Aprovechando la cena-homenaje que la Fundación Francisco Franco celebrará esta semana en el Hotel Meliá Castilla, de Madrid, la conocida cadena de hoteles ampliará su prestigiosa carta de almohadas con dos nuevos modelos especialmente confeccionados para mejorar el descanso de las personas nostálgicas con el régimen del dictador.
La cervical franquista, y muy pronto la viscolástica requeté, se añaden a una amplia oferta de almohadas personalizadas que ya incluye, además de las clásicas ergonómicas, de fibra, de látex o de soja, algunas tan llamativas como Rivera Azul, pensada para personas que necesitan soñar toda la noche con fantasías extraordinarias, la Popular Pillow, muy apropiada para imputados con problemas de memoria, la Mariposa Albiol, una almohada para clientes xenófobos que sobrepasen los dos metros de altura, o la Gürtel Lavanda, para corruptos en avanzado estado de descomposición.
La cadena hotelera podría entrar este año en el libro Guiness de los Records si finalmente logra incorporar su nueva gama de almohadas técnicas para arzobispo misógino preconciliar, subdelegado del Gobierno aficionado a las cargas policiales, abogado cristiano sin escrúpulos y socialista de pacotilla.
“Echo de menos la almohada de alta tensión”, ha comentado el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria.