dimarts, 13 d’agost del 2024

Plataforma Agosto Antifascista: Actos 14 y 15 de Agosto en Badajoz. Yagüe, asesino.

 https://kaosenlared.net/plataforma-agosto-antifascista-actos-14-y-15-de-agosto-en-badajoz/

 

Un día como este, hace 88 años, se perpetró una matanza en la ciudad de Badajoz. Miles de pacenses fueron asesinados con la finalidad de “purgar el país concienzudamente de todos los elementos rojos”, según las propias directrices de los generales Franco y Mola, al mando de la sublevación contra la República y el orden legal y democrático. Hoy, seguimos sin saber quiénes, cuántos y dónde están las víctimas de la masacre perpetrada por los fascistas en la ciudad

Cuando las tropas sublevadas del ejército de Yagüe ocuparon la ciudad, custodiada por milicias leales a la república, saquearon y castigaron a todo aquel sospechoso de no haber apoyado la cruzada fascista. Bastaba un moratón en el hombro, la denuncia anónima de un vecino, el asalto a una vivienda. Cientos de vecinos y vecinas arrancados de sus hogares fueron fusilados y torturados junto a la catedral, en la antigua plaza de toros o en las tapias del cementerio.

Un día como este, 88 años más tarde, la Plataforma Agosto Antifascista, llamamos al recuerdo de nuestro pueblo doblemente castigado: primero con el exterminio de la guerra, y luego con la desaparición de lo ocurrido en la memoria oficial durante la dictadura. Es deber de todo demócrata rendir homenaje a todos aquellos antifascistas con los que nuestro país tiene una deuda pendiente. Luchadores por la democracia, por la libertad y por la emancipación de todo individuo independientemente de su nación, sexo, religión, raza, etc. También hacia esas víctimas anónimas de la guerra, a quienes no preguntaron, sino simplemente castigaron para que sirvieran de ejemplo, propagando el miedo y terror.

No hay olvido ni perdón para los autores y responsables de los asesinatos en masa perpetrados en la ciudad tras su asedio. Reclamamos verdad, justicia y reparación. Verdad, en cuanto que se tenga conocimiento del número de víctimas y responsables del conflicto. Justicia, en tanto que las familias vean saldada la deuda que éste régimen aún tiene con las víctimas del franquismo y vean cumplido su derecho a ver juzgados a los responsables de la matanza, aunque solo sea en la historia, visto cómo pasan los años y los responsables por ellos muriendo en la cama.

Por último, reparación, en tanto que se realicen todas las acciones pertinentes para mitigar los daños infringidos a las víctimas en lo relativo a la violación de los derechos humanos, en todos los niveles que sean necesarios: Apertura de fosas, cumplimiento y respeto del derecho de las víctimas a conocer el paradero de sus familiares. Garantía de no repetición (mediante la prevención), dando exposición y reprobación pública en todos los niveles de la sociedad extremeña y pacense de los hechos ocurridos en la ciudad durante los días 14 y 15 de agosto. Así como la retirada de toda simbología que ensalce la sublevación militar y la dictadura franquista.

Por todo ello, convocamos una manifestación que se realizará el 14 de agosto a las 20.30 horas con salida desde Puerta Trinidad (junto al puente de San Roque) y finalizará en la antigua Plaza de Toros, actualmente el Palacio de Congresos. Al mismo tiempo se convoca a la 10.00 del día 15 de agosto, concentración en el Cementerio de San Juan Bautista, donde se llevará a cabo un acto de homenaje a las personas asesinadas y represaliadas por el golpe militar de 1936.




https://es.wikipedia.org/wiki/Masacre_de_Badajoz


El entonces coronel Yagüe, el asesino.

https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/84-anos-de-la-matanza-de-badajoz

Recuerdo pertinente, en otro triste aniversario, de una de las mayores muestras de salvajismo del ejército sublevado en la Extremadura de 1936: la Matanza de Badajoz. 


