Posted: 30 Jun 2015 11:02 AM
PDT
En cuanto Arquímedes García
regresó a su pueblo natal tras el fin de la guerra civil española los que
ganaron la contienda le detuvieron. Pero antes de meterle preso le llevaron
atado a la iglesia donde le obligaron a bautizarse. La razón: su nombre “no era
cristiano”. Desde ese momento pasó a llamarse Ángel y con un nombre que no
era el suyo fue torturado y condenado a tres años de cárcel por “desafecto
del nuevo régimen y defensor de la República”.
Su hija Alicia, que ahora tiene
66 años, declara el 1 de julio en un juzgado de Madrid para responder a las
preguntas enviadas por la jueza argentina María Servini,
instructora de la única causa abierta desde hace cinco años que investiga los
crímenes cometidos durante la dictadura franquista.
“Es una satisfacción para mí
declarar ante un juez español aunque sea de manera indirecta”, explica a VICE
News.
El caso de la hija de
Arquímedes es uno de las 12 querellas de víctimas de la dictadura presentadas
en la causa argentina que ahora regresan a España en forma de comisiones
rogatorias o exhortos, que la propia magistrada Servini envía para que los
juzgados españoles tomen declaración a los denunciantes.
Han llegado comunicaciones a
tribunales del País Vasco, Andalucía, Madrid y Cataluña, según ha informado
el Ministerio de Justicia, que actúa como correa de transmisión junto a
Exteriores al ser un caso que se investiga en el extranjero. Los hechos
denunciados van desde torturas a mayores y niños, fusilamientos, detenciones
ilegales o desapariciones.
No es la primera vez que un
juzgado español toma declaración a petición de la jueza argentina y sin su
presencia pero lo que nunca antes había ocurrido es que fuera un número tan
elevado de exhortos. Hace un año, la magistrada Servini viajó a España en el
marco de su investigación para entrevistarse con varias de las víctimas —
varias de ellas testificaron entonces en juzgados españoles en presencia de
la jueza — y ver los lugares donde se denunciaban algunos hechos.
Servini se quedó, sin embargo,
sin tiempo para escuchar a todos los declarantes que tenía previstos pero
después de marcharse, tres de ellos fueron llamados a declarar a dos juzgados
de Mallorca y otro más a un tribunal de Miranda de Ebro, localidad de la
provincia de Burgos.
“Es un paso importante el que
ha dado ahora la jueza porque pone de manifiesto una voluntad de cooperar de
los juzgados españoles”, subraya a VICE News Ana Messuti, una de las abogadas
de lo que se conoce como la ‘querella argentina’.
Hasta ahora, las declaraciones
que iba reclamando la magistrada se habían realizado por vídeo conferencia
desde la embajada argentina en España y era la propia jueza quien preguntaba
directamente a las víctimas. Pero tras la suspensión de las últimas
entrevistas — previstas para el pasado abril — debido a problema técnicos, la
instructora del caso envió los exhortos mencionados el 15 de mayo.
Además de contar el caso de su
padre Arquímedes, Alicia
también responderá como víctima directa por las torturas que sufrió cuando
tenía ocho años durante los casi tres meses que pasó en un centro para
prevenir enfermedades como la tuberculosis, más conocidos como preventorios.
La dictadura ofrecía estos lugares a familias con pocos recursos para que sus
hijos pasaran allí las vacaciones y evitar que se contagiaran de las
enfermedades. La realidad, sin embargo, era bien distinta, como denuncian los
que estuvieron internados en ellos.
“Era la forma que tenía el
régimen de adoctrinar a la infancia, creando mujeres sumisas y miedosas”,
afirma Alicia, quien detalla cómo lo más vívido que recuerda de ese tiempo es
el miedo que sentía si hacía algo que no gustara a las cuidadoras.
“A la que se hacía pis le
quemaban el culo con una vela y nos obligaban al resto a hacer un corro
alrededor de ella y llamarla meona”, describe.
Silvia Navarro también declara
el 1 de julio como querellante por el asesinato y desaparición de su tío
abuelo José Antonio Marco. Conocido masón y defensor de la República, fue
detenido en agosto de 1936, poco tiempo después del inicio de la guerra
civil. Lo siguiente que supo su familia es que había sido fusilado junto a la
tapia del cementerio con otras 15 personas más.
