http://guerraenlauniversidad.blogspot.com.es/2016/10/batallones-en-el-monte-de-san-pedro-el.html
domingo, 23 de octubre de 2016
domingo, 23 de octubre de 2016
Batallones en el monte de San Pedro: el batallón Araba (I)
Sección de la compañía Elizalde del Batallón Araba. Tarde del 20 de febrero de 1937.
El batallón Araba, nombre que hace clara alusión al origen de los componentes de éste, estaba bajo la disciplina del PNV y estaba adscrito al Eusko Gudarostea con el número 2, ocupando el número 14 en el Ejército de Euzkadi. Respecto al batallón existe mucha información disponible gracias al extraordinario trabajo etnográfico elaborado por Koldo Azkue sobre el frente alavés, publicado en su libro Araba, Oi Araba!. Este libro viene a convertirse en la “biblia memorística” del batallón Araba pues en él se recogen numerosos testimonios de los componentes del batallón, personas que eran entonces muy ancianas y que por causas naturales ya no pueden ofrecérnoslo.
Durante la jornada del golpe militar del 18 de julio de 1936 en el Valle de Ayala, pero sobre todo en los días posteriores, mientras una parte importante de la población cruzaba monte a través hasta alcanzar la ansiada “zona sublevada”, otros, especialmente los más jóvenes y de ideología nacionalista, se afanaban en organizarse y armarse para enfrentarse a las tropas rebeldes que desde Vitoria avanzaban. Los rebeldes en Vitoria “aguaban” la fiesta, a pesar que ellos con esta fecha harían otra, como bien nos lo cuenta Víctor Villanueva: “Cuando estalló la guerra, el 18 de Julio, bajábamos nosotros de Santa Marina, de la romería de Zuaza y nos dijeron: “Sí, sí, bajáis contentos, pero me parece que no se…” (Azkue, 2006: 105).
Mal armados, como atestigua Manuel de Ibarrola Pagazaurtundua: “no había más que cuatro fusiles Mauser que les cogimos a la Guardia Civil, mejor dicho, nos las dieron, porque se entregó la Guardia Civil de Laudio. (…) La gente utilizaba tubos de fontanería, les metían cartuchos de dinamita, le daban fuego a la mecha y los tiraban por la ventana…” (Azkue, 2006: 135-136), y peor organizados, según el testimonio de Juan José Usategi Olamendi: “Entonces no éramos tampoco activistas que tal… pero no nos dejábamos llevar por nadie. Luego ya fuimos a Amurrio. En Amurrio empezó a formarse algo.” (Azkue, 2006: 104), los jóvenes nacionalistas y socialistas se enfrentaban a los rebeldes. A pesar de todo, se entiende que en aquéllas circunstancias el no tener claro qué estaba ocurriendo fue algo normal, las nuevas circunstancias alteraban por completo la vida diaria de aquéllas personas, aunque sea en la recogida de la patata en Araba como nos cuenta el gudari Jesús Zulueta Bordegaray: “Matías. Que tena fastidiado el hijo a sallarle patatas (sic). Y dice: “Que si guerra que si no se qué, no andan los trenes, hay jaleo”. (…) Quedamos en juntarnos todos a la tarde para sallarle el maíz.” (Azkue, 2006: 105).
Ikurriña del Batallón Araba (Fuente: Koldo Azkue).
Siguiendo con el testimonio de Juan José Usategi, éste explicaba que “Enseguida se empezó a formar en Amurrio, que si Batallón que si tal, pero tardamos un poco” (Azkue, 2006: 136). Efectivamente, entre tal y pascual, un numeroso grupo de jóvenes nacionalistas de Amurrio y Lezama, en número de 50, acudían los domingos y festivos del mes de agosto a Arrankudiaga para recibir instrucción militar por Ramón de Azkue y José Dúo, instrucción que se llevó a cabo de manera rudimentaria con palos a modo de fusil y alguna escopeta de caza, pues carecían de fusiles, constituyendo la base de la base de nuestro futuro batallón.
El grupo de jóvenes nacionalistas arriba mencionado conformó a principios de septiembre la 1ª compañía, denominada Estabillo, en la finca Sagarrate de Okondo propiedad de la familia Artiñano. Mientras el día 8 de septiembre llegaron los de Amurrio y Lezama, al día siguiente los jóvenes de Orduña, y al otro los de Artziniega. Después se incorporaron los de Arrakudiaga y el Alto Nervión. El jefe militar de esta composición fue el capitán Antonio San Martín Ugalde, maestro amurriano que tenía cierta experiencia militar pues había sido suboficial mientras cumplía su servicio militar en Marruecos. El coadjuntor de Amurrio, Julio Ugarte, fue el capellán de la compañía a petición del propio capitán.