15 AGO 2020 12:45


Hoy se cumplen 84 años de La Matanza de Badajoz, uno de los peores episodios de toda la Historia de esta tierra. El 15 de agosto de 1936 las tropas sublevadas, bajo el mando del general Yagüe, tomaban la ciudad de Badajoz desatando una represión sádica y sin medida.

Hacía menos de un mes que algunos militares se habían sublevado, dando un golpe de estado contra el Gobierno de la II República. Dicho golpe no triunfó, gracias a que en muchas ciudades del país la población civil y tropas leales frenaron la sublevación, dando comienzo a la Guerra Civil.

Después del mismo, el general sublevado Francisco Franco se hace con el mando de las tropas de África y, ayudado por la aviación nazi alemana y fascista italiana, cruza el Estrecho de Gibraltar. Apoyado por los bombarderos de Hitler y Mussolini, las tropas sublevadas emprenden su camino hacia el norte para tomar Madrid; el 1 de agosto, el ejército franquista alcanza y se hace con la ciudad de Sevilla.

Es entonces cuando Franco decide avanzar por Extremadura, para unir por el oeste las zonas ocupadas por los fascistas y controlar la frontera entre Portugal y España. Las órdenes son claras para los sublevados: deben actuar con dureza.

Poco tiempo después de la toma de Mérida, el ejército de Yagüe se instala ante Badajoz; tras tres días de bombardeos sobre la ciudad, el 14 de agosto de 1936, comenzaba el asalto a la ciudad...

El 7 de agosto de 1936 la Columna de la Muerte, las tropas golpistas comandadas por Queipo de Llano, acompañadas de aviones alemanes e italianos, llegan a Almendralejo. Allí, las tropas fieles a la República no ofrecen gran resistencia y se repliegan, excepto unos 40 milicianos que se atrincheraron en la torre de la Parroquia de la Purificación. Por ello, los mandos fascistas deciden quemar y cañonear la parroquia, con los resistentes en su interior.

Se calcula que unos 1.000 civiles fueron asesinados en los momentos posteriores a la toma de Almendralejo a manos del ejército franquista.

El 10 de agosto, la Columna de la Muerte consigue tomar Mérida, expulsando a los republicanos y uniendo así los territorios controlados por el bando sublevado. Después, el general Yagüe se pone al mando de las tropas y avanza hacia Badajoz.

Muchas personas de la zona intentaron refugiarse en Portugal ante la llegada de los fascistas, pero el dictador Oliveira Salazar apoyó a las tropas del ejército de Franco, permitiendo su rápido avance por el oeste y entregándoles a aquellas personas que llegaban a la frontera portuguesa huyendo de la guerra.

Poco después de la toma de Mérida, el ejército de Yagüe se instala ante Badajoz; tras tres días de bombardeos sobre la ciudad, el 14 de agosto de 1936, comenzaba el asalto a la misma. La resistencia republicana no fue suficiente y, tras pocos intentos, los militares fascistas consiguen penetrar la muralla.

Desde ese mismo momento las tropas del genocida general Yagüe llevan a cabo en la capital pacense una de las mayores matanzas de la Guerra Civil. Los soldados franquistas asesinan en la calle a los milicianos que, habiendo tirado sus fusiles al suelo, se rendían a su paso; incluso llegaron a asesinar a 43 de ellos que se encontraban heridos e indefensos en el hospital. En torno a las 12 de la noche el fascismo terminó por imponerse en Badajoz.



Se estima que 4000 personas fueron asesinadas por las tropas de Yagüe, el Carnicero de Badajoz, quien en una entrevista reconoció los hechos y el número de asesinatos.

Las horas posteriores fueron horrorosas para la Historia; dicen algunas crónicas que los cuerpos de civiles asesinados se amontonaban en la calle por centenares. Niños, mujeres y hombres fueron llevados a la Plaza de Toros, en un primer momento para ser fusilados allí, pero después se empleó el recinto para retener a todas aquellas personas que fuesen sospechosas de no ser fieles a la sublevación fascista o que pudiesen ser de izquierdas, homosexuales, sindicalistas, …, para luego fusilarlos en el cementerio.

