dijous, 21 de juliol del 2016

ACTUALIZADO (2). SEVILLA RINDE HOMENAJE A LOS ESCLAVOS DEL FRANQUISMO.


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Texto pie de foto: 
Inauguración del monolito en recuerdo de los presos republicanos recluidos en el campo de concentración del espacio conocido como El Colector
Un colector de claveles para los esclavos del franquismo
Emotiva inauguración del monumento en homenaje a los presos de trabajos forzados
un con 80 años de retraso, los alrededor de 250 presos que construyeron el colector que sirvió para desplazar las aguas pluviales y residuales lejos de Heliópolis y La Palmera, a través de los 6,5 kilómetros de tubería, vieron en la tarde de este lunes, en una fecha tan señalada como el 18 de julio, reconocida y agradecida su denodada labor. No lo vieron con sus propios ojos, obviamente, sino con los de las más de 200 personas reunidas en el Parque del Guadaíra, a apenas 100 metros de donde se ubicó el campo de concentración donde fueron recluidos, para homenajearlos.
Y lo vieron con los ojos increíblemente azules y llenos de verdad de Nicolás Sánchez Albornoz, superviviente del «destacamento penal» de Cuelgamuros, quien realizó trabajos forzados durante meses de 1948 en el Valle de los Caídos, hasta que logró huir; y que fue el encargado de retirar la tela negra que cubría el monolito de hormigón en recuerdo de los esclavos del franquismo, invitado por el grupo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (RMHSA-CGT), impulsor de este homenaje perseguido desde años atrás.
«Me gusta estéticamente y me complace ver que las rejas del monumento tienen un agujero en medio, que es por donde yo me escapé», bromeaba a sus 90 años Sánchez Albornoz, a lo que Cecilio Gordillo, coordinador de RMHSA-CGT, añadía más tarde que«estas rejas, como todas las rejas, se merecen ser forzadas».
Y es que el monolito en cuestión, un bloque rectangular de hormigón –de forma similar a la estructura del campo de concentración– con una enorme tubería de acero y un enrejado visiblemente forzado, se llenó de claveles rojos aportados por los vecinos de Heliópolis, y también de banderas republicanas hacia las ocho de la tarde, cuando un tren de mercancías pasaba por allí y saludaba a los presentes con un sonoro y largo pitido.
Un paso más, no la meta
El acto fue introducido por el antropólogo Ángel del Río: «Hoy es un día largamente esperado», dijo, pero «no es una meta sino un paso más que debe servir de estímulo para seguir avanzando», en lo que retó «a las instituciones, que cuando no fueron remisas y timoratas se mostraron contrarias a recordar cualquier cosa relacionada con el franquismo».
El historiador José Luis Gutiérrez recalcó que «el trabajo esclavo no fue una anécdota sino una de las columnas vertebrales del régimen franquista» y «no sólo tuvo una finalidad de explotación económica; también de redención del rojo, había que limpiarle las ideas».
El Ayuntamiento de Sevilla estuvo representado por Carmen Castreño, primera teniente alcalde –también estuvo Joaquín Castillo, delegado del distrito; además de Susana Serrano (Participa Sevilla) y Javier Moyano (Ciudadanos)–, quien destacó que el monumento es «un recuerdo de aquellas personas a las que cercenaron su libertad por sus ideales, y que pagaron con su vida y con su sufrimiento la construcción de espacios públicos que hoy son fundamentales para la ciudad».
La joven cantautora Lucía Sócam puso el broche al acto recordando «a esos hombres y mujeres con nombre y apellido». Y unmanolito.

