dissabte, 11 d’abril del 2015

Jack Shirai, Voluntario Internacional Japonés, capido en Brunete


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Entiendo que "capido" es "muerto" aunque he buscado en Google, en la RAE, Panhispánico de dudas, Uso del español de María Moliner, General de la Llengua Catalana y Général de la langue française y no encuentro el puto "capir" ni "capido" y el caso es que me suena de un arcaico "morir". Bueno, y el kaputt alemán. Está el italiano "capire" y catalán "capir", comprender 

Jack Shirai, Voluntario Internacional Japonés, capido en Brunete
La historia de Jack Shirai es muy poco conocida en su país natal y prácticamente inédita en España. Tras abandonar como marino Japón y vivir ilegalmente en Nueva York, este joven acabó en las Brigadas Internacionales. Mitad por su afán aventurero mitad por su conciencia comunista, se vió envuelto en una de las guerras más sangrientas y románticas del siglo XX. Y le costó la vida. Una bala le alcanzó en el frente de Brunete en 1937. Sus restos deben reposar en un lugar llamado el Cerro del Mosquito.
Su aventura militar comenzó en Albacete, donde las Brigadas tenían su cuartel general. Justamente ensayaron la marcha en fila y el orden de formación y recibieron instrucciones por parte de un comisario francés cuyo idioma apenas entendían. Por suerte, Shirai fue destinado a la cocina dada su preparación y porque era un puesto esencial para el batallón: "Eres tan imprescindible como el médico", le dijo el responsable del Abraham Lincoln. Pero Jack no renunció a su deseo de pelear en las trincheras y tras las bajas por el acoso de la aviación, el calor del verano y el frío del invierno, lograría encontrar un puesto en la sección de ametralladoras.
El itinerario del batallón de Jack por el frente de Madrid (Jara, Pingarrón, Jarama...) hasta llegar a la batalla de Brunete de junio de 1937. Se trataba de una amplia ofensiva organizada por el general Vicente Rojo en la que iban a tomar parte casi 70.000 soldados republicanos, entre ellos 12.245 brigadistas.
El ejército de Franco estaba liquidando el frente norte y la República quería distraer su atención y romper el cerco de Madrid. Pese a estar en inferioridad de condiciones, el batallón Abraham Lincoln debía tomar un cerro estratégico llamado del Mosquito. Fue un suicidio y justamente lograron defender sus posiciones en la parte baja de la colina ante la contraofensiva nacional. Jack Shirai había dejado el cazo y manejaba una ametralladora pesada.
La situación se complicaba porque el fuego enemigo había bloqueado una camión que venía con víveres. Jack, sabedor de la importancia de la manutención, salió de la trinchera para tratar de empujar el vehículo y una bala le atravesó la cabeza. Jack era muy apreciado en su batallón y recibió el difícil honor, en esas condiciones, de ser enterrado. Sin embargo, su gobierno aún no ha reconocido su aportación por la democracia y la libertad.
Andreu Castells, en su obra Las Brigadas Internacionales en la Guerra de España, da el numero de 30 Chinos, de los que sobrevivieron 21 a la Guerra. También aparece un Mongol, 20 Japoneses, 4 Indochinos y 16 Filipinos, todos luchando en el bando republicano.