Mientras los presos civiles eran conducidos a la tapia del cementerio para ser asesinados, los que permanecían en la Plaza de Toros eran humillados y torturados junto a los cadáveres que iban retirando los sublevados. Los cuerpos eran llevados a las cercanías del mismo cementerio, donde eran incinerados y enterrados en una fosa común.

Se estima que 4000 personas fueron asesinadas por las tropas de Yagüe, el Carnicero de Badajoz, quien en una entrevista reconoció los hechos y el número de asesinatos.

Al recordar lo que sucedió vienen a mi cabeza varias cosas, una de ellas es el desgarrador hecho de que esto mismo sigue pasando y repitiéndose en todo el mundo bajo los mismos pretextos y por los mismos motivos: el odio, la intolerancia, la supremacía…, la falta de humanidad y fraternidad. Lo segundo que se me pasa por la mente es que, quizás, estas fatales historias se siguen repitiendo porque no hemos sido capaces de aprender y de recordar el dolor que causaron veces atrás.

El genocidio de Yagüe provocó reacciones desfavorables en la prensa internacional; por ello, el bando fascista emprendió campañas de propaganda contra los republicanos

Yo soy extremeño, de Plasencia, y pocas veces había oído hablar de lo que había pasado en la tierra en la que vivo; es difícil aprender de la Historia cuando la memoria se altera y no se hacen esfuerzos por recuperarla. En Plasencia y en Cáceres el Golpe fascista triunfó, ambas ciudades se mantuvieron fuertemente militarizadas y se llevaron a cabo sacas y paseos durante los primeros meses de la Guerra. En Cáceres, por ejemplo, se sustituyó al Gobierno local y se reprimieron las huelgas que la clase trabajadora emprendió contra el régimen militar; en Plasencia, la Plaza de Toros también se convirtió en un campo de concentración y a los detenidos se les obligó a realizar trabajos forzosos en el que hoy es el Parque de los Pinos.

La matanza de Badajoz fue un episodio terrible, tanto que un oficial nazi que estuvo presente, Hans von Funk; aconsejaba en un informe a Hitler no enviar tropas alemanas a España debido a que “el salvajismo del ejército sublevado mermaría la moral de los soldados nazis”.

Además, el genocidio de Yagüe provocó reacciones desfavorables en la prensa internacional; por ello, el bando fascista emprendió campañas de propaganda contra los republicanos, atribuyéndoles, por ejemplo, la autoría de los bombardeos de Durango, Gernika, Castellón… También se impuso el silencio; aquellos hechos nunca habían sucedido, miles de asesinatos fueron acallados e informes y actas destruidos.

A pesar de todo, la Historia puede volver a llegar hasta nosotros; algunas veces lo hace en forma de dolor y sufrimiento, como el de aquellas personas que fueron torturadas, o las que nunca pudieron despedirse de sus familiares, aquellos a los que les destruyeron sus ciudades, sus casas y sus vidas, a los que nunca les dejaron buscar a sus seres queridos y a los que durante 40 años ni siquiera se les dejó hablar de ello.

A día de hoy los responsables de aquellos delitos de lesa humanidad: Yagüe, Asensio, Mola, Queipo de Llano…, son honrados con calles y plazas. Algunos que aún viven son reconocidos por los “méritos” de aquellos horrores, mientras sus crímenes siguen sin ser juzgados. Por su parte, la tapia del cementerio de Badajoz donde los agujeros de las balas servían de recuerdo, fue cubierta por el ayuntamiento y miles de personas con nombre y apellidos siguen silenciadas bajo la tierra de este país.

Poco podemos hacer nosotros por todas las víctimas que sufrieron la guerra, pero podemos restaurar la memoria, para ayudar a todos los que aún lloran la pérdida y para aprender y conseguir que cosas así nunca se vuelvan a repetir en ningún lugar del mundo, porque si se repitiesen borraríamos con dolor el dolor de la Historia.