La Voz de Ronda 11.07.2015
MEMORIA/OXI
El año de la hambre. Así es como llamábamos
al año 1941. La agresión nazi-franquista contra la república había dejado un
país arruinado. El fascismo había asesinado o encarcelado a los mejores hombres
y mujeres, a los mejores trabajadores, dejando a España diezmada por lo que el
hambre era la realidad de la mayor parte de la población. Sin embargo los
trenes pasaban cargados por la estación de Ronda con destino a Alemania con un
letrero que no dejaba dudas: “Excedentes de España para Alemania”. Mi padre me
lo recordó muchas veces. Mientras la gente de Ronda rebuscaba cualquier cosa
para comer y hasta algunos desesperados comieron hierba y murieron, otros iban
al cuartel por la parte de atrás por la calle San José por donde sacaban las
basuras y allí recogían las pocas sobras que podían o las granzas del café o
cebada. Eso lo he visto con mis propios ojos y lo tengo clavado en mi corazón.
Moría le gente de hambre y también de las
palizas que la guardia civil les daba por coger leña para calentarse, o bellotas
del suelo para poder comer algo, o robar una gallina, o cazar con lazos o luces
conejos o perdices para sobrevivir. Era o morir de hambre tú y tu familia o
arriesgarte a que la guardia civil te detuviera, te apaleara, te encerrara y en
algunos casos hasta te matara con un tiro en la barriga, que algún médico
fascista certificaría como muerte natural por peritonitis. El estado franquista
tenía intervenida la economía de Andalucía y fijaba los precios de los
productos agrícolas obligando a los campesinos a entregarle sus cosechas
creando una grandísima regresión con el hundimiento de la producción agrícola.
Me contaba un vecino de Gaucín que había oído que los asesores alemanes le
decían a los militares franquistas que no podían matar a tanta gente porque luego
no habría gente para trabajar. Y en esas estábamos. Unos muertos, otros en
cárceles, otros en campos de concentración, otros en Francia luchando en la
resistencia, otros en el norte de África.
Y el país entero muerto de hambre, mientras
las cosechas requisadas por la fuerza iban en trenes hacia Alemania con ese
infame letrero : “Excedentes de España para Alemania”. Y eso duró hasta 1945.
Porque entonces cambiaron las tornas y la euforia del maldito Franco y sus
secuaces por ser socios de Hitler, el amo del mundo, se transformó en
cagarrinas cuando los obreros-soldados rusos le dieron la puntilla al régimen
nazi tomando el Reichstag. Pero la liberación de Europa no supuso también la
liberación de España por aquella política de reparto de los bloques, quedando
nuestro país a merced del fascismo franquista vivoteando con el mercado negro,
el estraperlo y la corrupción generalizada a todos los niveles, siendo uno de
los rasgos más característicos aquello que se llamó el enchufismo. Que se llamó
y se sigue llamando. Porque esta corrupción generalizada del fascismo no acabó,
sino que se transformó, o mejor dicho cambió de caretas, y ya hemos visto la
corrupción de todos los colores y el enchufismo convertido en el arte de crear
plazas en organismo oficiales en el momento preciso en que el amigo o familiar
está en la cabeza de la lista. Ni antes ni después. Aunque antes hiciera falta
y luego no fuera necesario.
Hace unos días, mi amigo, compañero y
camarada M.Á. escribía sobre la universidad: “Doctores a los que se les deniega
la acreditación por carecer de experiencia docente, licenciados que llevan ya
años dando clases universitarias sin doctorado (incluso alguna con expediente
disciplinario abierto pero que no le impide ser aceptada en una Bolsa de Trabajo),
y una bolsa de trabajo para la que no se reúne la comisión evaluadora, con el
único objetivo de dejarla morir de inanición… circo de los horrores o balada
triste de trompeta…”
Y la trompeta ha sonado en forma de enchufe
en el hospital. Dice M.L. lo siguiente: “… la dirección es muy reacia a
realizar contratos de administrativos, solo cuando hay una gran presión acceden
a sacar alguno pero de auxiliar, que prácticamente realizan el mismo trabajo
pero con un sueldo menor. Pues bien, tras las elecciones municipales un
descolocado ex-concejal ha tenido la suerte de ser contratado en calidad de
administrativo… habiendo esperado a que la persona que estaba por encima en la
bolsa de trabajo con más méritos y puntuación se le ofreciera y aceptara un
contrato en el Hospital Regional Universitario de Málaga al 33% de jornada. Así
que el descolocado concejal fue colocado mediante esta nueva forma de enchufe
legal pero inmoral…”
Una zarza ardiente dice la leyenda bíblica
que fue la testigo de la entrega de las tablas de la ley a Moisés quien las
estrelló contra el suelo con gran rabia cuando bajando del monte vio la
corrupción de los hombres que adoraban a un becerro de oro. Con la república
nuestra gente quiso poner fin a tanta corrupción pero los adoradores del dinero
y la vanagloria los asesinaron. Después de 78 años aún no tenemos la verdad, la
justicia y la reparación que necesitamos para curar nuestras heridas y sanar
esta sociedad tan corrupta… aunque después del NO de Grecia a Merkel y a la
Troika renace la esperanza…
Francisco Pimentel
asociacionmemoriahistoricaronda@yahoo.es
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