Dice abajo: El fusilamiento fue ejecutado por soldados de reemplazo de la División Brunete. Estremecedor: niños de 20 años obligados a disparar.
Y doblemente estremecido yo: hice la mili de julio del 79 a agosto del 80 en la Brunete.
http://www.buscameenelciclodelavida.com/2013/04/192-julian-grimau-in-memoriam.html
Julián
Grimau, in memoriam.
En la
madrugada del 20 de Abril de 1963 Julián Grimau es trasladado al campo de
tiro de Carabanchel y veintisiete descargas de fusil y dos tiros de gracia
acabaron con su vida. El fusilamiento fue ejecutado por soldados de
reemplazo de la División Brunete. Julián Grimau no quiso que le vendaran
los ojos.
Su delito:
Rebelión contra el régimen. Los cargos imputados a Grimau, cometidos en
1938 habían prescrito según el código de justicia militar vigente cuando se
realizó el juicio farsa. No fue problema, le aplicaron el código de 1894,
siendo acusado de rebelión continuada, alegando que durante la posguerra había
continuado la lucha armada contra el régimen, a pesar de su prolongado exilio.
De
nada sirvieron los más de 800.000 telegramas que llegaron a Madrid
solicitando que no fuera ejecutado. El papa Juan XXIII, Nikita Jruschov,
J.F.Kennedy, Willy Brandt, Harold Wilson, Aldo Moro, el cardenal Montini y Jean
Paul Sartre pidieron a Franco clemencia para el reo. El pequeño dictador, como
siempre, desoyó todos ellos con la misma frialdad con la que firmaba las sentencias
de muerte.
El 18
de abril de 1963 a las 8:20 horas, se inició un Consejo de Guerra contra Grimau
bajo la presidencia de Valentín Bulnes Alonso, coronel de caballería. Los
vocales fueron los capitanes Francisco Bravo Serrano, José Domínguez González y
Luis Valín Gómez y el comandante Manuel Fernández Martín. Este último,
exdirector de los campos de concentración franquistas en Extremadura, actuó
como ponente y contaba en su haber con cerca de mil penas de muerte. Sorprende
saber que no poseía Licenciatura en Derecho. La Fiscalía recayó en Enrique
Amado, cuñado del secretario general del Movimiento, José Solís.
No
pudo ser defendido por su abogado, Amandino Rodríguez, ya que el reglamento
establecía que al tratarse de un Consejo de Guerra debía hacerlo un militar,
así que su defensa la ostentó el capitán Alejandro Rebollo Álvarez-Amandi,
integrante de Acción Católica y que más tarde fue diputado por la UCD.
En el
Consejo de Ministros que debía ratificar la condena y que tuvo lugar nueve
horas antes del fusilamiento, ninguno de los asistentes votó a favor de la
concesión del indulto. Entre ellos se encontraba Manuel Fraga.
Unos
meses antes, el 7 de noviembre de 1962, Julián Grimau había sido detenido en
Madrid, tras ser delatado por un “camarada”. Durante el interrogatorio policial
fue torturado y en un intento de simular su suicidio, arrojado desde una
ventana. Según consta en el informe emitido por el Centro Asistencial de la
calle General Ricardos, el paciente tenía: "Herida contusa
estrellada en región frontal izquierda con hundimiento óseo y salida de masa
encefálica; fracturas de ambas muñecas, con luxación interfalángica en dedo
medio de la mano derecha; pérdida de conocimiento".
Según
Manuel Fraga, Ministro de Información, Grimau recibió un trato exquisito
manifestando que en un momento de su interrogatorio se encaramó a una silla,
abrió la ventana y se arrojó por ella de forma "inexplicable" y por
voluntad propia. En este punto exacto hay recordar dos panfletos publicados por
Fraga en 1963, titulados “Julián Grimau o el arte de fabricar
una víctima” y “Crimen y castigo”.
La
familia de Julián Grimau, casi en solitario, sin apoyo de partidos políticos,
no han dejado de luchar por limpiar la memoria del dirigente comunista. En 1990
el Tribunal Supremo revisó la causa, pero la dio por buena.
No
olvidamos. No perdonamos.
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