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El volumen es el tercer libro producido por Ediciones Dau y que, según su editor Torn Barnils, es una aproximación rigurosa a aquel conflicto desde el punto de vista de la cartografía.
Mapas inéditos de los bombardeos sobre Albacete, Cartagena y Jaén durante la Guerra Civil española y de la «Operación Úrsula» en Málaga, donde se hundió un submarino de la República, son algunos de los materiales que incluye el volumen «La Legión Cóndor», que introduce por primera vez los nombres de los 299 alemanes muertos.
Este volumen, publicado por Ediciones Dau, es el tercero del «Atlas de la Guerra Civil española» tras los dedicados a «La sublevación» y «Las Brigadas Internacionales», que según su editor Ton Barnils son un aproximación rigurosa a aquel conflicto desde el punto de vista de la cartografía.
La Legión Cóndor, ha recordado el autor de la obra, el historiador Jordi Barra, en una entrevista a Efe, fue «una fuerza de intervención mayoritariamente aérea que Hitler envió para luchar en la Guerra Civil y su presencia a lo largo de todo el conflicto fue decisiva en varios frentes como el Norte y la destrucción de Guernica».
Bombardeos
A lo largo de las páginas del ensayo, el lector puede observar que «además de los bombardeos sobre la población civil, la Cóndor participó en muchas batallas, entre ellas Brunete, Teruel y el Ebro».Según Barra, el objetivo de este libro, en el que el equipo editorial ha invertido dos años, es «ver de dónde vienen esos soldados alemanes, para qué vienen y finalizada la guerra los acompañamos hasta la Segunda Guerra Mundial».
Como señala el historiador José Luis Martín Ramos en la introducción, la Legión Cóndor, la «unidad estrella» de la ayuda alemana a los sublevados, fue decisiva para que la República no se rehiciera tras el fracaso de las tropas franquistas en la conquista de Madrid a finales de noviembre de 1936. Considerando sólo los aviones, Alemania, añade Martín Ramos, envió a España más de 800 aparatos, el último centenar en el primer trimestre de 1939.
El Atlas describe con precisión otros episodios de la contienda como el paso del estrecho de Gibraltar, «el primer puente aéreo de la Historia», el intento fallido de rescate de José Antonio Primo de Rivera o la visita a Madrid de Himmler.
La Cóndor fue además, según Barra, «un laboratorio de pruebas de tecnologías, tácticas, munición, materiales y aviones, que Alemania utilizó después en la 'guerra relámpago' o en los bombardeos masivos de poblaciones urbanas, como en Polonia o en Londres».
Viaje por los frentes
Los mapas conducen al lector, ha remarcado Barra, por los frentes más relevantes de la Guerra Civil, desde su primera intervención en agosto de 1936 en Cádiz, adonde llega el primer barco con soldados que simularon ser turistas, hasta el desfile de la Victoria en Berlín por Unter der Linden ante Hitler en junio de 1939.
Un mapa desplegable a tres páginas reproduce los tres ataques de los Junkers-52 «en alfombra, a través de un corredor y combinando una treintena de toneladas de bombas explosivas e incendiarias, y otro mapa evoca «el largo viaje» que el famoso cuadro de Picasso desde París por Escandinavia, Gran Bretaña, EEUU, por todo el mundo cuando se encontraba en el MOMA, y hasta su instalación definitiva en Madrid en 1981.
En el caso del bombardeo de Albacete, el Atlas aporta datos inéditosfacilitados por el historiador Antonio Selva Iniesta antes de la publicación de su reciente investigación. En esta ciudad manchega, donde murieron 130 personas, era un enclave estratégico, pues era nudo de comunicaciones de carretera y ferroviario y base de las Brigadas Internacionales; y allí la Cóndor en su octavo bombardeo, durante más de seis horas, el 19 de febrero de 1937 bombardeó a intervalos de 10 a 20 minutos con un total de 23 oleadas.
Asimismo se ha incluido el bombardeo de Jaén, aclara Barra, «para desmentir una falsa atribución, pues el ataque fue obra de aviones alemanes -Junkers-52-, pero las tripulaciones eran españolas».
Uso armamento
Precisamente, otra de las aportaciones de este ensayo cartográfico es un mapa dedicado a la formación táctica y uso de armamento, a cargo del grupo Imker, que instruyó a 56.000 españoles, es decir, "forman a la plana mayor del ejército español".
El «Atlas de la Guerra Civil española» continuará con un volumen dedicado a las víctimas, anuncia Barra, «un tema siempre delicado, pero que es necesario abordar, porque no se trata de hablar meramente de las víctimas de la guerra, sino también de los niños de la guerra, de los exiliados, de la persecución de curas, de la destrucción del patrimonio histórico, del salvamento del Museo del Prado, de la matanza de la plaza de toros de Badajoz y de Paracuellos».
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