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'El Chato' se une a Lorca
Los fondos documentales del periodista Jaime Menéndez, primer español en 'The New York Times' y amigo del poeta, serán donados al Centro Lorca. El legado comprende la hemeroteca y biblioteca
| ACTUALIZADO 26.04.2015 - 01:00
UN luchador revolucionario", así calificó a Federico García Lorca el periodista asturiano Jaime Menéndez 'El Chato', el primer español que formó parte de la redacción de The New York Times. Conoció al poeta de Fuente Vaqueros en Nueva York, en la Universidad de Columbia allá por 1929, pero tuvo varios encuentros más antes de convertirse en director del diario El Sol, el más prestigioso de los periódicos españoles durante la República. El Romancero gitano fue, según señala el nieto de este personaje olvidado de la intelectualidad republicana, Juan Manuel Menéndez, "un libro que le marcó para siempre". La epopeya del 'Chato'. Del New York Times al campo de concentración de los Almendros (Ed. Agencia Febus) es el título del libro escrito por Juan Manuel en el que relata la impresionante y silenciada historia de su abuelo. Jaime Menéndez Fernández 'El Chato' (Sobrerriba, 1901-Madrid, 1969) fue una de esas mentes privilegiadas de la Generación del 27, uno de los periodistas más relevantes del siglo XX, escritor, socio fundador de La Alianza Republicana Española de Nueva York y de su órgano oficial: España Republicana, director del diario El Sol, preso político, en el campo de concentración de Los Almendros, por ser un "rojo peligroso", aunque solo con la estilográfica, y pionero de la lucha antifranquista, desde su exilio, en Tánger, en el diario España, y más tarde, desde Madrid, como puntal de la revista Mundo.
Jaime Menéndez es uno de los personajes del esplendor cultural republicano y se codea con personajes como: Rafael Alberti, Ramón del Valle-Inclán, Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Luis Buñuel, José Ortega y Gasset, Fernando Sánchez Monreal, Marcelino Domingo, Álvaro de Albornoz, Victoria Kent, María Zambrano, Dolores Ibárruri, Manuel Navarro Ballesteros, Javier Bueno, Jesús Izcaray, Antonio Mije, Eduardo de Guzmán Espinosa, Bibiano Fernández-Osorio Tafall, Paulio Masip, Mariano Perla, Fabián Vidal, Enrique Sánchez Cabezas, Miguel San Andrés, José Bergamín, Miguel Hernández, Manuel Azaña, Juan Negrín, Benjamín Jarnés, Santiago Carrillo...
Es durante la República cuando se incorpora de pleno en el proyecto del teatro universitario La Barraca, que fuera auspiciado por el titular del Ministerio de Instrucción Pública, Fernando de los Ríos, y que dirigiera García Lorca y Eduardo Ugarte. "También por aquel entonces colaboré con unos cuantos artículos para la divulgación de La Barraca, la compañía de teatro y cultura de Federico García Lorca que, además de ser un gran poeta y dramaturgo, era también un gran actor. Tuve el honor de verle actuar en una de sus representaciones, interpretando un papel femenino con gran talento y oficio. Tenía una enorme sensibilidad y la desplegaba en todas sus facetas. Además, como ya dije, estaba comprometido hasta la médula con la causa republicana. Con la política cultural y social", relató 'El Chato'.
En estos mismos años publicó su primer libro, Vísperas de la catástrofe, de notable éxito y en el que adelantó los terribles acontecimientos posteriores. Comenzó a colaborar con regularidad en las más importantes publicaciones de la época como Leviatán, Cruz y Raya, Ahora, La Voz, Mundo obrero, La Voz y las agencias Febus, Fabr, United Press, y The Spanish Revue, de la Universidad de Nueva York. Por aquel entonces abandonó la logia masónica Mantua y comenzó su colaboración con el Partido Comunista de España, "luchando de forma continuada por la democracia y las libertades hasta su muerte", según comenta su nieto Juan Manuel. Los meses previos al 'prendido de la mecha' de la Guerra Civil, en mayo del 36, Jaime Menéndez vuelve a compartir un acto cultural con García Lorca. "El 22 de mayo de 1936 me invitaron a una conferencia en el Ateneo de Madrid, y tuve el honor de conocer a su protagonista. Nada más y nada menos que el insigne intelectual André Malraux. Entre los asistentes estaban Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Ricardo Baeza, Luis Araquistáin, Federico García Lorca, María Teresa León, Wenceslao Roces, José Bergamín y Antonio Espina, entre otros muchos", rememora la epopeya de 'El Chato'. "Por la noche nos invitaron a un cena en el Restaurante Lucky's. Magnífico mesón. Se incorporaron también los escritores franceses Jean Cassou y H. R. Lenormand, que curiosamente acababa de estrenar la representación Asia, en el Teatro Español", añade el periodista.
La última vez que se vieron, según relata el nieto de 'El Chato', "fue en Madrid, mi abuelo le recomendó, por su seguridad, que no abandonase la capital, no hizo caso, una lástima, si se hubiera quedado seguro que su destino hubiera sido diferente". "El 18 de agosto fue asesinado el insigne Federico García Lorca. Como dicen los americanos: no coment", escribió en su diario Jaime Menéndez. Fue la última referencia al poeta de Fuente Vaqueros.
