http://www.laopiniondezamora.es/comarcas/2015/02/12/veintena-pueblos-fuera-ley/821949.html
a huella del franquismo en la provincia
Varios municipios tienen todavía calles dedicadas a generales franquistas y símbolos de exaltación de la dictadura
12.02.2015 | 11:21
El letrado Eduardo Ranz anunció ayer en declaraciones a diferentes medios de comunicación que prepara una segunda lista de alcaldes que serán denunciados próximamente por mantener en sus calles símbolos franquistas. En la provincia de Zamora son numerosos los casos de municipios que podrían estar incumpliendo la conocida como Ley de Memoria Histórica, pues en algunos callejeros abundan las calles dedicadas a políticos franquistas o generales sublevados, y en otros casos también vestigios de la propaganda del régimen son visibles en fachadas.
En San Cebrián de Castro la calle principal está dedicada al fundador de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera. En la plaza más grande del pueblo aún luce una oxidada placa que reza "Plaza del Generalísimo". "Es un tema muy polémico, algunos vecinos se oponen radicalmente a tocar el nombre de esas calles, y los que quisieran cambiarlos prefieren no significarse demasiado por medio", asegura un vecino de San Cebrián que prefiere que su nombre no sea publicado.
Cerecinos del Carrizal
En esta zona de la Tierra del Pan abundan los pueblos en los que permanecen vestigios del régimen franquista. Destaca el caso de Cerecinos del Carrizal, donde hay vías dedicadas al General Primo de Rivera, a José Antonio, al "Generalísimo" e incluso al dictador portugués Antonio Oliveira Salazar.
El callejero de Palacios del Pan tampoco cumpliría la Ley de Memoria Histórica, al contar con las calles como Ramiro Ledesma, Onésimo Redondo, José Antonio y Generalísimo.
Olmo de la Guareña
Al sur de la provincia, en Olmo de la Guareña, cuentan con una amplia colección de generales sublevados en su callejero: General Moscardó, Genera Sanjurjo, General Franco y Queipo de Llano, además de calles dedicadas a Calvo Sotelo y Onésimo Redondo. No muy lejos de allí, en la localidad de Cañizal también hay cuatro vías con nombres que recuerdan a la dictadura. En Pinilla de Toro la plaza mayor sigue siendo conocida como Plaza del Generalísimo.
Benavente y Los Valles
En la comarca de Benavente y Los Valles hay al menos siete localidades que no cumplen la ley: Brime de Sog, Melgar de Tera, Abraveses de Tera, Aguilar de Tera, Morales de Rey y Villaveza de Valverde y Micereces de Tera, esta última pese a contar con un alcalde socialista desde hace años.
Algunos Ayuntamientos de la provincia han modificado el nombre de ciertas calles, pero no se han deshecho de todos los símbolos de la época franquista. En Monfarracinos hay todavía una calle dedicada a José Antonio y otra al General Mola, y en el depósito de agua de Moraleja del Vino permanece el símbolo de la Falange.
Fachadas de iglesias
En muchos pueblos las iglesias cuentan con monumentos o placas en honor de los fallecidos en la guerra que ensalzan al bando nacional con frases como "caídos por Dios y por España", símbolos como el yugo y las flechas o incluyendo en la lista el nombre de José Antonio Primo de Rivera.
En estos casos hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica se complica, pues no siempre está claro si la responsabilidad es exigible al Ayuntamiento o al Obispado, que suele hacer oídos sordos a las peticiones de grupos políticos o particulares de retirar las placas.
Algunos ejemplos de iglesias que cuentan con inscripciones de este tipo son la de Arcenillas, la deBermillo de Sayago, con una cruz de considerable tamaño en el exterior del templo, o el cementerio de Fermoselle.
En el último pleno de la Diputación de Zamora Izquierda Unida presentó una moción en la que se pedía que la institución provincial "remita por escrito a los Ayuntamientos de la provincia de menos de 20.000 habitantes eliminar cualquier referencia en único honor u homenaje a las fuerzas que se sublevaron contra la II República Española".