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Sevilla rinde homenaje a los esclavos del franquismo
► Un bloque de hormigón reciclado sirve como monumento y reconocimiento de la ciudad a los presos políticos que el régimen dictatorial usó como mano de obra forzada
► El de Heliópolis fue uno de los 55 campos de concentración que hubo en Andalucía y por el que penaron unos 100.000 reclusos
ELDIARIO.ES | JUAN MIGUEL BAQUERO | 18-7-2016
En una ciudad barroca y con un punto narcisista, un bloque de hormigón reciclado sirve de homenaje a los presos esclavos del franquismo. No hace falta más, dicen, que traer restos del pasado para hacerlos memoria presente. Y así, con los restos megalíticos de una antigua construcción convertido en obra de arte, Sevilla honra a los "presos políticos" que construyeron 'El Colector' del barrio de Heliópolis.
Para la inauguración del primer monumento de tales características en Andalucía, una fecha clave: el 18 de julio de 2016, a 80 años del golpe de Estado militar y del inicio de la guerra civil española. Contó con la participación del historiador Nicolás Sánchez-Albornoz. Expreso fugado de Cuelgamuros, donde se levantaba el Valle de los Caídos, narró su testimonio cargado de "dramas humanos" y de cómo la dictadura usaba los destacamentos penales para sacar rendimiento económico.
El Ayuntamiento sevillano fue "beneficiario de aquella primera obra pública realizada por los presos del franquismo", recuerda el grupo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (Rmhsa de CGT-A) en un comunicado. El colectivo memorialista ha promovido un reconocimiento "reivindicado desde 2002" y que ha contado con el respaldo del Consistorio hispalense.
Iniciada en 1937, el incipiente régimen rebelde activó un campo de concentración junto al Puerto de Sevilla y el actual Parque Guadaíra y la avenida de Las Razas. Sería "uno de los primeros de España" y sirvió "de modelo a lo que sería la ingeniería esclavista del franquismo". Unos 250 prisioneros de los rebeldes construyeron un colector de aguas residuales para mejorar una zona residencial edificada en la Exposición Universal de 1929.
Uno de los 55 campos de concentración de Andalucía
La ejecución fue encargada a la empresa Entrecanales y Távora, germen de la actual Acciona. El plano del campamento tiene fecha: Burgos, 7 de julio de 1937. Y la idea, el mandato, parte de las autoridades golpistas de la ciudad encabezadas por el general Gonzalo Queipo de Llano y el alcalde, Ramón de Carranza, además del Gobernador Civil, Pedro Parias, y el presidente de la Diputación,Joaquín Benjumea. El presupuesto de la construcción fue de 155.520,61 pesetas pero el coste final ascendió a 182.543,38.
El de Heliópolis era uno de los 11 campos de concentración que existieron en la provincia sevillana. Por aquellos destacamentos pasaron miles de presos políticos usados como mano de obra gratuita. Como esclavos. En Andalucía, unos 100.000 reclusos penaron por 55 centros de internamiento y trabajo forzado.
Sevilla, de este modo, "da un reconocimiento a todos los presos y salda, en parte y de forma simbólica, la deuda que se tiene con ellos", apunta el coordinador del grupo memorialista de CGT, Cecilio Gordillo. A la inauguración del monumento asistieron, entre otros, el director general de Memoria Democrática de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Javier Giráldez y la concejal sevillana de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales, Carmen Castreño. El acto fue presentado por el antropólogo Ángel del Río, junto al historiador José Luis Gutiérrez Molina, y contó con la actuación de la cantautora Lucía Sócam.
Nicolás Sánchez-Albornoz quiso terminar "con una nota de humor" referida al bloque de hormigón y su reciclaje artístico. "El monumento me gusta estéticamente y además su simbolismo, esas rejas que representan la prisión y que tienen un agujero… por donde yo me escapé". Rememoraba, sonriente, su propia fuga de Cuelgamuros a finales de los años 40 del siglo pasado.
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Sevilla. El Parque Guadaíra acoge un monolito en homenaje a los presos republicanos de «El Colector»
► Fueron forzados a participar en diferentes obras públicas de la ciudad.
► 250 presos albergó en sus inicios a partir de un modelo de confinamiento y trabajos forzados que se exportó al resto del país y que derivó posteriormente en prisión con capacidad hasta para 900 personas, la mayoría procedente de Levante y Catalunya
TELEPRENSA.COM | SEVILLA | 18-7-2016
El Parque Guadaíra acogerá desde este lunes el monumento a los prisioneros republicanos que fueron concentrados en Heliópolis en el espacio entonces conocido como ‘El Colector’.
Fue éste el primero de los siete campos de concentración que se distribuyeron en la ciudad, y estableció un modelo que se exportó a otros puntos de la geografía española.
Durante su actividad, esta instalación llegó a confinar hasta 250 reclusos que eran destinados a trabajos forzados, como la canalización externa del Río Guadalquivir de las aguas residuales y las lluvias de Heliópolis y La Palmera, corrigiendo las deficiencias de la urbanización de estos espacios en el año 1929.
Este monolito es también un recuerdo de los trabajos que tuvieron que desarrollar los reclusos, como fue el propio campo y esa primera obra de la que fue beneficiaria el Ayuntamiento de Sevilla, que adjudicó los respectivos contratos a la empresa Entrecanales y Távora, según documento que permanece en el Archivo Municipal. La historia recoge cómo este espacio llegó a convertirse en la Prisión Habilitada de Heliópolis, que llegó a tener una capacidad de 900 presos procedentes en su mayoría de campos de concentración como el de Sanlúcar la Mayor, y en la que se recluían a presos de Levante y Catalunya.
La colocación de este homenaje ha sido una iniciativa que reclamaban entidades y colectivos como CGT y en la que ha colaborado el Ayuntamiento de Sevilla. En el acto ha participado la teniente de alcalde Carmen Castreño, quien afirmó que la inauguración de este monolito corresponde a una “demanda histórica” de colectivos y entidades que reclamaban “un recuerdo para aquellas personas a las que cercenaron su libertad por sus ideales democráticos, y que pagaron con su vida y con su sufrimiento la construcción de espacios públicos que hoy son fundamentales para la ciudad”. Por ese motivo, el Ayuntamiento de Sevilla pretende devolver “el honor y el reconocimiento al dolor en un espacio de la Memoria Histórica de este país como es justo y necesario”.