Jaime Menéndez 'El Chato' falleció de cáncer en Madrid, en 1969. Han tenido que pasar más de cuarenta años para que su nieto, Juan Manuel, recupere la historia de uno de los más brillantes periodistas españoles que, como tantos muchos, fue silenciado y 'encarcelado' por la censura del franquismo. Ahora, aquellos dos españoles que se encontraron en Nueva York, se volverán a unir en el Centro Lorca, a través de la donación del legado de 'El Chato' a la institución lorquiana. Juan Manuel Menéndez, el nieto del periodista y continuador de la agencia Febus, ha sido el encargado de tomar la decisión de ceder estos fondos al Centro Lorca.
"La relación de Lorca con mi abuelo era de amistad y admiración mutua. Se conocieron en Nueva York. Después ya en Madrid mi abuelo colaboró con las famosas misiones pedagógicas donde La Barraca era uno de sus pilares, coincidieron además en varias de las famosas tertulias en la Residencia de Estudiantes", señala el nieto del periodista asturiano.
A la pregunta de qué le ha motivado para donar estos fondos al Centro Lorca, Menéndez declara que en un principio buscó llevar a cabo la creación de un museo de su abuelo en Cornellana o en Salas, lugar de su nacimiento, "todo parecía que se iba materializar en el Instituto Valdés Salas, y al final parece que una mano negra se opuso a ello", confiesa el nieto de 'El Chato'. "Al ver el poco interés en su tierra natal busqué otras opciones para poder donarlo todo. Leí que la Fundación García Lorca se iba ampliar con una gran y nueva sede en Granada y pensé: 'qué mejor lugar que ese'", relata Juan Manuel. "Justo en ese momento, y vaya casualidad, Sonia González, de la mencionada fundación, se puso en contacto conmigo interesada en mi libro, que ahora está en los anaqueles de la biblioteca. Cuando anduve allí hablé con la presidenta, sobrina de Federico, y hablamos de mis intenciones que fueron muy bien recibidas", añade.
"En una primera parte tengo pensado donar muchos documentos originales de mi abuelo, notas, incluso libros inéditos, periódicos de la época, sus radios, su máquina de escribir marca Underwood, sus utensilios, una parte de su valiosa biblioteca, la hemeroteca de la Agencia Febus, tan famosa últimamente por el olvidado texto de Machado y una exposición ya montada sobre la defensa de Madrid en la Guerra Civil", comenta Menéndez.
"Lo más interesante son libros inéditos de mi abuelo que no pudo publicar por ser 'rojo', sus radios antiguas, una gran parte de su biblioteca personal, con libros que empezó a comprar en Nueva York, y otros, dedicados, con mucho afecto, por grandes amigos suyos como León Felipe, Rómulo Gallegos o Antonio Reyes, fotografías de la época, la mencionada exposición fotográfica sobre la defensa de Madrid, y la hemeroteca de la agencia, gran parte de ella digitalizada, y otros muchos textos de mi abuelo, sus coetáneos y asuntos relacionados que suman más de 2.000 documentos", glosa el nieto del periodista republicano.
"Mi intención es colaborar con ellos en lo que pueda para la difusión del trabajo de la Fundación García Lorca y permitir que el público e investigadores disfruten de todo el material que done", concluye Juan Manuel.
Jaime Menéndez es uno de los personajes del esplendor cultural republicano y se codea con personajes como: Rafael Alberti, Ramón del Valle-Inclán, Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Luis Buñuel, José Ortega y Gasset, Fernando Sánchez Monreal, Marcelino Domingo, Álvaro de Albornoz, Victoria Kent, María Zambrano, Dolores Ibárruri, Manuel Navarro Ballesteros, Javier Bueno, Jesús Izcaray, Antonio Mije, Eduardo de Guzmán Espinosa, Bibiano Fernández-Osorio Tafall, Paulio Masip, Mariano Perla, Fabián Vidal, Enrique Sánchez Cabezas, Miguel San Andrés, José Bergamín, Miguel Hernández, Manuel Azaña, Juan Negrín, Benjamín Jarnés, Santiago Carrillo...
Es durante la República cuando se incorpora de pleno en el proyecto del teatro universitario La Barraca, que fuera auspiciado por el titular del Ministerio de Instrucción Pública, Fernando de los Ríos, y que dirigiera García Lorca y Eduardo Ugarte. "También por aquel entonces colaboré con unos cuantos artículos para la divulgación de La Barraca, la compañía de teatro y cultura de Federico García Lorca que, además de ser un gran poeta y dramaturgo, era también un gran actor. Tuve el honor de verle actuar en una de sus representaciones, interpretando un papel femenino con gran talento y oficio. Tenía una enorme sensibilidad y la desplegaba en todas sus facetas. Además, como ya dije, estaba comprometido hasta la médula con la causa republicana. Con la política cultural y social", relató 'El Chato'.
