https://radiorecuperandomemoria.com/2016/09/23/fernandez-diaz-no-es-ganar-una-guerra-es-ganar-la-dignidad/
A finales de verano, el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, decidió aplicar un plan para eliminar toda la simbología franquista. Dentro de ese plan está la exhumación de Emilio Mola y José Sanjurjo, que se encuentran dentro del Monumento a los Caídos, creado durante el franquismo en homenaje a estos dos militares. Exhumarlos y devolverlos a sus familias. Ante dicha exhumaciones,Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior del PP dijo que “Hay algunos que pretenden ganar la Guerra 40 años después”, con arrogancia típica de este hombre.
¿Quiénes son Mola y Sanjurjo?
Sin embargo no es una cuestión guerracivilista como lo intenta vender el PP, sino una cuestión de Memoria Histórica, de no permitir que quienes dieron el Golpe de Estado contra un régimen democrático como la República tengan su mausoleo, porque no se lo merecen.
José Sanjurjo fue un militar que participó en la Guerra de Cuba y también de Marruecos. Apoyó el golpe de Estado de Primo de Rivera siendo gobernador militar de Zaragoza y apoyó la dictadura primorriverista, siendo nombrado director de la Guardia Civil. Fue el primer militar, el 10 agosto de 1932, en intentar una sublevación militar contra la República, llevando el amotinamiento (la Sanjurjada) su nombre. Tras pasar un tiempo en la cárcel, fue liberado por el gobierno de la derecha en 1933, y se exilió en Estoril. Desde allí fue uno de los iniciadores del Golpe de Estado que se iba a dar el 18 de julio de 1936, siendo uno de los cabecillas de la sublevación. No obstante, su muerte en un accidente de avión el 20 de julio de 1936 viajando hacia España, le impidió participar en el conflicto. Pero estaba claro que estaba muy enterado de todos los planes y estaba muy a favor de los mismos.
Emilio Mola
Participó también en la Guerra de Marruecos. A finales de la dictadura de Primo de Rivera fue nombrado Director General de Seguridad. Durante el gobierno de la derecha de la República, participó en el Estado Mayor junto con Franco. Y a finales de 1935 a la Jefatura de las Fuerzas Militares de Marruecos. Tras el triunfo del Frente Popular, se le traslada hasta Navarra, por el miedo a la sublevación militar. Desde allí, prepara la sublevación del 18 de julio de 1936 y se convierte en su principal dirigente. Él fue quien puso la fecha del 19 de julio para el Golpe de Estado. Consiguió poner Navarra en sus manos y tras intentar tomar Madrid. Pero tras su fracaso, se convierte en jefe del Ejército del Norte. Durante su jefatura, sucede el bombardeo de Guernica. Mola muere en un accidente de avión el 3 de junio de 1937, por lo que también impidió que pudiera participar más en el conflicto. Sin embargo estaban claros sus planes (en Navarra, en los primeros meses de guerra, fueron fusiladas unas 3.000 personas). Y lo dejó en frases como esta:
“Sembrar el terror… eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros”.
Por ello, señor Fernández Díaz, Mola y Sanjurjo son dos generales golpistas, reaccionarios que no merecen estar en un mausoleo homenajeados, sino enterrados sabiendo todas sus tropelías y vergüenzas.
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