La Voz de Ronda 20.06.2015
MEMORIA/HOSPITAL
Enrique González Duro es psiquiatra, profesor universitario, historiador y escritor español. En uno de sus libros “Los psiquiatras de Franco” describe las técnicas de represión psiquiátrica contra “los rojos” y la justificación de la dictadura. La opresión franquista actuó en muchas facetas pero, sin duda, una de las más terribles fue la represión psicológica o psiquiátrica. Hace algún tiempo le hicieron una entrevista en la que afirmaba que la opresión franquista le hizo de izquierdas y la opresión eclesiástica le hizo ateo. Yo creo que la mayoría de los que luchamos contra la criminal dictadura de Franco podemos decir lo mismo.
Decía Enrique González Duro: La Alemania nazi gaseó a 300.000 enfermos mentales porque la psiquiatría nazi sostenía que el enfermo mental contaminaba la pureza de la raza aria. Aquí hubo una psiquiatría franquista muy siniestra, pero no se ha hablado mucho... argumentaba esa psiquiatría que los rojos eran locos, débiles mentales, tarados. Que el marxismo era una patología psiquiátrica y ser de izquierdas era una enfermedad mental y moral.
Esas barbaridades eran sostenidas por ilustres psiquiatras alineados con el bando franquista, sobre todo Antonio Vallejo-Nágera, Juan José López-Ibor y Marco Merenciano. Los psiquiatras republicanos fueron delatados como diabólicos y maléficos, como hizo en Barcelona Ramón Sarró con su insigne maestro Emilio Mira. La floreciente psiquiatría republicana resultó barrida. La psiquiatría franquista arguyó que los insanos rojos eran anti-españoles, porque lo sano es ser español, gótico y católico, ser heredero de los Reyes Católicos. Los moriscos y judíos eran a eliminar, lo mismo que la ilustración y la masonería, que eran contaminaciones foráneas. Por eso Franco se complació en el exterminio.
Cuando llegué a director del manicomio de Jaén en 1982, desmantelé ese estado de cosas. Pregunté por qué estaba ingresado cada paciente. Había casos en que ni los psiquiatras lo sabían. Abrí las puertas y descubrí que una mujer llevaba allí 14 años encerrada por haber sido madre soltera. Era una psiquiatría inquisitorial. De hecho, Vallejo-Nágera sugirió seriamente resucitar la Inquisición.
Esa atmósfera opresiva destrozó vidas, provocó suicidios... Se teorizaron otros delirios como que había rasgos físicos delatores de los rojos: se afirmaba que eran feos. Todos los soldados republicanos fueron sometidos a cuarentena en campos de concentración para descontaminarlos. Para Vallejo-Nágera su bestia negra eran las milicianas. Que una mujer fuese roja le desquiciaba: las llamaba “marxistas delincuentes femeninos” para no denominarlas “mujeres” y sostenía que los rojos eran seres inferiores coincidiendo con Franco que decía que los había incorregibles, y a esos se les fusilaba. El fusilamiento como terapia social.
Ya dijo Franco que “cuantos más enemigos mueran, mejor”, que salvaría a España aunque tuviese que fusilar a la mitad de los españoles. Esa regeneración de España proseguía en cárceles y manicomios: el interno era visto como enemigo objeto de “merecido castigo”. Y muchos bebés recién nacidos allí de parturientas rojas fueron separados de sus madres y entregados en adopciones bajo cuerda para salvarlos del contagio rojo.
Extracto de un informe médico actual: La trabajadora me comunica que se encuentra en situación de baja laboral por cuadro ansioso depresivo y que la inspección médica ha procedido a darle el alta médica por lo que se solicita que se efectúe una valoración de su aptitud laboral... ansiedad... llanto... pérdida de peso... La trabajadora aporta informe emitido por la unidad de salud mental. Refiere acoso laboral por parte de la dirección y maltrato psicológico... Tras una tensa situación en la que el Sr. Gerente se dirigió a mí a base de gritos y aspavientos me exigió una ampliación del informe a lo que me niego...
Leido esto hay que preguntarse ¿es que realmente han cambiado las cosas, o prosigue la misma opresión revestida con ropajes aparentemente democráticos? El paro, los desahucios, la pobreza, la depresión causada por el acoso laboral (mobbing) y el despido tienen el mismo origen que aquella opresión fascista contra la que lucharon los mejores hombres y mujeres de Ronda.
Francisco Pimentel
Asociación Memoria Histórica de Ronda
asociacionmemoriahistorica
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