En estos mismos años publicó su primer libro, Vísperas de la catástrofe, de notable éxito y en el que adelantó los terribles acontecimientos posteriores. Comenzó a colaborar con regularidad en las más importantes publicaciones de la época como Leviatán, Cruz y Raya, Ahora, La Voz, Mundo obrero, La Voz y las agencias Febus, Fabr, United Press, y The Spanish Revue, de la Universidad de Nueva York. Por aquel entonces abandonó la logia masónica Mantua y comenzó su colaboración con el Partido Comunista de España, "luchando de forma continuada por la democracia y las libertades hasta su muerte", según comenta su nieto Juan Manuel. Los meses previos al 'prendido de la mecha' de la Guerra Civil, en mayo del 36, Jaime Menéndez vuelve a compartir un acto cultural con García Lorca. "El 22 de mayo de 1936 me invitaron a una conferencia en el Ateneo de Madrid, y tuve el honor de conocer a su protagonista. Nada más y nada menos que el insigne intelectual André Malraux. Entre los asistentes estaban Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Ricardo Baeza, Luis Araquistáin, Federico García Lorca, María Teresa León, Wenceslao Roces, José Bergamín y Antonio Espina, entre otros muchos", rememora la epopeya de 'El Chato'. "Por la noche nos invitaron a un cena en el Restaurante Lucky's. Magnífico mesón. Se incorporaron también los escritores franceses Jean Cassou y H. R. Lenormand, que curiosamente acababa de estrenar la representación Asia, en el Teatro Español", añade el periodista.
La última vez que se vieron, según relata el nieto de 'El Chato', "fue en Madrid, mi abuelo le recomendó, por su seguridad, que no abandonase la capital, no hizo caso, una lástima, si se hubiera quedado seguro que su destino hubiera sido diferente". "El 18 de agosto fue asesinado el insigne Federico García Lorca. Como dicen los americanos: no coment", escribió en su diario Jaime Menéndez. Fue la última referencia al poeta de Fuente Vaqueros.
Jaime Menéndez 'El Chato' falleció de cáncer en Madrid, en 1969. Han tenido que pasar más de cuarenta años para que su nieto, Juan Manuel, recupere la historia de uno de los más brillantes periodistas españoles que, como tantos muchos, fue silenciado y 'encarcelado' por la censura del franquismo. Ahora, aquellos dos españoles que se encontraron en Nueva York, se volverán a unir en el Centro Lorca, a través de la donación del legado de 'El Chato' a la institución lorquiana. Juan Manuel Menéndez, el nieto del periodista y continuador de la agencia Febus, ha sido el encargado de tomar la decisión de ceder estos fondos al Centro Lorca.
"La relación de Lorca con mi abuelo era de amistad y admiración mutua. Se conocieron en Nueva York. Después ya en Madrid mi abuelo colaboró con las famosas misiones pedagógicas donde La Barraca era uno de sus pilares, coincidieron además en varias de las famosas tertulias en la Residencia de Estudiantes", señala el nieto del periodista asturiano.
A la pregunta de qué le ha motivado para donar estos fondos al Centro Lorca, Menéndez declara que en un principio buscó llevar a cabo la creación de un museo de su abuelo en Cornellana o en Salas, lugar de su nacimiento, "todo parecía que se iba materializar en el Instituto Valdés Salas, y al final parece que una mano negra se opuso a ello", confiesa el nieto de 'El Chato'. "Al ver el poco interés en su tierra natal busqué otras opciones para poder donarlo todo. Leí que la Fundación García Lorca se iba ampliar con una gran y nueva sede en Granada y pensé: 'qué mejor lugar que ese'", relata Juan Manuel. "Justo en ese momento, y vaya casualidad, Sonia González, de la mencionada fundación, se puso en contacto conmigo interesada en mi libro, que ahora está en los anaqueles de la biblioteca. Cuando anduve allí hablé con la presidenta, sobrina de Federico, y hablamos de mis intenciones que fueron muy bien recibidas", añade.
"En una primera parte tengo pensado donar muchos documentos originales de mi abuelo, notas, incluso libros inéditos, periódicos de la época, sus radios, su máquina de escribir marca Underwood, sus utensilios, una parte de su valiosa biblioteca, la hemeroteca de la Agencia Febus, tan famosa últimamente por el olvidado texto de Machado y una exposición ya montada sobre la defensa de Madrid en la Guerra Civil", comenta Menéndez.
"Lo más interesante son libros inéditos de mi abuelo que no pudo publicar por ser 'rojo', sus radios antiguas, una gran parte de su biblioteca personal, con libros que empezó a comprar en Nueva York, y otros, dedicados, con mucho afecto, por grandes amigos suyos como León Felipe, Rómulo Gallegos o Antonio Reyes, fotografías de la época, la mencionada exposición fotográfica sobre la defensa de Madrid, y la hemeroteca de la agencia, gran parte de ella digitalizada, y otros muchos textos de mi abuelo, sus coetáneos y asuntos relacionados que suman más de 2.000 documentos", glosa el nieto del periodista republicano.
"Mi intención es colaborar con ellos en lo que pueda para la difusión del trabajo de la Fundación García Lorca y permitir que el público e investigadores disfruten de todo el material que done", concluye Juan Manuel.
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