dissabte, 27 de febrer del 2016

"Un cesto de mazás": la historia de la represión, en 17 vidas mutiladas.


http://www.farodevigo.es/portada-ourense/2016/02/27/cesto-mazas-historia-represion-17/1412428.html


El libro de Montse Fajardo recopila relatos, en algún caso en primera persona, de víctimas del 36 en varios puntos de Galicia

27.02.2016 | 02:55
Cáccamo con Sueiro, Fajardo y Huete ayer en el Liceo. // Jesús Regal
Cáccamo con Sueiro, Fajardo y Huete ayer en el Liceo. // Jesús Regal
El Liceo de Ourense acogió en la noche de ayer la presentación de "Un cesto de mazás: Memoria das vitimas do 36 e do tempo que veu", de la periodista y escritora de Vilagarcia Montse Fajardo, un trabajo en el que la autora recrea en la voz de familiares y amigos de los protagonistas y en algún caso de perseguidos que sobrevivieron, dieciséis años de aquella etapa crítica de la historia de España.
Después del éxito de su obra "Matriarcas", que agoto sus tres ediciones en apenas tres meses, Fajardo presentó ayer un trabajo que hablan de "paseos, paredones, cárcel. exilio, depuración". Historias como la de Manuel García Amoedo, de Vilaboa, que estuvo escondido tres años bajo tierra en una cuadra. La de Josefina Arruti, que tuvo que vivir el exilio de su marido, Bibiano Fernández. Del ribadaviense Ramón Barreiro, periodista de La Hora, asesinado en 1936 y enterrado en una fosa.
Historias como la que titula "21 días", en la que aparecen las cartas que escribió, antes de morir fusilado, el profesor socialista de A Cañiza Antonio Mojón.
La autora estuvo acompañada ayer por Carmen Sueiro, en representación de Amigos da República, que organizaba este acto, el poeta Xosé Álvarez Cáccamo y Ánxel Huete, nieto de Ángel Huete y Herminia, protagonistas de uno de los capítulos del libro, el que narra la vivencia de la la familia de Ángel Huete, capitán del ejército republicano, que trabajó muy cerca de Largo Caballero durante la guerra civil. Para la autora este trabajo pretende una vez más "recuperar la voz de la víctimas directas", es decir de aquellas que perecieron en esa guerra fratricida y "de las víctimas colaterales" que siguieron viviendo a veces escondidas bajo tierra.