Pedro Medina Sanabria: “En edificios que no dependen del ministerio de defensa se sigue manteniendo el ‘aguilucho’ en su portada”

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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Audio de la entrevista SB-Noticias/Juan Rafael Lorenzo.- El investigador Pedro Medina Sanabria, especializado en el estudio de la etapa histórica relativa a los años Guerra Civil y la posguerra franquista, comenta en Radio San Borondón que la doctrina que se explica en las academias de formación militar o de la policía está aún impregnada de cierta dosis de franquismo,  es decir, se cuenta siempre la historia desde el mismo lado, aunque también es verdad que actualmente hay muchos militares muy preparados, a diferencia del ejército en tiempos de Franco, que era en su mayoría analfabeto e ignorante. Respecto a la continuidad de la lucha por la recuperación de la Memoria Histórica, Pedro Medina explica que conoce la realidad de la Comunidad Valenciana, donde gobierna la derecha y dice que “allí se han obstaculizado sistemáticamente las labores de recuperación de la memoria histórica, negándose a excavar en lugares donde se sabe a ciencia cierta que hay  víctimas de la represión franquista y la alcaldesa de Valencia ha hecho todo lo posible por impedir que se pueda honrar a las víctimas”. Respecto a la permanencia de símbolos franquistas en Tenerife, señala que “aquí, en Tenerife,  ha desaparecido el escudo imperial de los entornos militares. Quedaba uno en el museo de historia de Almeyda y ya no está, igual que el que estaba en la antigua caja de Reclutas, en el Tribunal Militar,   donde tampoco está ya el escudo franquista y ha sido sustituido por el escudo actual. Sin embargo, en edificios que no dependen del ministerio de defensa siguen teniendo el “aguilucho” en su portada, y es así de lamentable.  Por último advierte que “el adoctrinamiento con el que se prepara a las Unidades de Intervención sigue siendo un adoctrinamiento de ceguera: cuando se da la orden hay que cargar, y es el momento en el que algunos miembros se pasan y hacen las canalladas que hemos visto. Malos tiempos para la lírica estamos viviendo” -concluye.