30 de abril de 2015.-
Bonifacio García Alcalde, nacido en Roa de Duero (Burgos), murió en Valdenoceda hace 74 años. Con él estaba en la cárcel su hermano, que ‘heredó’ el pequeño colchón de Bonifacio. Muchos años después, tras la exhumación de sus restos, Bonifacio fue identificado gracias a una prótesis que tenía en la rodilla. La identificación osteológica era plena y coincidía con las demás características físicas de Bonifacio.
Pero la familia no aparecía. Quizás el apellido García….. Una Voluntaria, Ángela, nacida en Roa de Duero (Burgos) y residente en Estados Unidos, ha decidido comprar un nicho en el cementerio de Roa. Y la semana pasada viajó hasta su pueblo, desde estados Unidos, para llevar los restos de Bonifacio a Roa.
Esta tarde, 30 de abril de 2015, Bonifacio vuelve a su pueblo, enterrado en el cementerio de Roa, quién sabe si junto a sus padres o su hermano con el que compartió penurias en Valdenoceda.
Mientras tanto, el actual alcalde de Roa de Duero, David Colinas, está vertiendo calumnias contra el honor de Bonifacio. Por eso, nuestra Agrupación de Familias ha escrito esta carta abierta al alcalde de Roa, que ha dirigido hoy al propio alcalde y a los medios de comunicación y que publicamos aquí para conocimiento de todos:
CARTA ABIERTA AL ALCALDE DE ROA DE DUERO, DAVID COLINAS
Sr. alcalde de Roa,
Hemos tenido conocimiento de sus dudas acerca de la pena y el supuesto delito cometido por Bonifacio García Alcalde (natural de Roa de Duero), delito que, como usted sabe, tras un Consejo de Guerra y un Juicio realizados los dos sin ninguna garantía legal, se utilizó para condenar a Bonifacio a penas de 12 y 14 años respectivamente.
Como Agrupación de Familias de los Represaliados en Valdenoceda, queremos aclararle lo siguiente:
– Las dos condenas contra Bonifacio García Alcalde se producen de forma simultánea, por un Consejo de Guerra, por una parte, y un Juzgado, por otra. Bonifacio ingresa en la prisión de Burgos por las dos condenas el 20 de agosto de 1938. Una de las condenas ascendía a 12 años de reclusión mayor por ‘excitación a la rebelión’. La otra, a 14 años, 8 meses y 1 día por homicidio. Las sentencias son firmes desde el 17 de enero de 1939 y Bonifacio ingresa finalmente en Valdenoceda el 17 de diciembre de ese año;
– el hecho de que las dos condenas se produzcan de forma simultánea y consten en un único expediente sin pruebas ni testimonios, deja a las claras que la condena se establece por un mismo delito. Era muy común, en aquella época, justificar una gran condena aumentando los supuestos delitos del condenado. A muchísimos les acusaron, falsamente, de homicidio, quema de iglesias,…. cuando lo único que había detrás era la defensa de un régimen democrático en el que los condenados habían creído y al que habían defendido;
– La defensa de ese régimen democráticamente elegido por el pueblo se convirtió, al final de la guerra, en un delito de ‘excitación a la rebelión’. Qué enorme contradicción: los rebeldes (que dieron el golpe de Estado) acusaban a los leales al régimen democrático de ‘rebelión’. Con esto quiero decirle que, como usted puede comprobar, en aquella época todo fue manipulado y las acusaciones contra los más débiles fueron constantes;
– en el expediente de Bonifacio se ven contradicciones muy evidentes: en la página 6 se menciona la condena por ‘excitación a la rebelión’ y en la misma página se señala, en el apartado de antecedentes penales, que éstos “se ignoran”. Entiendo que esto no es compatible con un supuesto delito de homicidio, ya que no puede ‘ignorarse’ un delito así si éste fuese real.
– en el mismo expediente consta que Bonifacio fue ingresado en las celdas de castigo por “tirar la comida diciendo en voz alta que era poca y le mataban de hambre”. Parece evidente que Bonifacio no era de los que se callaba. Y quizás eso le costará, en el proceso de juicios y condenas, mayor saña contra él;
– dar verosimilitud a estos documentos, que son documentos que sirven para condenar a una persona al final de la guerra, es muy poco inteligente. No se pueden dar por ciertos los contenidos de tres hojas (sin pruebas, sin testimonios,…. sin nada);
– quiero recordarle que estos juicios están considerados, incluso por el Gobierno del PP y por la Ley de Memoria Histórica, como ilegítimos. Le recuerdo que el anterior y el actual ministro de Justicia, Sres. Ruiz Gallardón y Catalá, respectivamente, han firmado decenas de documentos de reparación a favor de represaliados en la posguerra, declarando esos juicios como ilegítimos;
– hemos querido entender que usted amenaza con desvelar la condena y el supuesto delito de homicidio de Bonifacio, cometido (supuestamente) hace 77 años. Déjeme decirle que alguien que amenaza con manchar el nombre de una persona así, de esta manera, a sabiendas de que es una acusación falsa (como tantas y tantas que se realizaron en aquella época) demuestra cuando menos muy poca capacidad de diálogo. ¿Le produce tanto odio este asunto que sólo se le ocurre esta salida?
Desde nuestro punto de vista, Bonifacio García Alcalde (y su hermano Lucio, que también estuvo en aquella cárcel de Valdenoceda) fueron represaliados políticos, condenados por motivos políticos, a los que sumaron otros supuestos delitos para justificar unas enormes condenas. A Bonifacio, esas condenas ya le costaron la vida. Y ni Bonifacio ni nadie merece ver manchado su nombre. Al contrario, Bonifacio y cualquier otro ser humano que haya sufrido injusticia debe ver recuperada su memoria y reparado su honor.
En España, esta España a la que todos queremos tanto (Bonifacio la quería tanto que perdió la vida por defender el régimen en el que creía), se están cometiendo enormes injusticias. Por una parte, asesinos confesos como el burgalés general Yagüe (que confesó públicamente haber ordenado la matanza de 5.000 personas en Badajoz) tienen calles a su nombre como forma de honrar su memoria. A otros, sin embargo, como Bonifacio García Alcalde, nacido y residente en Roa de Duero, se les condenó y murieron en prisiones inmundas y, 77 años después, se amenaza a un particular con desvelar un supuesto homicidio (a todas luces falso) y no se le permite, ni siquiera, ver reparada su memoria.
Desde esta Agrupación esperamos que no se viertan, por nadie, acusaciones falsas contra Bonifacio García Alcalde ni contra su memoria. No dudaremos en salir a defender el buen nombre de Bonifacio García Alcalde en cualquier instancia que sea necesaria.
Sr. Alcalde, deje descansar tranquilamente a Bonifacio, que después de 77 años no merece ver manchado su honor.
Atentamente,
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