Madrid, 1 may (PL) El dictador Francisco Franco fue responsable del confinamiento de nueve mil 300 españoles en campos nazis de concentración, más allá de la indiferencia que se le atribuye, según revelaciones del periodista e investigador Carlos Hernández.
El autor de Los últimos españoles de Mauthausen, editado al cumplirse setenta años de la liberación de los campos de exterminio, rechaza en el libro la visión de que Franco miró para otro lado y no quiso enterarse de lo que Hitler hizo con sus compatriotas.
Eso es absolutamente falso, ya que fue él quien tomó la decisión y pactó con Adolf Hitler que le hiciera el trabajo sucio y los enviara a los campos de exterminio, aseguró Hernández durante la presentación de su libro en la Biblioteca Central de Córdoba.
Según su criterio ese episodio histórico permanece en el olvido como toda la represión sobre 250 mil republicanos que durante la segunda Guerra Mundial, tras concluir la guerra civil, huyeron a otros países, principalmente a Francia ocupada por Alemania.
Hernández afirma que hay datos de cómo esos españoles se convirtieron en víctimas por la actitud del gobierno franquista, que los consideró enemigos y se desentendió de ellos, sin distinguir entre combatientes, mujeres o niños.
Al respecto cita un telegrama del 9 de julio de 1940 de Ramón Serrano, ministro de Interior, Gobernación y Asuntos Exteriores de Franco, en respuesta a la pregunta de los alemanes sobre qué hacer con los prisioneros españoles.
Cuando tengamos la certeza de haber repatriado los que nos convengan, nos desinteresaremos de los restantes, respondió Serrano, lo que en opinión de Hernández equivalió a darle luz verde a los nazis para diponer de miles de españoles.
Precisó que pocos días después de un encuentro de Serrano con Hitler, se emitió una orden a la Gestapo para que los prisioneros españoles fueran sacados de los campos de prisioneros de guerra y enviados a los de concentración.
Francia y Alemania reconocieron con el tiempo su culpa, pero España no, afirmó Hernández, quien asegura que de los nueve mil 300 españoles enviados a campos de concentración, siete mil 500 fueron recluidos en el de Matthausen.
Para escribir su libro, el autor visitó a supervivientes con el propósito, dijo, de hacer una obra que resulte útil, pues la historia de los deportados españoles no tiene fecha de caducidad.
La intolerancia, el racismo, el populismo, las traiciones que sufrieron, los pactos que hicieron sus verdugos, la pasividad de los hombres buenosâ�� casi todo lo ocurrido se puede extrapolar hasta nuestros días, subrayó. |
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