Una asociación lleva varios meses esperando el permiso para visitar el recinto, con capacidad para 350 personas y utilizado como almacén
- P. M.
- VALENCIA
Una visita al refugio construido en la Guerra Civil en el subsuelo del Ayuntamiento de Valencia, ahora utilizado como almacén y que tuvo un aforo para 350 personas, principalmente miembros del Gobierno de la República. Eso es lo que pide la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio, una solicitud respaldada por el Síndic de Greuges, en una comunicación desvelada ayer por Europa Press.
Guardeño confió en declaraciones a LAS PROVINCIAS que confía en que «no ocurra lo mismo que con el refugio de la calle Serranos, donde el Síndic ya ha hecho dos o tres recomendaciones». Se trata de una construcción declarada Bien de Relevancia Local y también es propiedad del Consistorio.
La petición de la entidad es sencilla: acceder al refugio, fotografiarlo, documentarlo como toca y después, reclamar su apertura al público para ponerlo en valor. «No sabemos ni su ubicación porque no hay planos que conozcamos», comentó.
La construcción está situada en el interior del inmueble, en un patio de manzana. Precisamente la asociación realizó el pasado día 7 una visita guiada por construcciones y lugares vinculados a la II República, ahora que se rememora los 79 años del gobierno provisional en Valencia con motivo de la guerra.
«Queremos que se pongan en valor y, para ello, lo mejor es que sean declarados Bien de Interés Cultural. Entonces tendrán que abrirlos cuatro días al mes como mínimo», señaló Guardeño. El gobierno municipal ha indicado al Síndic de Greuges que se momento no ha accedido a la visita porque el almacén está en plena mudanza. El portavoz de Círculo dijo que «llevamos varios meses esperando a que nos den permiso para conocerlo».
Este refugio fue noticia en 2008 cuando fue reconocido como tal, dado que hasta entonces la mayoría pensaba que era un mero almacén. La construcción es sencilla, sin adornos innecesarios y con apenas unos asientos del mismo material que las paredes. Guardeño comentó por último que «cegar los refugios como se ha hecho en Valencia en varias ocasiones no sirve para nada, lo mejor es darlos a conocer y que sirvan para difundir una parte de la historia de la ciudad».
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