En el documento, la coalición de izquierdas hacía también mención a las placas que exaltan el franquismo en las iglesias, diciendo "ya que la sociedad democrática está sufragando el mantenimiento de dichas propiedades, lo correcto es que en justa correspondencia se retiren esas placas o nombres, que ofenden a la democracia".
En los últimos años han sido muchos los municipios que, mediante acuerdos plenarios, han cambiado su callejero y han recuperado los nombres antiguos de las rúas.
En San Cebrián de Castro la calle principal está dedicada al fundador de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera. En la plaza más grande del pueblo aún luce una oxidada placa que reza "Plaza del Generalísimo". "Es un tema muy polémico, algunos vecinos se oponen radicalmente a tocar el nombre de esas calles, y los que quisieran cambiarlos prefieren no significarse demasiado por medio", asegura un vecino de San Cebrián que prefiere que su nombre no sea publicado.
Cerecinos del Carrizal
En esta zona de la Tierra del Pan abundan los pueblos en los que permanecen vestigios del régimen franquista. Destaca el caso de Cerecinos del Carrizal, donde hay vías dedicadas al General Primo de Rivera, a José Antonio, al "Generalísimo" e incluso al dictador portugués Antonio Oliveira Salazar.
El callejero de Palacios del Pan tampoco cumpliría la Ley de Memoria Histórica, al contar con las calles como Ramiro Ledesma, Onésimo Redondo, José Antonio y Generalísimo.
Olmo de la Guareña
Al sur de la provincia, en Olmo de la Guareña, cuentan con una amplia colección de generales sublevados en su callejero: General Moscardó, Genera Sanjurjo, General Franco y Queipo de Llano, además de calles dedicadas a Calvo Sotelo y Onésimo Redondo. No muy lejos de allí, en la localidad de Cañizal también hay cuatro vías con nombres que recuerdan a la dictadura. En Pinilla de Toro la plaza mayor sigue siendo conocida como Plaza del Generalísimo.
Benavente y Los Valles
En la comarca de Benavente y Los Valles hay al menos siete localidades que no cumplen la ley: Brime de Sog, Melgar de Tera, Abraveses de Tera, Aguilar de Tera, Morales de Rey y Villaveza de Valverde y Micereces de Tera, esta última pese a contar con un alcalde socialista desde hace años.
Algunos Ayuntamientos de la provincia han modificado el nombre de ciertas calles, pero no se han deshecho de todos los símbolos de la época franquista. En Monfarracinos hay todavía una calle dedicada a José Antonio y otra al General Mola, y en el depósito de agua de Moraleja del Vino permanece el símbolo de la Falange.
Fachadas de iglesias
En muchos pueblos las iglesias cuentan con monumentos o placas en honor de los fallecidos en la guerra que ensalzan al bando nacional con frases como "caídos por Dios y por España", símbolos como el yugo y las flechas o incluyendo en la lista el nombre de José Antonio Primo de Rivera.
En estos casos hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica se complica, pues no siempre está claro si la responsabilidad es exigible al Ayuntamiento o al Obispado, que suele hacer oídos sordos a las peticiones de grupos políticos o particulares de retirar las placas.
Algunos ejemplos de iglesias que cuentan con inscripciones de este tipo son la de Arcenillas, la deBermillo de Sayago, con una cruz de considerable tamaño en el exterior del templo, o el cementerio de Fermoselle.
En el último pleno de la Diputación de Zamora Izquierda Unida presentó una moción en la que se pedía que la institución provincial "remita por escrito a los Ayuntamientos de la provincia de menos de 20.000 habitantes eliminar cualquier referencia en único honor u homenaje a las fuerzas que se sublevaron contra la II República Española".
En el documento, la coalición de izquierdas hacía también mención a las placas que exaltan el franquismo en las iglesias, diciendo "ya que la sociedad democrática está sufragando el mantenimiento de dichas propiedades, lo correcto es que en justa correspondencia se retiren esas placas o nombres, que ofenden a la democracia".
En los últimos años han sido muchos los municipios que, mediante acuerdos plenarios, han cambiado su callejero y han recuperado los nombres antiguos de las rúas.
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