dissabte, 24 de gener del 2015

22 enero 1939. Inicio del efímero exilio de Antonio Machado. Había de morir justo un mes más tarde en Cotlliure.


Era la medianoche del 22 de enero de 1939, cuando Antonio Machado se vistió con su mejor traje: azul marino, limpio y bien planchado. En su mano, un maletín repleto de papeles y documentos, los más valiosos para él. Esperó al coche que habría de recogerle junto con su familia para llevarle al exilio desde Barcelona. Compartió caminos, carreteras secundarias, ciudades y pueblos abarrotados de los que como él, huían de los bombardeos y la barbarie franquista.
Fotografía: Antonio Machado camino del exilio en la casa Santa María, en Raset, aldea próxima a Cervià de Ter (Gerona), entre el 23 y 26 de enero de 1939, con José Machado (de pie, a la derecha), el doctor José María Sacristán, el catedrático de ciencias naturales Enrique Rioja y el filósofo Juan Roura Parella