http://www.elmundo.es/grafico/madrid/2015/07/09/559c3099ca4741e7088b459f.html?cid=SMBOSO25301&s_kw=facebookCM
Son un total de 148 calles, 11 avenidas, 20 plazas, 3 monumentos, 2 institutos, 2 colegios, 2 parques y un jardín (situado en el emblemático Parque del Retiro)
Ocho calles tienen el nombre del General Mola. Y el nombre de Calvo Sotelo se puede encontrar en 9 vías, una avenida y 3 plazas
El Ayuntamiento planea dedicar los nuevos nombres a mujeres y a vecinos «ilustres»
La Ley de Memoria histórica obliga a los ayuntamientos a retirar símbolos franquistas y le da potestad para cambiar el nombre de las calles que tengan nombres franquistas. Pero no acota qué considera un "nombre franquista" ni si tener otros méritos, como el literario o filosófico, supondría valor suficiente para seguir ostentando el nombre de un espacio.
Así que, la decisión vuelve a abrir heridas y debates que la ley pretendía cerrar a golpe de decreto. ¿Es Agustín de Foxá un franquista sin más? ¿O sus méritos como literato le harían merecer seguir colgando su cartel pese a ser el coautor del himno de Falange?
En la relación de más de 160 calles que Izquierda Unida presentó allá por 2010 hay nombres que suscitarán la misma polémica: Eugenio D'Ors, José María Pemán., Ramiro de Maeztu o Pedro Muñoz Seca.
La decisión es, básicamente, política. Será el Gobierno de Manuela Carmena el que tenga que hacer 'su' lista y acarrear con el coste de los cambios, económica y socialmente hablando. Quizá por ese desgate o por otras razones más de tipo ideológico, los anteriores alcaldes de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella, decidieron aparcar esa patata caliente a expensas de las sanciones que incluye la ley si no se cumple.
Aunque no todas las decisiones son tan difíciles. En el listado de calles y espacios de la capital hay algunos en las que hasta Esperanza Aguirre y Manuela Carmena podrían estar conformes en que contravienen la Ley de Memoria Histórica. Así, en Madrid hay una plaza de Arriba España, el lema de Falange; la avenida Primero de Octubre, que conmemora la el nombramiento de Francisco Franco como jefe de Estado o calle de los Caídos de la División Azul.
El melón lo ha vuelto a abrir la portavoz municipal Rita Maestre, quien anunció que quieren cumplir con una de las promesas que llevan en su programa electoral y que se acate a rajatabla la Ley de Memoria Histórica.
Eso sí, no han explicado cuál es su plan, si van a cambiar todos los nombres que tengan relación con esa época, si optarán por salvar de la quema a los que tengan otro tipo de mérito o si será un referéndum el que decida el nombre de la mitad de las calles del barrio de Salamanca, uno de los más afectados.
Entre los nombres más usados en esta lista está Calvo Sotelo, que da nombre a nueve calles, una avenida y tres plazas; el General Mola bautiza ocho calles; Eijo Garay, que se puede encontrar en un instituto, un colegio público, una calle y una plaza; y Ramiro de Maetzu que da nombre a tres calles, una avenida, un colegio y un instituto.
Por si fuera poco, la Ley de la Memoria Histórica establece en su artículo 15, apartado 2, que "no se retirarán símbolos y monumentos públicos cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la Ley". Más madera para el debate.
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