coloreado, y con algunas fotografías y recortes de prensa.


Un instante de 'España en dos trincheras'.

MADRID.- En plena Guerra Civil, el general Gonzalo de Aguilera, portavoz de Mola, declaró con ferocidad e inquina a un periodista norteamericano: “Tenemos que matar, matar y matar. Son como animales”. Son las palabras que seguramente mejor definen el objetivo inmediato que se marcó el bando nacional en el conflicto y que describen el horror que significó. Una tragedia de casi mil días, despiadada y atroz, a la que siguió una salvaje y larguísima dictadura, y de la que 80 años después —en los que no se han rendido debidamente las cuentas y en los que se ha jugado peligrosa e irresponsablemente con nuestra memoria— los más jóvenes apenas saben nada. Para ellos muy especialmente, aunque con vocación universal, es la película documental que han hecho Francesc Escribano y Luis Carrizo, con guion de Manel Lucas, España en dos trincheras. La Guerra Civil en color.

Un equipo de más de cincuenta personas ha revisado 90 kilómetros de negativo —más de 1.000 latas de 35 mm.— perteneciente a Filmoteca Nacional, que posee el 90% del material que existe en el mundo sobre la Guerra Civil. “Desmontamos el material, reportajes de la época, reportajes propagandísticos, noticiarios… y lo remontamos, porque se había utilizado por ambos bandos para unos fines u otros”, dice Luis Carrizo, quien explica que, tras digitalizar en 4K los originales elegidos, se colorearon y posteriormente se animaron.

“Es una película interesante en este momento de España, porque 80 años después se tenía que haber asimilado y no ha sido así, aún se mantiene una retórica peligrosa. No creo que la situación sea ni de lejos parecida a la del 34 o la del 36, pero hoy sigue latiendo una retórica de rojos y fachas que es muy nociva. Deberíamos saber revisar la guerra sin esos tintes”, opina el codirector, que quiere subrayar que “lo del color es lo de menos en el sentido narrativo, pero lo hace más contemporáneo al público joven. La idea era mantener la tensión dramática y contar con hechos lo que ocurrió en la guerra y que se entendiera”.

Los episodios más truculentos

Los hechos hablan por sí mismos. Naturalmente, en esta película se mencionan los tan ‘manoseados’ episodios de Paracuellos y sus víctimas, pero junto a ellos están el alzamiento inicial que provocó todas las matanzas, los 194 bombardeos que padeció Barcelona por parte de los amigos italianos de Franco, los 30.000 muertos de la batalla del Ebro, las masacres ocasionadas por la Legión Cóndor en Durango y en Guernica, los sufrimientos en los campos de refugiados franceses, el cruel y agotador asedio a Madrid, los miles de niños que tuvieron que marchar a Rusia, los más de 1.000 republicanos asesinados en la Plaza de Toros de Badajoz…

“Había muchos momentos importantes de los que no había nada, como del propio alzamiento, del golpe de Estado. Tampoco hay material de película de los episodios más truculentos, porque intentaron silenciarlos. Para ellos hemos empleado fotografías o prensa, que aporta otra capa iconográfica. Por otro lado, sí hay algunas cosas muy delicadas que se han visto poco porque no ha habido muchos que quisieran utilizarlas antes”, afirma Luis Carrizo refiriéndose a las desoladoras imágenes de niños muertos, de soldados abatidos en las trincheras, de civiles víctimas de las bombas…
Los colores del horror

"Coloreadas, el doble de horribles"

“Evitamos imágenes especialmente truculentas porque si las coloreábamos sabíamos que iban a resultar el doble de horribles. Esta no es una guerra en la que la épica sea importante, esta guerra es una tragedia”, añade el director, autor con esta película de una obra con muchas posibilidades didácticas que, hasta cierto punto, para los que han aprendido la Guerra Civil en los colegios franquistas, es casi ‘revolucionaria’.

“Lo paradójicamente revolucionario —dice Carrizo— es que a estas alturas nadie se hubiera enfrentado desde la distancia mínima a la guerra para hacer un documental que no resultara panfletario. Eso me sorprende a nivel cultural. Era necesario volver a contar esta historia”. Un relato que, a pesar del trabajo de investigación y de la ausencia de juicios sobre los hechos, va a recibir, como ya auguran sus directores, críticas probablemente bastante ácidas. “Lo sabemos, pero también sabemos de dónde van a venir. Confiamos en que vendrán de los extremos. Me gustaría que los espectadores no estuvieran contaminados y pudieran juzgar desde los hechos”.

Un acuerdo en beneficio mutuo

‘España en dos trincheras. La Guerra Civil en color’ es una producción de Minoría Absoluta para estrenar en cines y que se exhibirá en televisión en el canal DMAX en formato de serie documental de tres entregas de una hora cada una. La película ha contado con la ayuda del departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya, pero sobre todo se ha hecho posible gracias a Filmoteca Española y al material que posee. “Ha sido un acuerdo en beneficio mutuo, porque desde el principio todos teníamos en mente el objetivo de preservar los materiales. El celuloide tiene una vida y este, después de 80 años, estaba bastante castigado”.
"El celuloide tiene una vida y este, después de 80 años, estaba bastante castigado"
Así, tras un año y medio de trabajo, más de 2.200 horas de edición, con 30.000 planos seleccionados y más de 150.000 fotogramas coloreados (ocho meses de trabajo en el proceso del color), la película se ha terminado. “Teníamos muy claro que nosotros debíamos partir del negativo. Después de evaluar el estado de la película, hicimos un escáner a 4K. Limpiamos y restauramos, pero intentando preservar la identidad de la materia cinematográfica, manteniendo sus velados, sus imperfecciones… Luego dábamos color a cada documento y finalmente lo animábamos. Hemos rotoscopiado (técnica antigua de animación) cada plano para crear algo nuevo. La idea es que esto sirva de herramienta para que las nuevas generaciones empiecen a entender qué pasó y qué pasa ahora, porque la historia es un continuo y mucho de lo que pasa hoy es resultado de aquello que ocurrió entonces”.