Muchos años después, ya en
democracia, supieron que sus restos habían sido trasladados desde su pueblo
natal en Aragón al Valle de los Caídos, el monumento construido por Francisco
Franco a las afueras de Madrid. Allí, donde a los pies del altar de la
basílica está enterrado el dictador, se calcula que también están los restos
de más de 32.000 personas, muchas de ellas represaliadas del franquismo y
cuyos cuerpos fueron trasladados sin el conocimiento de sus familiares.
“En los diarios de mi abuela cada
2 de septiembre aparece señalado en recuerdo de su hermano porque ese fue el
día en que lo fusilaron”, explica Navarro, quien subraya que prestar
declaración en un juzgado español “supone una forma de reparación a las
víctimas”.
Casi todas las causas que se
han tratado de abrir en España contra los crímenes cometido en los casi 40
años que duró la dictadura — como la que comenzó el juez Baltasar Garzón en
2008 — se han ido cerrando a causa de la Ley de Amnistía. Aprobada en 1977,
la norma declara impunes todos los delitos cometidos antes del 17 de
diciembre de 1976. En 2010, los impulsores de la ‘querella argentina’
presentaron su causa en Buenos Aires basándose en el principio de justicia
universal y en que los delitos de tortura, las desapariciones forzosas o las
ejecuciones sumarias son crímenes contra la humanidad y que por tanto no
prescriben.
Desde entonces, la jueza
argentina ya ha recibido más de 320 querellas de víctimas de la dictadura,
que denuncian desapariciones, torturas, represión de niños, fusilamientos,
robos de bebés, exilio o trabajos forzosos. “Son diferentes dolores y
sufrimientos”, señala Messuti, “los que fueron torturados tienen muy vivos
los hechos y buscan juzgar a sus torturadores y los que tienen a familiares
enterrados en fosas quieren recuperar sus restos y para ello tienen que
recurrir a la justicia”.
Las querellas solo pueden ser
presentadas por las propias víctimas o sus familiares pero también pueden
presentar denuncias asociaciones, entidades o particulares en cualquier consulado
argentino, y que inmediatamente son enviadas al juzgado a Buenos Aires. Hasta
ahora hay más de 100 que hacen referencia a miles de víctimas.
“Sólo en la provincia de
Sevilla [donde la jueza argentina ha pedido que declaren tres familiares de
fusilados y enterrados en fosas] tenemos 12.000 desaparecidos”, subraya Paqui
Maqueda, portavoz de la Plataforma de Apoyo a la Querella Argentina en
Andalucía. Cree que el hecho de que los jueces españoles acepten dar curso a
las comisiones rogatorias de la magistrada Servini es un paso importante
“para romper muros de impunidad” y confía en que estas declaraciones en
España se normalicen. “Sobre todo porque muchos de los que están declarando
tienen más de 80 años, no pueden viajar a testificar a Argentina [como otros
ya hicieron] y algunos pueden morir antes de poder das testimonio”, subraya.
“Todos los jueces españoles
saben que en su partido judicial hay fosas [se calcula que existen 114.000
enterrados en cerca de 2.000 fosas repartidas por todo el país] y tienen que
empezar a aceptar que son crímenes contra la humanidad y que por tanto no
prescriben”, subraya la portavoz andaluza.
En una entrevista realizada por VICE News a María Servini
el pasado diciembre la jueza señalaba que su anhelo era “que cada uno pueda
juzgar a sus conciudadanos”.
En la causa han sido imputados
17 españoles, entre los que hay varios ex ministros, por diferentes delitos
cometidos durante la dictadura pero España ha rechazado siempre su
extradición. Un hecho que incluso le ha supuesto recibir críticas por parte de la ONU, organismo que
subrayaba el pasado marzo en un comunicado que “si [España] no extradita, el
Estado tiene la obligación de garantizar, ante las jurisdicciones nacionales,
el acceso a la justicia para las víctimas de violaciones graves de los
derechos humanos y el derecho a la verdad”.
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Blog d'en Jordi Grau i Gatell d'informació sobre les atrocitats del Franquisme..... "Las voces y las imágenes del pasado se unen con las del presente para impedir el olvido. Pero estas voces e imágenes también sirven para recordar la cobardía de los que nada hicieron cuando se cometieron crímenes atroces, los que permitieron la impunidad de los culpables y los que, ahora, continúan indiferentes ante el desamparo de las víctimas" (Baltasar Garzón).
dimecres, 1 de juliol del 2015
Fusilamientos y torturas del franquismo regresan a los tribunales españoles
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