dilluns, 26 de gener del 2015

"Quiero que la jueza vea la cara de mi abuelo!"



"Quiero que la jueza vea la cara de mi abuelo!"
Con el objetivo de apoyar la querella contra el franquismo abierta en Argentina y denunciar los crímenes cometidos contra sus familiares, un grupo de hijos, nietos y bisnietos entregó el pasado viernes en el consulado argentino de Madrid pruebas de desapariciones forzadas cometidas en la posguerra.
Es el caso de los nietos y bisnieto de Eduardo Pérez Palomares, periodista del periódico Levante y teniente de alcalde en Tavernes de Valldigna (Valencia) por la Federación Anarquista Ibérica. Para documentar la denuncia, la familia de Pérez Palomares ha remitido a la jueza argentina María Servini, entre otros, sus dos ingresos en prisión -en Sueca y Valencia-, la orden de fusilamiento bajo "auditoría de guerra" y el expediente de una denuncia por robo interpuesta 19 meses después de su muerte.
"Parece que querían inventar los motivos de su muerte a posteriori, pero le mataron por su ideología; era una de esas personas peligrosas para el franquismo por ser un intelectual", puntualiza a Público Mario Estruch, fotógrafo y bisnieto de Pérez Palomares.
Además de la documentación, para Estruch cobra importancia enviar en el legajo una fotografía de su bisabuelo. "A veces se habla solo de nombres y números, pero quiero que la jueza vea su cara", aguarda.
Pérez Palomares fue fusilado un año después de la Guerra Civil en el cementerio de Paterna (Valencia), un lugar que alberga los restos de más de 2.200 republicanos ejecutados y arrojados a fosas comunes del camposanto. Gracias al Ateneo Republicano de Paterna, Estruch tiene localizada la zona exacta de la fosa de su bisabuelo.