MARTES, 6 DE NOVIEMBRE DE 2012
"Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas" (art.15.1 de la Ley 52/2007, conocida como Ley de Memoria Histórica)
Este señor que ven en la imagen de arriba se llamó Onésimo Redondo Ortega (1905-1936), uno de los fundadores, entre otras cosas, de Las Juntas Ofensivas Nacional Sindicalistas (JONS) que adoptaron como emblema el yugo y las fechas de los Reyes Católicos. Se declaró siempre antimarxista, propugnó un Estado nacionalsindicalista y totalitario; y rechazó cualquier sistema electoral. El 24 de marzo de 1934, en una acto celebrado en Valladolid fusiona las JONS con la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera; pasándose a llamar Falange Española y de las JONS.
Entre sus méritos sobresale por importancia el apoyo incondicional a los militares y civiles que continuamente conspiraron contra la República. Primero apoyó la asonada del general Sanjurjo en Sevilla el 10 de agosto de 1932, por lo que tuvo que huir a Portugal; y finalmente, una vez liberado de la cárcel de Ávila el 18 de julio de 1936, se incorporó rápidamente a las milicias falangistas que marcharían a tomar la capital de España. Cerca de allí, en el pueblo segoviano de Labajos, perdió la vida en un tiroteo con los anarquistas de Mangada, un 24 de julio de 1936.
El régimen franquista lo convirtió rápidamente en mártir de la "Cruzada" y erigió un monumento en su hornor en Labajos, que aún hoy sigue en pie pese a la oposición de las asociaciones memorialistas. Cuenta, por otro lado, con cientos de renocimientos, inscripciones, lápidas, ... en la España de hoy.
Monumento en Labajos |
Pues bien, a este personaje, antidemócrata y golpista, le dedicó la corporación franquista de Porcuna una calle un 20 de enero de 1944 (siguiendo el callejero elaborado por Heredia Espinosa). Antiguamente parece que era conocida como Callejuela de la Zorra y de Don Gonzalo, mientras que durante la República se la conoció como Heliodoro Peñasco, en honor al abogado asesinado por los sicarios pagados por los caciques de Argamasilla de Calatrava en 1913.
La dedicatoria, el homenaje al "héroe", al "duce" muerto en combate no es baladí. Responde a la exaltación y perpetuidad del nuevo régimen, que con simientes nuevas, xenófobas, irracionales y totalitarias, debía de inocular el virus antimarxista; y de paso, generar o imponer "memoria", la suya sobre los vencidos, los humillados, los que fueron derrotados por las armas e invisibilizados social y políticamente durante la dictadura, y durante nuestra reconciliadora democracia.
En Porcuna, entre otros, aún queda el monumento a los "Caídos por Dios y por España", un monumento nacionalcatólico, segregador, exultante, diferenciador y apologético del fascismo triunfante de la guerra incivil. Además, como presentaremos próximamente, la simbología franquista goza de buena salud en el callejero del municipio. Si bien con los años (37 para ser condescendientes) se han eliminado una docena de nombres que encomiaban el franquismo; aún hoy, perduran en nuestro callejero más de una treintena de nombres relacionados con aquellos opacos y represivos años. Por higiene, por salubridad mental, si me apuran, es hora no de eliminarlos, sino de confinar a muchos de ellos en el museo de los horrores y de los crímenes de lesa humanidad, que dicho sea de paso, nunca prescriben pese a las legislaciones amnésicas.
"Capitán Carazo; Aviador Modesto Aguilera; Eduardo Quero Goldoni; Teniente Coronel Redondo; General Sanjurjo, ...", son algunos ejemplos del callejero porsunense que las administraciones públicas, el Ayuntamiento y la Alcaldía, por ser de su competencia, deberían eliminar por mandato legal y no hacer la vista gorda como hasta ahora. ¿Acaso debemos cumplir los ciudadanos nuestros deberes tributarios o pagar las multas de tráfico; cuando el Ayuntamiento, su alcalde, sus concejales, incumplen la ley que ordena la retirada de placas y símbolos del régimen franquista?.
En Porcuna, entre otros, aún queda el monumento a los "Caídos por Dios y por España", un monumento nacionalcatólico, segregador, exultante, diferenciador y apologético del fascismo triunfante de la guerra incivil. Además, como presentaremos próximamente, la simbología franquista goza de buena salud en el callejero del municipio. Si bien con los años (37 para ser condescendientes) se han eliminado una docena de nombres que encomiaban el franquismo; aún hoy, perduran en nuestro callejero más de una treintena de nombres relacionados con aquellos opacos y represivos años. Por higiene, por salubridad mental, si me apuran, es hora no de eliminarlos, sino de confinar a muchos de ellos en el museo de los horrores y de los crímenes de lesa humanidad, que dicho sea de paso, nunca prescriben pese a las legislaciones amnésicas.
"Capitán Carazo; Aviador Modesto Aguilera; Eduardo Quero Goldoni; Teniente Coronel Redondo; General Sanjurjo, ...", son algunos ejemplos del callejero porsunense que las administraciones públicas, el Ayuntamiento y la Alcaldía, por ser de su competencia, deberían eliminar por mandato legal y no hacer la vista gorda como hasta ahora. ¿Acaso debemos cumplir los ciudadanos nuestros deberes tributarios o pagar las multas de tráfico; cuando el Ayuntamiento, su alcalde, sus concejales, incumplen la ley que ordena la retirada de placas y símbolos del régimen franquista?.
Por la retirada de nombres y símbolos
ÚNETE!!!!!!!!
Imágenes tomadas de:
- http://es.wikipedia.org/wiki/On%C3%A9simo_Redondo
- http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Monumento_a_On%C3%A9simo_Redondo_en_Labajos.jpg
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