Sobre la jornada del 28 de septiembre nos cuenta el gudari Ezequiel Gauna Ugarte lo siguiente: “Cuando estábamos en Okondo la Compañía Estabillo, nos llevaron a Sodupe, andando y de allí, en tren, nos llevaron a Bilbao, a Garellano, donde nos dieron unos fusiles nuevos llenos de grasa que tuvimos que limpiar. De regreso, íbamos desfilando por la Gran Vía (…) Nos llevaron después al Patronato de Iturribide donde nos dieron de comer, me acuerdo, un par de huevos duros y pan, de eso me acuerdo.” (Azkue, 2006: 136-137). Tras volver a la finca de Okondo algunos de ellos los trasladaron a la finca de Beotegi, junto a Menagarai, para poder hacer sitio en el cuartel de Okondo a los nuevos voluntarios alaveses que llegaban a enrolarse. Así según testimonio del último “La segunda Compañía, la Aiala, se formó con la gente que se escapaba de Vitoria y de por ahí; se escapaban por los Huertos y por el Berretin. José Luis Arenaza, que fue de la Sección de Enlaces y que era campeón de España del tiro al plato, se pasó por Murgia con Irala, el padre de éste que es ahora Presidente de la BBK.” (Azkue, 2006: 167).
Continuará.
Post by Xabier Herrero Acosta (proyecto monte de San Pedro 1936-1937).
Etiquetas: documentos, entrevistas, Historia, historia oral, País Vasco, Trincheras
Batallones en el monte de San Pedro: el batallón Araba (y II)
Victoriano de Yarritu Etxebarria, Teniente de Compañía de Amteralladoras
posando con una Lewis (Fuente. Koldo Azkue).
El 20 de octubre la 1ª y 2ª Compañía marchan al frente. La 1ª Compañía se situaba en el frente de Markina, concretamente en Akarregi, y su cuartel radicó en un convento de carmelitas. Tras oír misa parroquial, la compañía subió al monte antes del amanecer, en silencio, pues constituía su bautismo de sangre. En Akarregi se sufrió la primera baja leve, Juan Ángel Velasco, pero el fracaso de la ofensiva planeada les llevó a cubrir posiciones en el sector. Fue trasladada de nuevo a reforzar el frente en Asterrika, sobre Ondarru, en poder del enemigo ya. Terminó su actividad en este frente tras ser sustituida por otra unidad nacionalista vasca y regresó a Araba. La 2ª compañía fue enviada al frente de Kanpanza, salvo unos pocos voluntarios que fueron a Asterrika para reforzar la Estabillo.
Mientras las 1ª y 2ª compañías se mantienen en Asterrika y Kanpanza respectivamente, se constituyeron las otras dos compañías. Con la llegada de más jóvenes, no voluntarios pero sí llamados por quintas, se formaron la 3ª compañía Elizalde y 4ª compañía Alaitza. La 4ª compañía empleó para su instrucción el cuartel de Lamuza en Laudio, palacio que acogió a todo el batallón, lo mismo que el balneario de La Muera en Orduña. Terminada la instrucción militar de las últimas dos compañías fueron enviadas al frente de Otxandiano, hasta su traslado al Palacio de Lamuza en Laudio.
Ante la ofensiva de Villareal, en diciembre se decidió la constitución del batallón Arabaen base a las cuatro compañías ya constituidas. No se consideró oportuno retirar del frente de Otxandiano las dos compañías referenciadas. A la 1ª y 2ª compañías se le añaden provisionalmente dos procedentes de las Encartaciones, la Gueñes y la Kolitza, del batallón Avellaneda, además de una compañía de ametralladoras bilbaína denominada Euzko-Gaztedi. Todas estas compañías se concentraron en el cuartel de Lamuza y fueron puestas bajo el mando del entonces comandante Antonio San Martín.
El 25 de noviembre participó en un desfile por la Gran Vía bilbaína. Tres días después el ya constituido batallón Araba salió en autobuses de Laudio dirección a Ubidea, pero ante el temporal que azotaba fueron bajados hasta Castillo-Elejabeitia y se acuartelaron en el Seminario de Artea. La noche del día 30 de noviembre los capellanes de las compañías 1ª y 2ª, Eugenio Rodríguez y Julio Ugarte, celebraron una misa como preparación para el combate. El día 1 de diciembre el batallón Araba fue trasladado nuevamente a Ubidea, donde ya estuvo el día 30 del pasado, lanzándose al ataque de Villareal junto a los batallones Intxarkundia y una sección delIrrintzi. Durante este ataque cayó herido el comandante del batallón y otros gudaris resultaban muertos o heridos. Víctor Villanueva nos cuenta. Durante la jornada el batallón consolidó las posiciones ganadas por la mañana y esperaron una nueva reorganización tras quedarse sin mandos. Sin embargo, en la batalla de Villareal se toparon con la realidad de la guerra para un soldado: muerte de compañeros, alcohol, buena alimentación del soldado y, en general, malas condiciones: “Allí mataron a los dos mejores amigos que tenía yo, los dos de Amurrio: a José Mari Urrutia y a Juan Lemoniz. (…) Fue la única ocasión, aparte de la retirada, en que comíamos en frío. (…) Durante la campaña bebíamos vino, hasta que se terminó y también saltaparapetos, que era lo que sostenía la moral, aunque algunos se aprovechaban bien del saltaparapetos.” (Azkue, 2006: 198-199).
