Sonia Tercero
Exactamente hace un año, estábamos terminando el rodaje del documental Robles, duelo al sol con John Dos Passos Coggin, el nieto del novelista americano John Dos Passos, en las localizaciones de Madrid.
Con un cielo lleno de cúmulos y limbos amenazantes, recorrimos durante la última semana de rodaje el centro de Madrid y Fuentidueña de Tajo para recrear la visita que había hecho John Dos Passos en 1937, en busca de las extrañas causas de la desaparición de su amigo José Robles Pazos, profesor de la Universidad Johns Hopkins, mientras rodaba el documental en apoyo a la República ‘Tierra de España’ (Spanish Earth).
Después de haber rodado en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, donde se custodian los archivos con toda la correspondencia generada sobre José Robles Pazos una vez desaparecido, y de poder conocer y entrevistar a la familia Dos Passos en Richmond y en Westmoreland, conseguimos que John llegara a Madrid sano y salvo para estar a nuestra disposición.
John Dos Passos Coggin es hijo de Lucy Dos Passos, hija del segundo matrimonio del escritor. El parecido físico con su abuelo, fue lo que me hizo tomar la decisión de incorporarle al rodaje, como hilo narrativo visual y por su vasto conocimiento sobre la obra de su abuelo.
El artículo ‘Room and Bath at the Hotel Florida’ escrito por John Dos Passos para la revista Squire, me dio las claves del recorrido que hizo a su llegada a Madrid y que tenían que hacer a diario los corresponsales internacionales.
Varias veces al día transitaban el tramo entre la Plaza de Callao, donde estaba el Hotel Florida, y el edificio de Telefónica en la Gran Vía, para acreditarse y enviar sus crónicas, previo control de la censura. Arturo Barea (La Forja de un Rebelde, 1941) será la persona que reciba a Dos Passos en la planta 13 de la oscuras oficina de prensa y propaganda del Ministerio de la Guerra, desde cuya terraza se divisaba perfectamente el avance del frente.
Fue durante esa visita de Dos Passos a Madrid, procedente de Valencia, cuando a través de su amigo Carlos Posada tuvo la confirmación definitiva de que José Robles Pazos, su amigo y traductor de Manhattan Transfer, había sido asesinado injustamente, sin juicio.
La noticia provocó una discrepancia entre dos maneras de ver el mundo, la de Dos Passos, cuyo amigo había sido asesinado, y la de Ernest Hemingway, que justificaba la muerte de Robles como la de tantos otros por defender una causa política. Esta diferencia de criterios provocará una ruptura histórica y unas consecuencias que afectarán a Dos Passos en su posterior carrera literaria y en su desencanto definitivo con la causa republicana y el comunismo ruso.
José Robles disfrutaba de sus vacaciones en Madrid en el momento que estalló la guerra civil. Profesor republicano e idealista, se ofreció al gobierno para defender la ‘causa’. Por sus conocimientos de inglés y francés fue asignado como jefe del departamento de prensa internacional de Ministerio de la Guerra. Más tarde según fueron avanzando todos los acontecimientos, trabajó en la Junta de Defensa de Madrid con el General Gorev, parte del contingente ruso y de las armas, que llegaron para reforzar la defensa del Frente Popular, a cambio de las reservas de oro del Banco de España, que fueron trasladadas a Moscú.
José Robles fue obligado a trasladarse a Valencia junto con el personal de la Embajada Rusa y allí terminó su camino. Fue arrestado y supuestamente encarcelado en la Cárcel de Extranjeros, en el mismo lugar en el que enjuiciaban a los miembros de la Brigadas Internacionales.
En tan solo cuatro meses la vida de José Robles cambió su destino. En ese breve lapso de tiempo estuvo en contacto con las tomas de decisiones que irían determinando el avance de la guerra civil. Poco a poco sus ideales, sus aspiraciones, sus deseos, fueron engullidos por las decisiones de otros.
Márgara Fernández Villegas, su viuda, y sus hijos, Francisco y Miggie, quedaron desamparados. Permanecieron en zona Republicana después de la muerte de su marido, hasta que se exilió a Francia y pudo conseguir una carta del Ministerio de la Guerra en el Exilio, que puso fin a una lucha de dos años, con la que pudo justificar la muerte de Robles ante el seguro de vida.
Sólo gracias a la ayuda de Dos Passos, que contribuyó al pago mensual de las primas del seguro de vida que tenía Robles en Baltimore, se pudo mantener viva la póliza que ayudaría a la familia de Robles a sobrevivir durante su exilio definitivo en México D.F.
El documental ‘ROBLES, DUELO AL SOL’ es una historia de amistad y es el duelo de varias rupturas: la que tiene que vivir Dos Passos por la muerte de su amigo, la ruptura con el hasta entonces gran amigo Ernest Hemingway y el total y definitivo distanciamiento del comunismo soviético.
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