dilluns, 2 de novembre del 2015

“Después de dar a luz a mis hijos, enterrar a Bonifacio en su pueblo es lo más importante que he hecho en mi vida”

http://exhumacionvaldenoceda.com/2015/11/02/despues-de-dar-a-luz-a-mis-hijos-enterrar-a-bonifacio-en-su-pueblo-es-lo-mas-importante-que-he-hecho-en-mi-vida/


2 de noviembre de 2015.- 
El pasado jueves se cumplía el aniversario de la muerte de BONIFACIO GARCÍA ALCALDE. Bonifacio estuvo décadas en la parcela de la cárcela de Valdenoceda, hasta que fue exhumado en 2007. El estudio osteológico permitió su identificación, aunque no se pudo contrastar al 100% al no aparecer su familia. Pero los antropólogos estaban seguros: por sus características físicas muy personales, su edad, las causas de la muerte, el orden de los enterramientos…. esos restos eran Bonifacio García Alcalde. Con el tiempo, una Voluntaria natural de Roa de Duero (Burgos), el pueblo de Bonifacio, quiso buscar a su familia en Roa y, en última instancia, quiso enterrar a Bonifacio en el cementerio de su pueblo. Habló con el Ayuntamiento de entonces (que no sólo no cedió nicho, sino que pretendió manchar el nombre de Bonifacio), con la parroquia de Roa…. y finalmente optó por comprar una sepultura para garantizar el reposo de Bonifacio en su pueblo. Ángela es esta Voluntaria. Vive en Estados Unidos y todos los años se desplaza a Roa de Duero. Está enamorada de su pueblo y de su gente y está convencida de que ahora Bonifacio descansa en su pueblo, posiblemente muy cerca de las sepulturas de sus padres, que no han podido ser localizadas.
El mismo jueves, Ángela nos envió una nota muy emotiva, con unas fotos de la sepultura de Bonifacio. Queremos compartir todo lo que nos envió Ángela con todos. Millones de gracias, Ángela, por tu enorme contribución a este acto de reparación.
CARTA DE ÁNGELA
Hola,
Os envío las siguientes imágenes de la tumba de Bonifacio García Alcalde. Le enterramos en Roa, tras bastante polémica local con el entonces alcalde. Pero lo conseguí….
Este verano regresé a Roa para concluir la construcción de la lápida con su nombre….
Quiero que sepan todos que, después de haber dado luz a mis hijos, considero este hecho lo más importante que he hecho en mi vida: recoger y enterrar a Bonifacio. No se encontró familia y ahora soy yo su familia. Él está ahora descansando en su pueblo.
Graclas, mil gracias por haberme dado la oportunidad de esta increíble experiencia que me ha cambiado la vida.
Estoy ahora integrada en la Brigada Lincoln, aquí en Nueva York, y colaboraré y haré todo lo posible para que todo el mundo se entere que aún quedan muchos por desenterrar y regresar a sus familias.
A vosotros, mucho ánimo y eterno agradecimiento.
Angela
Hoy mismo, Ángela nos ha enviado el siguiente texto, que honra y sirve de homenaje a Bonifacio. Es el texto que ella misma leyó el pasado 30 de abril, durante el entierro de Bonifacio en su pueblo:
Entre los elementos que hacen al ser humano están la facultad de indignarse y el compromiso, que es una consecuencia de lo primero. Bonifacio, Fuimos a recogerte a Valdenoceda para llevarte a casa. Después de más de 70 años puedes regresar y descansar en tu pueblo y, ojala, cerca de los tuyos. Al fin libre! Estoy convencida de que durante tu juventud en Roa conociste a mis abuelos y bisabuelos, disfrutaste de las fiestas y los campos, y que tu familia era tan honrada y apreciada en el pueblo como lo ha sido la mía.
Ha pasado mucho tiempo y te digo que mucho y poco ha cambiado. Lamentablemente, los fascistas han desaparecido para esconderse bajo manto ajeno que ahora es cobardemente incapaz de pedir perdón a las familias de todos vosotros, las victimas de ese franquismo tan erróneo y fatal en nuestra historia. Hoy en día, España ha incumplido la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Donde jamás permitiríamos que los alemanes olviden su holocausto, estamos barriendo al nuestro debajo de una alfombra gris. Cuando te encontraron e identificaron en Valdenoceda, nadie salió a reclamarte, a pesar de que repetidamente pedían información y buscaron a tu familia…ni siquiera las autoridades locales fueron capaces de actuar bajo leyes humanitarias. No eres solo huesos como ellos dicen, Bonifacio, eres una historia llena de palabras, de dolor, de valentía, de más de cuatro años de tortura, pero también de juventud llena de ilusión que fué truncada por aquéllos que no soportaron unas elecciones legales y llevaron a nuestro país a la orilla de un precipicio. Como nadie se ha identificado como familia tuya, seré yo quien te adopte como parte de la mía. Siempre que pueda viajar, vendré a hablar contigo y traerte amapolas de los campos que rodean a Roa, tu pueblo.
Angela.
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