- Òmnium Cultural organiza un acto en la prisión de Barcelona coincidiendo con el 41 aniversario de la muerte del dictador
Quizá la prisión Modelo o la comisaria de la Policia Nacional en Via Laietana de Barcelona sean dos de los puntos obligados de la memoria histórica del franquismo en Catalunya. Precisamente, la prisión ha sido el escenario elegido este 20N para que una de las entidades soberanistas con más ascendencia, Òmnium Cultural, haya celebrado un sentido acto de homenaje a los represaliados por el fascismo español. Un homenaje que también ha servido para reclamar el centro penitenciario como un espacio para la memoria histórica en el nuevo plan de Usos que proyecte el ayuntamiento. Ada Colau se ha comprometido a cumplirlo en breve.
”Hoy hace 41 años que murió Franco de viejo pero desgraciadamente, el franquismo no ha muerto del todo”. Esta ha sido la frase de bienvenida del conseller de Justícia, Carles Mundó, que ha abierto el homenaje protagonizado por víctimas y presos políticos encausados por el franquismo. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y el conseller de Exteriors, Transparencia y Relacions Institucionals, Raül Romeva, y el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart han escuchado a expresidiarios del régimen como Josep LluísCarod-Rovira, el abogada Magda Oranich; el historiador Augustí Alcoverro; la demógrafa Anna Sallés, o el abogado Josep Cruanyes que, uno a uno, han explicado su experiencia personal con la prisión y la dureza del régimen contra el activismo político. Algunas, como la abogada de Txiqui, ha enseñado los casquillos de las balas con que el franquismo le fusiló.
Los catalanes hemos sufrido el silencio de la dictadura y el olvido impuesto por la transición”
Cuixart ha concluido el homenaje con un duro discurso en el que ha pedido al Ayuntamiento de Barcelona que convierta la prisión en un espacio para la memoria histórica. “Estas paredes fueron testimonio de una auténtica barbarie”, ha sentenciado el presidente de Òmnium para argüir su petición. Una petición que la alcaldesa Colau ha recogido pronosticando su cumplimiento “en breve”.
Por otro lado, Cuixart ha reprochado al Estado que todavía “no haya juzgado el franquismo”. “España no ha pasado cuentas con su pasado totalitario”, ha insistido. Una situación que ha tildado de “inaceptable en la Europa del siglo XXI”. “Se hizo una la ley de aministía que sirvió para los que firmaban penas de muerte pudieran pasar a ocupar sillas en ministerios o en consejos de administración de empresas públicas sin haber de sentarse nunca en el banco de los acusados”, ha remachado Cuixart. Para el presidente de Òmnium es necesaria una “república catalana que permita hacer justícia y reparar las víctimas como se merezcan”.
Colau, en su parlamento ha reclamado evitar la “impunidad del franquismo”, como que se permita la existencia “indignante” de la Fundación Francisco Franco. La alcaldesa ha recordado que el ayuntamiento se personará en las dos querellas instadas por los bombardeos que recibió Barcelona por la aviación italiana. Asimismo, ha anunciado coordinación con ciudades como Durango y Gernika para evitar la impunidad de los bombardeos que sufrieron. Colau ha concluido su intervención exigido “libertad, fraternidad e igualdad” así como un simbólico “Viva la República y Catalunya”.
Por su parte, Forcadell ha asegurado que los catalanes “hemos sufrido el silencio de la dictadura y el olvido impuesto por la transición”. “Los catalanes no buscamos venganza, somos un pueblo tenaz que queremos reparación”, ha advertido.
Variedad de asistencia
También han asistido al acto el músico Carles Santos; la expresidenta del Parlament, Núria de Gispert; los tenientes de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello y Jaume Asens; los presidentes de los grupos parlamentarios de la CUP y Junts pel Sí, Mireia Boya y Jordi Turull; el exdiputado de la CUP, David Fernàndez; el presidente de la ANC, Jordi Sànchez; el exalcade de Barcelona, Xavier Trias; la alcadesa de Berga, Montse Venturós; la diputada de Catalunya Sí que es Pot, Jèssica Albiach; o los secretarios generales de UGT y CC.OO. en Catalunya, Camil Ros y Joan Carles Gallego, entre diversos representantes civiles y políticos.
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