Lalín "hace justicia" a su otra historia

Colocan en el consistorio una placa de homenaje a los represaliados por el franquismo

Xan Salgueiro Lalín 09.07.2015 | 03:03

Manuel Igrexas, Nicolás González Casares, Rafael Cuiña y miembros de Manuel Ferreiro, ayer, tras la colocación de la placa. // Bernabé/Gutier

Una placa de bronce con los nombres de 52 "hijos del Partido de Lalín que cayeron en defensa de la libertad de la República Española y los derechos humanos" preside desde 1954 uno de los salones de la Federación de Sociedades Gallegas en Buenos Aires. Culminada con una alegoría de la república y del progreso (el campo y la industria), fue instalada allí provisionalmente por los emigrantes y/o exiliados dezanos con la esperanza de que, una vez recuperada la democracia en España, fuese trasladada al Concello de Lalín. Desde ayer, una réplica de cartón pluma cuelga de una de las paredes de su vestíbulo.

En Buenos Aires, colgada en uno de los locales de la Federación de Sociedades Gallegas, hay una placa de bronce con una alegoría de la República que los emigrantes de la Unión del Partido de Lalín instaló en 1954 en homenaje a los que cayeron "en defensa de la libertad de la República Española y los derechos humanos". Figura en ella un listado de 52 personas con su cargo o profesión, agrupadas por concellos, que comparten el haber sido "asesinados por pensar y desear para todos un mundo mejor".

Una réplica en cartón pluma de dicha placa preside desde ayer una de las paredes circulares del vestíbulo del Castro Tecnolóxico, actual sede municipal de Lalín. El acto de colocación contó con la presencia del alcalde, Rafael Cuiña Aparicio, y el teniente de alcalde, Nicolás González Casares, y otros miembros del gobierno local. También estuvieron presentes representantes de la Asociación Cultural Manuel Ferreiro, que albergaba la placa, y de la Comisión pola Memoria Siñor Afranio. La intención del ejecutivo lalinense es traer, en un futuro, la plancha original de bronce desde Argentina para colocarla en el consistorio, lugar que para ella habían deseado en su día los dezanos emigrados y exiliados. En ese caso, propondrían a la sociedad porteña dejar una réplica en su lugar.

La colocación de la placa con la alegoría de la república y el progreso (el campo y la industria) y el nombre de las 52 personas asesinadas por el franquismo es un gesto del gobierno para contribuir a la recuperación de la memoria histórica y un "justo homenaje para los dezanos muertos por defender la libertad y un mundo mejor", tal como indicó Nicolás González Casares, miembro del colectivo Manuel Ferreiro. "Es un honor para nosotros y para el pueblo de Lalín y un gesto de justicia para los represaliados", abundó el edil del PSOE.

En similares términos se expresó Manuel Igrexas, socio de Siñor Afranio que lleva años luchando por la recuperación de la memoria histórica. "Es un acto de justicia y un motivo de muchísimo orgullo para los lalinenses que después de tantos años la réplica esté, por fin, en el concello", apuntó el profesor e historiador lalinense. Recalcó que la intención es traer el original de regreso, como era el deseo de los propios promotores de la placa. Así lo dijo Bernardino Dobarro, presidente de Unión de Lalín en Buenos Aires, durante la inauguración de la placa, el 14 de abril de 1954. Igrexas también aludió a lo "singular" del elemento y precisó que, aunque es un listado bastante exhaustivo, algunos nombres tienen errores, pues fueron recogidos de forma oral por los propios dezanos en la diáspora. Hay casos tan significativos como el de José Natividad Serpa Araque, venezolano afincado en Carboeiro (Silleda), junto a su cuñado José Fares, que aparece identificado en la placa como "Aniceto", o el del único agoladense que figura en el monolito, Julio "Barreiro", cuya verdadera identidad sería la de Julio Barrio Negro, la única persona de las que están en la placa que combatió en el ejército de la República. Otros que figuran como "militares" fueron soldados del ejército rebelde, la mayoría paseados por los informes que los denunciaban como republicanos enviados por las nuevas autoridades.

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