http://www.foroporlamemoria.info/2012/11/el-rescate-de-la-verdad/
Juan Cigarría. El Comercio, 28-10-2012 - 1 noviembre 2012
FAMYR publicará próximamente la investigación que está realizando sobre la represión en los concejos de Cangas de Onís y Parres
JUAN CIGARRÍA. FORO POR LA MEMORIA DEL ORIENTE DE ASTURIAS
EL RESCATE DE LA VERDAD
Alrededor de 300 vecinos de Cangas de Onís –el 3% de la población– fueron juzgados por el aparato jurídico-militar del franquismo ntre 1937 y 1941, según se desprende de la investigación que está realizando la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR) en los concejos de Cangas de Onís y Parres y que se recogerá en su nuevo libro.
El número de consejos de guerra en el concejo de Parres fue mucho menor, aunque en este municipio, sin embargo, se cebaron con las ejecuciones indiscriminadas. De hecho, hay catalogadas cuatro fosas civiles en las que reposan una treintena de personas, aunque la cifra de víctimas se incrementa a medida que avanza la investigación. Se han hallado evidencias de la existencia de varias fosas de combate en las que reposan los cuerpos, según las fuentes orales, de decenas de milicianos aun enterrados y olvidados. Hay que añadir un curioso componente de represión de clase: un porcentaje elevadísimo de los represaliados y ejecutados en los concejos eran labradores.
El número de consejos de guerra en el concejo de Parres fue mucho menor, aunque en este municipio, sin embargo, se cebaron con las ejecuciones indiscriminadas. De hecho, hay catalogadas cuatro fosas civiles en las que reposan una treintena de personas, aunque la cifra de víctimas se incrementa a medida que avanza la investigación. Se han hallado evidencias de la existencia de varias fosas de combate en las que reposan los cuerpos, según las fuentes orales, de decenas de milicianos aun enterrados y olvidados. Hay que añadir un curioso componente de represión de clase: un porcentaje elevadísimo de los represaliados y ejecutados en los concejos eran labradores.
La investigación que está realizando la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR) sobre la represión franquista en los concejos de Parres y Cangas de Onís, refleja que durante el periodo 1937-1941 se ejerce sobre la población «desafecta» una represión violenta e indiscriminada ejercida por falangistas de los concejos.
La inmediata posguerra, tras la caída del Frente del Norte, es la más dura en este aspecto. Se han constatado varias decenas de personas repartidas por las diferentes fosas de los concejos, si bien esta cifra no está cerrada. Cerca de la mitad de las víctimas estarían sepultadas en la Fosa común de El Fitu. A estas fosas con víctimas civiles hay que añadir la existencia de fosas de combate, aunque es difícil precisar si estas víctimas milicianas se producen en acciones de guerra o son ejecutadas.
En el caso de Cangas de Onís, más del 3% de la población del concejo –unas 300 personas, aproximadamente, ya que la población de Cangas de Onís, entre 1930 y 1940 rondaba los 10.000 habitantes– fue juzgada por el aparato jurídico- militar del franquismo entre los años 1937 y 1941. El 96,15% de los Consejos de Guerra fueron celebrados en Gijón, aunque se dan casos en Pontevedra o Astorga. Lo que destaca de esta «justicia» es la absoluta arbitrariedad en la aplicación de la ley. Sesenta personas fueron fusiladas de las que siete fueron ejecutadas en Oviedo.
Las personas que sobrevivieron a los consejos de guerra fueron repartidas por toda la geografía carcelaria del Estado a cumplir las distintas condenas o fueron encuadradas en Batallones de Trabajo esclavo. Hay que destacar la represión sobre las mujeres o viudas de los presos y como estas fueron utilizadas como verdaderas sirvientas del Régimen, como limpiadoras o cocineras de falangistas y militares. A las duras condiciones de supervivencia de la posguerra tenían que añadir el estigma de ser familiares de represaliados. De 1941 a 1950, ante la presencia de «huidos» y guerrilleros se suceden episodios de enfrentamientos entre estos y la Guardia Civil.
La violencia se ejerce sobre las familias de los «huidos» a fin de obtener el paradero de estos.
A la represión militar hay que añadir la económica ejercida por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes, en un primer momento, y por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas. Se han constatado la instrucción de varios expedientes a vecinos y vecinas de los concejos, así como diversas multas e incautaciones de negocios. Se está investigando, también, la depuración de los funcionarios.
La violencia se ejerce sobre las familias de los «huidos» a fin de obtener el paradero de estos.
A la represión militar hay que añadir la económica ejercida por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes, en un primer momento, y por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas. Se han constatado la instrucción de varios expedientes a vecinos y vecinas de los concejos, así como diversas multas e incautaciones de negocios. Se está investigando, también, la depuración de los funcionarios.
La investigación sigue abierta con la recogida de testimonios que suplan el vacío documental y echen luz sobre estos oscuros y olvidados episodios de nuestra historia más reciente. Para poder reconstruir los sueños y reivindicaciones que dieron sentido a la vida y a la lucha de las víctimas y lograr que estas injurias a la dignidad humana no vuelvan a repetirse, es preciso recuperar la verdad y vencer al olvido y el miedo.
Uno de los desafíos más grandes de nuestra sociedad es el de recuperar la voz de las víctimas, solo siendo atentos a su voz, dándoles valor para vencer el miedo, sanar sus heridas y revivir sus luchas, se podrá sacar a la luz la verdad. El desconocimiento de la verdad conlleva a que el Estado imponga una ley de «perdón y olvido», bajo la cual se hace a un lado la memoria histórica, se desconoce la verdad de las víctimas y se incrementa la impunidad, lo cual se evidencia en los beneficios suministrados por el Estado a los victimarios, quienes lejos de responder por sus crímenes se ven cobijados con el olvido y la distorsión de la memoria.
Con este libro pretendemos recuperar parte de esa verdad y por eso la colaboración ciudadana es imprescindible para poder continuar con esta labor. Testimonios, documentos, fotografías, etcétera nos ayudarán a poder avanzar en esta labor. El rescate de la verdad es una tarea fundamental que permitirá romper con la memoria oficial, caracterizada por el silenciamiento de los hechos y el encubrimiento de los victimarios, propiciando el reconocimiento político, y ético de las luchas y sueños de la población.
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