http://www.diarideguerra.com/es/noticias/1179/una-excavacion-redescubre-en-el-ebro-la-cota-287-defendida-hasta-la-muerte-por-brigadistas-polacos-.html
lunes, 06 de julio de 2015
Diario de Guerra (A.Caralt) .- 06/07/2015.-A las 18.00 horas del 22 de septiembre de 1938, el comandante de la Cota 287 comunicaba a sus superiores que los efectivos de su batallón, el 50 'Mickiewicz' de la XII Brigada Internacional, se habían reducido a 45 hombres. En dos días, defendiendo aquel cerro junto a la carretera N-420 entre Corbera de Ebro y la Venta de las Camposines, habían perdido el 80 por ciento de sus efectivos iniciales, unos 400 soldados, la mayoría voluntarios polacos pero también soldados de quinta..
Fueron unos combates durísimos, con bombardeos constantes de la artillería enemiga y ataques de la infantería, con apoyo de tanques, y de hasta dos escuadrones de caballería. El jefe del batallón polaco había recibido la orden de no retirarse en ningún caso «fuera cual fuera la violencia del esfuerzo enemigo». Aquella noche del 22 de septiembre, y con la unidad deshecha, recibieron a finales del orden de retirada, una vez cayera la noche. Y así lo hicieron.
A las 23 horas, el Estado Mayor de la 35 División Internacional anotaba que el batallón había actuado «con un heroísmo ejemplar». A la mañana siguiente, el ejército franquista conquistaba la ansiada posición sin disparar un tiro mientras que los supervivientes polacos, abatidos, recibían la orden de retirarse del frente del Ebro, conjuntamente con el resto de brigadistas internacionales. La batalla del Ebro alargaría aún más de un mes y el Ejército del Ebro continuaría defendiendo el núcleo de las Camposines, hasta la retirada final, en el mes de noviembre.
Aquella cota, huérfana de reconocimientos, ha sufrido a lo largo de las décadas al menos tres intervenciones agrícolas que han reducido sustancialmente su magnitud, con cortes verticales para abrir nuevos campos de cultivos que la han desconfigurado. Además, la reducida zona forestal sufrió hace unos años un pequeño fuego forestal,
Fueron unos combates durísimos, con bombardeos constantes de la artillería enemiga y ataques de la infantería, con apoyo de tanques, y de hasta dos escuadrones de caballería. El jefe del batallón polaco había recibido la orden de no retirarse en ningún caso «fuera cual fuera la violencia del esfuerzo enemigo». Aquella noche del 22 de septiembre, y con la unidad deshecha, recibieron a finales del orden de retirada, una vez cayera la noche. Y así lo hicieron.
A las 23 horas, el Estado Mayor de la 35 División Internacional anotaba que el batallón había actuado «con un heroísmo ejemplar». A la mañana siguiente, el ejército franquista conquistaba la ansiada posición sin disparar un tiro mientras que los supervivientes polacos, abatidos, recibían la orden de retirarse del frente del Ebro, conjuntamente con el resto de brigadistas internacionales. La batalla del Ebro alargaría aún más de un mes y el Ejército del Ebro continuaría defendiendo el núcleo de las Camposines, hasta la retirada final, en el mes de noviembre.
Aquella cota, huérfana de reconocimientos, ha sufrido a lo largo de las décadas al menos tres intervenciones agrícolas que han reducido sustancialmente su magnitud, con cortes verticales para abrir nuevos campos de cultivos que la han desconfigurado. Además, la reducida zona forestal sufrió hace unos años un pequeño fuego forestal,
explica el coordinador técnico del Comebe, David Tormo.
Con todo, hoy todavía se conservan 100 metros de trincheras defendidas por el Mickiewicz. Es esta área donde durante 10 días y dentro de su programa de prácticas un grupo de alumnos del Grado de Arqueología de la Universidad de Barcelona han excavado en cinco puntos diferentes para redescubrir los restos del sistema defensivo. Es la primera experiencia de prácticas universitarias de alumnos de Arqueología en todo el Estado en un espacio de la Guerra Civil.
La actuación, dirigida por el arqueólogo Jordi Ramos, ha permitido excavar por estratos tramos de las trincheras y recuperar objetos propios de estos ambientes como latas de alimentos en conserva, fragmentos de metralla, balas y restos de objetos utilizados por los soldados para escribir, como un tintero y restos de una pluma. También han detectado pero no excavado áreas circulares que podrían corresponder a los cráteres provocados por la artillería franquista. A partir de todo el material y datos recogidos se iniciará la redacción de una memoria que pretende crear un mapa de distribución para relatar la acción de defensa y el ataque que se vivió en la cota.
La vida en las trincheras
Con todo, hoy todavía se conservan 100 metros de trincheras defendidas por el Mickiewicz. Es esta área donde durante 10 días y dentro de su programa de prácticas un grupo de alumnos del Grado de Arqueología de la Universidad de Barcelona han excavado en cinco puntos diferentes para redescubrir los restos del sistema defensivo. Es la primera experiencia de prácticas universitarias de alumnos de Arqueología en todo el Estado en un espacio de la Guerra Civil.
La actuación, dirigida por el arqueólogo Jordi Ramos, ha permitido excavar por estratos tramos de las trincheras y recuperar objetos propios de estos ambientes como latas de alimentos en conserva, fragmentos de metralla, balas y restos de objetos utilizados por los soldados para escribir, como un tintero y restos de una pluma. También han detectado pero no excavado áreas circulares que podrían corresponder a los cráteres provocados por la artillería franquista. A partir de todo el material y datos recogidos se iniciará la redacción de una memoria que pretende crear un mapa de distribución para relatar la acción de defensa y el ataque que se vivió en la cota.
La vida en las trincheras
Las alumnas universitarias presentaron los resultados de la intervención viernes por la noche en el Centro 115 Días de Corbera d'Ebre. Laia Gallego y Eulalia Díaz, dos de ellas, mostraron a Diari de Guerra la pasión por el trabajo hecho. «Ha sido un gran experiencia y hemos aprendido mucho. Ahora, podremos reconstruir cómo vivían estos soldados en la trinchera, investigar su vertiente humana, que nos interesa mucho ».
Entre los objetos recuperados destaca por su rareza una lata de conserva originaria de Tailandia. También se han encontrado restos de cerámica ibérica y romana.
Entre los objetos recuperados destaca por su rareza una lata de conserva originaria de Tailandia. También se han encontrado restos de cerámica ibérica y romana.
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