El día 13 de diciembre el batallón Araba fue relevado y trasladado a Bilbao para su descanso. Con su llegada al cuartel de Lamuza, donde se les unió las compañías 3ª y 4ª, se creó una compañía de ametralladoras con ocho máquinas “Lewis” bautizada con el nombre del amurriano Jose María Urrutia caído en Villareal, amigo de Ezequiel Gauna que nos brindaba el testimonio anterior sobre los combates en ésta. Además de las cuatro compañías el batallón contó con una Sección de Enlaces y Transmisiones que recibió el nombre del segundo caído del Batallón, Juan Lemoniz Regina, con el teniente Arcadio de la Torre Iglesias al frente. Una Sección Mixta de Dinamiteros, Granaderos y Zapadores completó, junto a una de Servicios Auxiliares y de Servicios Mecánicos, la plantilla del batallón Araba.
Miguel Loizaga, Teniente Calixto Loizaga y el Capitán Marcos Orueta
en el monte San Pedro (Fuente. Koldo Azkue).
El 23 de diciembre dos compañías y una sección de ametralladoras marchaban a Orduña para relevar al batallón Itxasalde. El 29 de diciembre pasó todo el batallón al frente de Orduña, instalándose en el balneario de La Muera. El batallón relevaba a los batallones Amayur,Intxarkundia e Itxasalde que habían sufrido numerosas bajas tras reconquistar la posición de San Pedro. Estando desplegadas las compañías Elizalde y Alaitza en San Pedro y en “Las Minas”, cubriendo las compañías Estabillo y Ayala la localidad de Orduña, reciben el día 31 de diciembre un fuerte ataque de los rebeldes. Las posiciones de San Pedro y “Las Minas” también eran defendidas por el batallón Leandro Carro, acuartelado en el edificio de la Aduana en Orduña, junto a otras posiciones como la situada delante del cementerio de Aloria y las de carácter observatorio en diferentes lugares. Hasta marzo de 1937 no existen acciones ofensivas importantes, limitándose éstas a intercambios artilleros. Esto provocó que algunos de nuestros muchachos del Araba se dieran a la buena vida en un frente estable y sin mucha actividad, así lo atestigua Víctor Villanueva “En la Muera tuvimos un poco de jaleo con los mandos, porque estaban ellos de juerga, de jamada y a dos chicos del Batallón que llegaron un poco más tarde de la hora de Llodio, los querían meter en el calabozo. Dos chicos, además, muy formales.” (Azkue, 2006: 214).
El 26 de abril los batallones vascos pasaban a estructurase en brigadas y divisiones, es entonces cuando se creó la 5ª Brigada, conformada por el batallón Araba junto al Bakunin y elLeandro Carro. La brigada estaba a las órdenes de José Paneda Santaflorentina y quedó encuadrada en la IV División del Comandante Irezábal con su puesto de mando en Laudio.
Aunque para el 31 de marzo de 1937, fecha de la ofensiva, el batallón se mantenía lejos de los combates más violentos, el avance arrollador en Bizkaia de las tropas rebeldes obligó al alto mando tomar la decisión de mover la 5ª Brigada al frente norte. Con el traslado de las unidades de ésta el 11 de mayo de 1937 a la zona del Sollube terminaba el papel del batallónAraba sobre las posiciones de nuestro proyecto.
BIBILIOGRAFÍA
AZKUE, K. (2004): Araba, oi Araba!. La lucha en Araba por la libertad de Euskal Herria. s.l.: s.e.
TALÓN, V. (1988): Memoria de la guerra de Euzkadi. Barcelona: Plaza Janés.
URGOITIA, J.A. (ed.) (2001): Crónica de la Guerra Civil, de 1936-1937, en la Euzkadi peninsular. Ohiartzun: Sendoa.
“Luis Ruiz de Aguirre” (UPV/EHU)
Archivo Histórico de Euskadi
Hemeroteca Diputación de Bizkaia
Post by Xabier Herrero Acosta (proyecto monte de San Pedro 1936-1937).
Etiquetas: documentos, Historia, historia oral, País Vasco, Trincheras
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada